El Castillo de San Jorge es una fortaleza ubicada en el barrio de Triana en Sevilla que data del siglo X. A lo largo de su historia, ha tenido diversos usos y ha sufrido varias transformaciones, siendo en la actualidad el hogar del popular Mercado de Triana.
El Castillo de San Jorge fue construido en el siglo XII bajo el período almohade. La fortaleza contaba con una torre del homenaje, una muralla y varias torres defensivas, además de un foso que rodeaba el castillo. Con la conquista de la ciudad por Fernando III, el edificio pasó a ser un puesto defensivo bajo manos de la Orden Militar de San Jorge. Con el paso del tiempo, en el siglo XV, durante el reinado de los Reyes Católicos, el castillo fue utilizado como prisión. Con la Inquisición, el castillo se convirtió en un lugar de detención y tortura para los acusados de herejía lo cual no cambiaría hasta la desaparición de la Inquisición en el siglo XVIII.
En el siglo XIX el castillo es derribado para crear un ensanche y la posterior edificación de un mercado de abastos. Este mercado perduraría en el tiempo hasta llegar a nuestros días convirtiéndose en el famoso Mercado de Triana.
El edificio ha sido sometido a grandes reformas y desde inicios de este siglo se han llevado numerosas excavaciones arqueológicas en el mismo interior del mercado en pos de poner en valor el pasado histórico del enclave sevillano. Este proceso de reformas y excavaciones ha sido un proyecto complejo que incluyó la recuperación de elementos originales como la muralla y las torres, así como la construcción de nuevas estructuras para adaptar el espacio a su uso como mercado.
En el año 2009, el gobierno municipal de Sevilla presentó el proyecto del Castillo de San Jorge, que dio lugar a la creación de un centro de interpretación que aborda tanto las ruinas de la fortaleza como la represión religiosa que se llevó a cabo durante la época de la Inquisición Española.
El Mercado de Triana se ha convertido en uno de los lugares más visitados de Sevilla, donde los turistas y los habitantes de la ciudad pueden disfrutar de la gastronomía local y de una experiencia única en un espacio histórico y emblemático. La transformación del Castillo de San Jorge a lo largo del tiempo y su actual uso como el mercado de abastos principal de Triana han permitido profundizar en el valor de su conservación y revalorización como patrimonio histórico y cultural de la ciudad.