Ya hemos despedido la Semana Santa y, de la mano del nuevo horario de verano, nos adentramos en la época de ferias y romerías. Sin embargo, hay un componente esencial de la Semana Santa andaluza que siempre se queda con nosotros por algunos días más. Hablo de los diversos dulces de cuaresma.  

Canela, almendras, limón, miel… Son estos sin duda los ingredientes que marcan el sabor de nuestra Semana Santa. Probablemente a todos se os hayan venido a la cabeza las polifacéticas torrijas o los clásicos pestiños. Pero el arroz con leche, los roscos y la leche frita están sin duda entre los más famosos. El rico patrimonio gastronómico de Andalucía lo podemos reconocer perfectamente en estas recetas estacionales, en las que, sobre una misma base, podemos encontrar variaciones locales. 

Hoy, hablaremos de —como el título de este artículo indica— la coca de Isla Cristina. A pesar de la confusión que puede causar la conjunción coca-Isla Cristina, en este caso nos referiremos a un dulce de almendras típico de la localidad y conocido en toda la costa occidental de Huelva. 

La coca de Isla Cristina podríamos decir que viene de la coca catalana, por los pescadores que habitaron esta localidad en sus orígenes, aunque esta se trata generalmente de un plato salado. Claro está, pues, que comparten poco más que el nombre. Este postre tradicional tiene como componentes iniciales la almendra, cabello de ángel y canela, que mezclados con otros ingredientes base, formulan una combinación ordenada de texturas y sabores. Como resultado final, encontramos una cubierta consistente con un «relleno» esponjoso y suave.

La coca forma parte de la gastronomía de Isla Cristina desde sus orígenes como «La Higuerita», haciendo que su receta se haya traspasado de generación en generación en la cocina en los hogares isleños. De hecho, su forma redonda (a diferencia de la variante lepera o ayamontina; cuadrada) está directamente relacionada con la actividad marinera, puesto que originalmente el molde de este dulce se limitaba a las latas de conserva de su industria pesquera. A pesar de tratarse de una receta tan arraigada a las bases tradicionales de su cultura, la complejidad de su elaboración ha hecho que con los años se pierda para la repostería casera, cediéndole la tarea a comercios locales. Pero si os queréis animar a probar suerte en la cocina, podéis tomar de ejemplo este excelente videotutorial de Pilar Orta para WiHuTV (2021):

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Información básica sobre protección de datos Ver más

  • Responsable Universidad Pablo de Olavide.
  • Finalidad  Moderar los comentarios. Responder las consultas.
  • Legitimación Su consentimiento.
  • Destinatarios  Universidad Pablo de Olavide.
  • Derechos Acceder, rectificar y suprimir los datos.
  • Información Adicional Puede consultar la información detallada en la Política de Privacidad.