La Mezquita-Catedral de Córdoba, reconocida como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1984, se enfrenta en estos últimos años a las críticas de expertos, cordobeses y musulmanes.

Como cordobesa he tenido numerosas oportunidades para visitar la Mezquita-catedral, un monumento único que me hace sentirme orgullosa de mi provincia, en mi última visita dediqué gran parte del tiempo a detenerme en aquellos espacios en los que predominaba la interculturalidad del espacio, las pequeñas zonas en las que se mueve un halo de misterio a medio camino entre mi Dios y el suyo, el cristiano y el musulmán.

Me gustaba sentir que ahí no había peleas ni rencores, que las cruzadas ya han quedado atrás en mi tierra; sin embargo, no tardé en sorprenderme cuando apareció en mi teléfono este titular:

Así quiere borrar la Iglesia el legado islámico de la Mezquita de Córdoba

Después de profundizar en el tema, aquí os comparto como no todo era tan bonito como describo anteriormente y que la imagen de la izquierda, lejos de significar un acercamiento entre religiones, solo pretende silenciar una de ellas.

En la una página oficial de turismo de Córdoba se presenta esta edificación como «el monumento más importante de todo el Occidente islámico y uno de los más asombrosos del mundo». Sin embargo, las últimas acciones de la Iglesia Católica sobre este monumento olvidan por completo la importancia de la religión musulmana dentro del templo, así como uno de los cuatro criterios que utilizó la propia UNESCO para incluir la Mezquita de Córdoba en su catálogo de bienes universales: «Es un ejemplo sobresaliente de la arquitectura religiosa del islam».

Este desligamiento de la religión musulmana dentro del templo ahora cristiano tiene su origen en 2006, cuando se produjo la inmatriculación de la Mezquita-Catedral a favor de la Iglesia Católica. Juan José Tamayo denuncia en uno de sus artículos para El país que esta fue «una de las operaciones más fraudulentas, aunque legalmente legitimadas, y uno de los más escandalosos negocios eclesiásticos», tras anunciar que la Iglesia católica cordobesa solo tuvo que pagar treinta euros por registrar a su nombre la Mezquita-catedral.

Una de las primeras medidas que fue en contra del carácter interreligioso de este espacio fue la decisión de Juan José Asenjo, obispo de Córdoba en 2006, de rechazar la petición de Mansur Escudero, presidente de la Junta Islámica de España, del uso conjunto de la mezquita para cristianos y musulmanes. Además, desde la inmatriculación de la Mezquita, se ha multiplicado la presencia de iconografía católica en el interior del templo.

Ahora, dos nuevas iniciativas buscan ocultar aún más la presencia islámica en esta Mezquita. En primer lugar, la Iglesia católica ha elaborado el primer plan director de la mezquita mayoritariamente en clave confesional católica, con afirmaciones como: «Nos encontramos ente un edificio que, asumiendo su compleja historia, es una iglesia cristiana desde el punto de vista funcional y una catedral por el uso que la diócesis hace de ella». Por otro lado, el obispado de Córdoba pretende priorizar «la herencia cristiana» en un centro de interpretación de la Mezquita-catedral.

El catedrático de Historia del Arte José Castillo se ha mostrado abiertamente en contra de estas nuevas medidas en numerosas ocasiones, apelando a que es el Estado quien debería actuar sobre los bienes del patrimonio cultural, «Estamos hablando de centros de interpretación, planes directores o propuestas de musealización que se están ejecutando con una orientación creyente y no científica. Y no podemos debatir con la Iglesia principios que son objetivos y científicos, que tienen que regirse por presupuestos de la tutela del patrimonio cultural».

También se han pronunciado otros expertos, como Carmen Ruiz Bravo- Villasante, catedrática de Estudios Árabes, quien afirma que se está produciendo un acto de agresión al monumento y al arte islámico, estableciendo puntos de luz donde debería existir penumbra o colocando imágenes católicas donde según el arte andalusí debería haber ausencia y desasimiento de lo corporal.

Mientras tanto, el Ayuntamiento de Córdoba no se ha pronunciado sobre esta polémica y sigue permitiendo que la Iglesia católica priorice la función cultual del monumento frente a la cultural.

¿Estamos permitiendo que la Iglesia católica se imponga en un lugar que debería ser un espacio multicultural?

 

Bibliografía:

https://www.turismodecordoba.org/mezquita-catedral#

https://elpais.com/cultura/2023-03-18/la-mezquita-de-cordoba-comerciar-con-lo-sagrado.html

https://www.publico.es/sociedad/quiere-borrar-iglesia-legado-islamico-mezquita-cordoba.html

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