Decimos adiós al histórico taller de Orfebrería Triana

En el mundo del arte, cada vez tenemos más presente que la crisis del coronavirus está afectando en todas las especialidades. Esta vez ha golpeado duramente al sector del arte sacro, concretamente al taller de Orfebrería Triana, que ha cerrado sus puertas definitivamente tras casi cinco décadas de trabajo. Históricamente, este taller estaba regentado por Juan Borrero Campos, aunque desde hace unos años lo dirigía su hijo, Juan Antonio Borrero, y, además, desde hace una década se encontraba en la localidad de Bormujos.

El descenso en la producción de los últimos meses, sumado a la llegada de la crisis del coronavirus, ha provocado el cierre irrevocable, que se conocía en la mañana del 15 de mayo. Hemos de destacar que su creador, Juan Borrero, ha dedicado toda su vida a la orfebrería. Empezó tan solo con 13 años a trabajar y en 1973 abría su taller junto a Francisco Fernández, en plena calle Pureza.

De este taller de orfebrería proceden algunas de las mejores piezas de la Semana Santa de Andalucía de este último medio siglo, como los sagrarios de la Basílica del Gran Poder y de la capilla de los Marineros de la Hermandad de la Esperanza de Triana, las tres coronas de oro utilizadas para las coronaciones canónicas de la Esperanza, la Estrella y la Virgen de la O y la carreta del Simpecado del Rocío de La Macarena.

Javier Sánchez de los Reyes, participante en la exposición monográfica sobre Juan Borrero realizada en 2014, considera que con el cierre de este taller «termina toda una época, un eslabón importantísimo que ha dado paso a otro y que seguirá dando sus frutos porque ha sembrado la semilla». Desgraciadamente, y como adelantábamos al comienzo de la noticia, la crisis económica golpea duramente a todo el sector artístico, y Francisco Carrera Iglesias, presidente de los artesanos, asegura que «el 80% de los trabajos para la Semana Santa 2020 se quedaron en estos talleres sin cobrar». La situación es complicada, por lo que, una vez que la normalidad vaya sumergiéndose de nuevo entre nosotros, debemos realizar un ejercicio de reflexión acerca de los sectores más perjudicados por esta crisis y apoyarlos, de cualquier manera que sea posible.