Segundo año sin Semana Santa y eso para los sevillanos duele de una forma especial. Por supuesto no podemos generalizar, pero para muchos lo que se vive en Sevilla durante esta semana es único, sean religiosos o no. El olor a incienso mezclado con el incipiente azahar, la marea de capirotes, obras de arte paseando por las callejuelas, música y silencio… Reconozco que me emociono solo de pensarlo. Este año el coronavirus no nos ha permitido celebrar la Semana Santa como siempre lo hemos hecho, pero las hermandades han encontrado formas originales de mantener el espíritu de esta celebración con tanta tradición a pesar de las circunstancias.

Ante la imposibilidad de ver los pasos en la calle, hice un recorrido con mi padre por algunas iglesias sevillanas para apreciar las imágenes aunque fuese dentro de sus templos. Me sorprendió mucho lo que me encontré esa mañana. En primer lugar la afluencia a las iglesias era espectacular (eso sí, con las medidas necesarias por supuesto), incluso en algunas tuvimos que esperar largos minutos de cola. Aún con la espera, era muy emocionante ver cómo personas de todas las edades visitaban las imágenes, algunos (podemos suponer que pertenecientes a la hermandad o muy devotos) incluso con lágrimas en los ojos, y cómo los templos se cargaban de aroma por todos los ramos de flores que los visitantes iban dejando al pie de las figuras. En segundo lugar, la sorpresa de mayor agrado para mí fue la forma tan original y personal en la que las hermandades han presentado este año sus titulares, con una teatralidad y una escenografía impresionante. Esta impactante presentación, unida en muchas iglesias a la música de fondo o incienso, ayuda al espectador a transportarse y a acercarse, por poco que sea, a la experiencia real. A continuación mostraremos solo algunos ejemplos de entre las iglesias que pude visitar, por lo que evidentemente habrá ausencias importantes. Queremos recalcar que las presentadas aquí no se corresponden con nuestro “favoritismo capillita”, sino que son solo algunas trazas de lo que las cofradías sevillanas ofrecen esta semana.

  1. Esperanza Macarena

      

La ya de por sí impresionante Basílica de la Macarena guardaba una sorpresa. La Virgen de la Macarena estaba vestida con uno de sus famosos mantos verde esperanza (ahora nos hace falta más que nunca) con los que sale en procesión. Para hacer una especie de trampantojo y dar la sensación de que estaba montada en su paso, la hermandad ha puesto de marco de la imagen la parte frontal del palio y delante ha colocado cirios y flores similares a los que la rodean cuando sale a la calle. La escenografía resultante tiene un gran impacto visual.

2. La Lanzada

En la pequeñita iglesia de San Martín nos encontramos con el conjunto quizás más monumental de todos los que vimos. El elaborado paso de La Lanzada, con sus numerosas figuras, se representó en la cabecera del templo. La altura en la que se encontraba el crucificado y la composición en pirámide de las imágenes es verdaderamente impactante, sobre todo en medio del silencio y el juego de luces de la iglesia. Sin duda es una escena que sobrecoge.

3. Dulce Nombre

En el caso de la Virgen del Dulce Nombre no se ha usado ninguna parte del palio para enmarcar la imagen, pero se ha colocado junto al San Juan Evangelista de la hermandad en la misma posición en la que procesionan. Además, se ha completado la escena con cirios, arreglos florales y un pequeño crucificado.

4. El Silencio

La Virgen de la Concepción se presenta también con la parte delantera del palio sobre su cabeza y acompañada de San Juan Evangelista. Ambas imágenes vienen rodeadas de cirios y flores iguales a las que se utilizan en el paso. Lo curioso de este arreglo es que también se ha usado uno de los laterales de la base del paso, los respiraderos dorados y plateados tan característicos de este paso de palio, que sirve de asiento para la escena.

5. Esperanza de Triana

El caso de la Esperanza de Triana es muy especial por la sencillez con la que se ha concebido la composición. No aparece coronada ni con el manto de procesión, ni rodeada de los cirios y flores tan exuberantes que suelen acompañarla en Semana Santa. En lugar de eso aparece con lo que se conoce como vestimenta de hebrea y sujetando una corona de espinas en las manos, que cambia este año por las tradicionales joyas. La escena se completa con una cruz y una base de flores. Se trata de una de las composiciones que más me emocionaron, por la fuerza de la imagen en su simplicidad.

6. La Estrella

La última hermandad que incluiremos en este artículo. En esta iglesia el hilo musical ayudaba mucho a la ambientación. En estas fotografías podemos ver claramente los ramos de flores de los devotos de los que hablábamos anteriormente. Tanto el Cristo como la Virgen se presentaban con la parte delantera de sus respectivos pasos, creando un trampantojo perfecto.

Vistas estas hermandades nos quedamos con muchas ganas de ver lo que habrán hecho las demás. Lo que está claro es que el ingenio sevillano se ha puesto este año al servicio de la Semana Santa, luchando por conseguir una sensación igualmente especial. En este año de pandemia la esperanza y la creatividad son más importantes que nunca. Os animamos a todos y todas a visitar las iglesias y a compartir con nosotros las imágenes de vuestras cofradías preferidas por redes sociales! Habrá que conformarse con eso este año!

Alumno del quinto curso de Humanidades y Traducción e Interpretación en la UPO. Amante del arte y la cultura. ¡Siempre hay algo nuevo por descubrir!

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