FranciscoNavarreteEl monumento a San Fernando: 65 años para materializar una idea
El monumento a San Fernando que se encuentra en la Plaza Nueva, frente al Ayuntamiento, tiene una historia que es desconocida por la mayoría de los sevillanos. ¿Sabías que desde que surgió la primera idea y hasta que se inauguró dicho monumento pasaron 65 años? ¿Porqué? Esta es la historia:
El monumento fue inaugurado en 1924, sin embargo la idea surgió en 1861, cuando los Sres. García de Vinuesa, Olave, Fernández y Cueto, presentaron al Municipio una moción, proponiendo que en el centro de la plaza se levantase un monumento a San Fernando, en forma de fuente. En 1862, con ocasión de la visita de Isabel II a Sevilla, el Ayuntamiento, olvidándose de la moción anterior, le ofrece a la Soberana dedicarle un monumento. Sin embargo, la Reina se inclinó a favor del monumento a San Fernando, escribiendo de su puño y letra:
AGRADECIENDO LOS DESEOS DE LA CIUDAD DE SEVILLA,
ES MI VOLUNTAD SE COLOQUE EN EL LUGAR QUE SE DESTINABA
PARA MI ESTATUA, LA DE SAN FERNANDO; SANTO QUE TANTO
VENERO; REY Y GUERRERO, QUE TANTO ADMIRO.- ISABEL.- 4 DE
OCTUBRE DE 1862.
Fuente: https://emanuelangel.blogspot.com/2014/06/san-fernando-en-la-plaza-nueva.html
En 1863, se presentaron cinco proyectos para el monumento. El primero, de Demetrio de los Ríos, que abarca tanto la ejecución de la fuente monumental y basamento, como de la estatua ecuestre de San Fernando, con el estandarte rematado en cruz, enarbolado artísticamente, y con un presupuesto aproximado de 195.000 pesetas. El segundo, de Manuel Juliano, también referente al basamento, pedestal y estatua, pero suprimiendo la fuente, con un presupuesto de 115.022 pesetas. El tercero, de Vicente L. Hernández, referente sólo a la estatua, cuyo modelo en yeso acompañaba, representando al Rey rindiendo su espada al Altísimo. No indica presupuesto. El cuarto, de José de la Coba, limitado a la escalinata y al pedestal, también describe el adorno de la estatua: gola, peto y espaldar grabados en oro, brazales y grebas de los mismo, calza entera de obra, botas de ámbar y espuelas de oro. Sobre los hombros, el manto real, El caballo, con arreos reales. El presupuesto del basamento y el pedestal se calcula en 77.578 pesetas. El quinto, de Manuel Portillo Navarrete, presupuestaba todo el monumento en 111.175 pesetas. Además, también presentaron presupuesto dos casas francesas, solamente para la estatua. La firma “Mareschal, Bernard & Magran” ofreció la escultura en bronce por 58.000 francos, mientras que la casa “Philipp Lowenshalla” proponía hacerse cargo de construirla por 50.000 francos.
El 12 de enero de 1864 la Comisión de Obras Públicas propuso al Cabildo que aceptase el proyecto de Manuel Portillo, por ser el más económico, si bien previamente se debería oir a la Academia de Bellas Artes y a la Academia Real de San Fernando. A partir de este momento, el expediente queda paralizado durante 12 años, al no ponerse de acuerdo el Ayuntamiento y la Academia de Bellas Artes sobre si procedía o no consultar a la Academia Real de San Fernando, a lo cual el Ayuntamiento era reacio.
En 1876, con motivo de la visita de Isabel II a Sevilla, se impulsó de nuevo el proyecto del monumento a San Fernando, creándose una Comisión especial para promover dicho proyecto denominada Junta Pericial, la cual acordó el 3 de diciembre de 1876 aceptar el proyecto de Demetrio de los Ríos por considerarlo el más digno, por su grandiosidad, y que dicho proyecto fuese realizado por suscripción nacional. Llevaba incorporados relieves de Herrera, Murillo, y divinidades fluviales a modo de surtidores sobre cuatro veneras en su pedestal, y la figura ecuestre del Santo portando el pendón en una de sus manos.
En 1877, la Junta Pericial, aprovechando la anunciada visita de Alfonso XII a Sevilla, acordó que el Soberano colocase la primera piedra del monumento, lo cual se llevó a efecto el día 31 de marzo de 1887. Así mismo, acordó que debían sustituirse los bustos proyectados en el basamento, por los de los principales capitanes, obispos y hombres civiles que contribuyeron a la conquista de la ciudad acompañando al Rey Santo.
El 12 de mayo de ese mismo año, el Capitular Sr. García de Leaniz propuso en sesión Municipal que se utilizaran tres columnas romanas, descubiertas en una casa derribada en la calle Mármoles, para la realización del monumento. El 4 de mayo de 1879, Demetrio de los Ríos reclamó el pago de las cantidades que el Ayuntamiento le adeudaba por la reparación que llevó a cabo en las Casas Capitulares, a la vez que exigía la devolución de los planos del monumento a San Fernando.
En 1880, aparece un nuevo proyecto de Joaquín Guichot, en el que incorporaba las tres columnas de la calle Mármoles. Este proyecto fue rechazado dado que la Comisión de Obras Públicas consideraba que las columnas no servían para tal fin, y la Comisión de Monumentos declaró que las columnas no debían moverse del sitio en que se hallaban53.
No es hasta 1915 cuando de nuevo toma fuerza la idea del monumento a San Fernando, debido al impulso del concejal Ignacio de Casso, para lo cual se crea una nueva Comisión, que en 1917 encarga a Joaquín Bilbao la figura ecuestre de San Fernando y a Aníbal González el pedestal. Sin embargo, Aníbal González no acepta el encargo debido al trabajo en la Exposición Hispanoamericana.
En 1918, se presenta un nuevo proyecto del arquitecto Pablo Gutiérrez y Joaquín Bilbao, el cual es desestimado, y se acuerda encargar nuevo proyecto a Juan Talavera. Este proyecto, que es el definitivo, se entrega en 1919 y se firma en 1922. En 1920, la Comisión confirma el encargo de la estatua ecuestre de San Fernando a Joaquín Bilbao. Además, encarga las estatuas que van en los laterales del pedestal a los escultores Enrique Pérez Comendador, Adolfo López Rodríguez, Agustín Sánchez Cid y José Lafita Díaz. Finalmente, el monumento se inaugura en 1924.
Referencias:
Casso, Ignacio de. Historia de un proyecto. El monumento a San Fernando. Sevilla: Tip. Del “El Correo de Andalucía”, 1917.
