Comparaba el escritor Juan F. Muñoz Pabón el mercadillo de la calle Feria con las mismas cofradías de Semana Santa,  ya que se ha establecido en la capital hispalense como una institución. Desde luego, historia e historias no le faltan a este encuentro de coleccionistas, libreros y curiosos. Algunas de sus historias son las que conforman el presente reportaje sobre el mercado del jueves de Sevilla:

Pero…¿qué es el Jueves?

Para los que no hayan tenido el gusto de darse una vuelta algún jueves por la mañana por la calle Feria de Sevilla, en esta se celebra un mercadillo en el que se ponen en venta todo tipo de objetos y en especial antigüedades. La francesa Marie Hutin bien lo resumía en 1913 para el Correo de Andalucía:

Más fácil es enumerar lo que en él no se vende, pues allí hay de todo, desde viejos calvos mohosos hasta lienzos de Murillo. La concurrencia es tan diversa como los objetos que en él existen.

De estas declaraciones ha pasado un siglo, pero el Jueves sigue casi igual: se pueden encontrar todo tipo de aparatos y todo tipo de gentes, aunque ahora, como todo, también deba seguir un protocolo sanitario.

    

Su historia

La primera referencia al mercadillo Jueves se remonta a 1292, cuando el rey Sancho reguló su celebración. En ese momento, ya era conocido como el Jueves por celebrarse ese día de la semana, pero no fue hasta el siglo XIX cuando se trasladó a su actual localización en la calle Feria. Se calcula que el mercado se celebraría desde la Reconquista de la ciudad por San Fernando, quizás como continuación de los bazares árabes que se celebraban en la Sevilla musulmana.

 

 

Félix González de León explica, al hablar de la calle Feria, que su nombre ‘deriva de que en ella se celebra todos los jueves del año, cuya institución es tan antigua que no se alcanza su origen’. En 1833, el viajero e hispanista Richard Ford comparaba el mercadillo sevillano con el zoco del Cairo.

Foto de finales del siglo XIX, encontrada en @sevilla_insolita.

A finales del siglo XX, el Jueves pasó por distintas épocas. Por una parte, con el desarrollo del turismo en la capital hispalense, el interés crecía entre los forasteros. Sin embargo, durante la década de los 80, la droga cambió la atmósfera de este encuentro y el mercadillo entró en declive. Más tarde, el Ayuntamiento consiguió regular la situación y la afluencia al mercado aumentó considerablemente.

 

¿Qué dicen los escritores?

No solo Richard Ford quedó cautivado por la atmósfera del jueves, sino que encontramos referencias a este en el trabajo de muchos escritores, cronistas y periodistas. Por ejemplo, Cervantes hace referencia en su obra Rinconete y Cortadillo de 1612.

¿A qué se debe su pervivencia?

Hemos comentado el ambiente pintoresco y estrafalario que conquista a sus visitantes, pero esto tampoco nos explica cómo el mercado ha podido mantenerse casi intacto durante ocho siglos. Un factor importante es la importancia del coleccionismo en Sevilla. El gusto por el coleccionismo, ese llamado arte de la paciencia es un hecho y podemos apreciarlo en otros mercadillos de antigüedades que se desarrollan en otras partes de la ciudad, como la Plaza del Cabildo en la que cada domingo se intercambian cromos, pins, postales o monedas desde 1977.

Sin duda, este mercado sigue en pie y mantiene su esencia, constituyendo una de las tradiciones más antiguas de Sevilla. A continuación, os presentamos nuestro paseo un jueves cualquiera por la calle Feria:

 

Vela Nieto, Á. (1991). El jueves. Apuntes de una feria milenaria.. Sevilla: Editorial Rodríguez Castillejo.

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