TatianaMartinetMorenoEl segundo elemento patrimonial perteneciente a la sección de Lugares recónditos de Sevilla, desde una perspectiva migrante, es, en este caso, un monumento al que se le denomina «Nacimiento de un Hombre Nuevo», aunque es más conocido popularmente como «El huevo de Colón». Está localizado en el barrio de San Jerónimo y se trata, ni más ni menos, de una escultura de bronce de 45 metros de altura con forma de huevo que acoge en su interior una estatua de Cristóbal Colón sosteniendo un mapa, tal y como se aprecia en la siguiente imagen.
Fuente: Hotel Ribera de Triana
Este monumento fue obra del escultor ruso Zurab Tsereteli, que lo donó del ayuntamiento de Moscú a la ciudad de Sevilla, y tras utilizar numerosos vehículos finalmente pudo llegar a la capital, por lo que fue inaugurado en 1995.
Tras haber extraído la información del periódico La voz de Galicia (https://www.lavozdegalicia.es/noticia/ferrol/ferrol/2019/01/19/conoces-historia-sobre-huevo-colon/00031547919515852165359.htm), he descubierto la historia que se sitúa detrás de este monumento. Y es que, en una quedada de Cristóbal Colón con varios nobles en la ciudad de Sevilla tras haber regresado de su primer viaje hacia el nuevo continente, fue menospreciado por estos, quienes mencionaron que de no ser por él, otro hubiese realizado este descubrimiento. Él, para justificarse y demostrar que aquello no era cierto, los retó a colocar un huevo en posición vertical sin que cayese, pero ninguno de ellos lo consiguió. Sin embargo, Colón golpeó uno de los extremos y esto hizo que se mantuviera en pie. Con ello, evidenció su argumento de que, intentando lo imposible se podía conseguir lo posible y que fue el primero en atreverse a lanzarse al mar en busca de nuevas tierras.
He de decir que fui consciente de la existencia de esta obra por mera casualidad en una conversación, y es que, en este caso, considero que hay dos factores que juegan en su contra. En primer lugar, su ubicación, tan lejos del casco histórico, debido a sus enormes dimensiones. No obstante, es realmente su escasa promoción lo que lo convierte una vez más en un monumento olvidado, puesto que, ni siquiera aquellos que están dispuestos a viajar a otras zonas de Sevilla para conocer por completo su patrimonio cultural lo hacen a este lugar porque ignoran su existencia. Con este artículo pretendo, al menos, poner de manifiesto este bien histórico y difundirlo al mayor número de lectores posible.
