Alba Izquierdo RaceroProbablemente si nos paramos a pensar en antiguas ciudades romanas en la provincia de Sevilla, lo único que se nos venga a la mente es la célebre ciudad de Itálica. Sin embargo, la provincia cuenta con otros yacimientos importantes que presentan un patrimonio arqueológico inigualable. En esta ocasión queremos dar a conocer la ciudad romana de Munigua, ubicada al sur de las estribaciones de Sierra Morena cerca de la localidad sevillana Villanueva del Río y Minas.
Los orígenes del Municipium Flavium Muniguense (nombre romano de la ciudad) se remontan al siglo IV a.C., aunque los restos que hoy se encuentran de lo que fue la ciudad datan de los siglos I-III a.C. La ciudad se emplaza en una zona anómala desde el punto de vista geológico, que convierte a la región en una de las más ricas en metales. Por lo tanto, el principal sustento económico de esta ciudad eran los minerales, entre los que destacaban el cobre, el zinc, el hierro y el plomo. Probablemente era la mayor productora de hierro de toda la Bética Romana y durante siglo y medio fue el centro político, administrativo y religioso en la Vega del Guadalquivir y las primeras estribaciones de Sierra Morena. En el momento en el que las minas comenzaron a dar muestras de agotamiento la ciudad fue consumiéndose y desapareciendo poco a poco. La desaparición y abandono de la ciudad se produjo finalmente en el siglo III d.C. debido a un terremoto que acabó sepultando a la ciudad.
A pesar de ello, gracias a las incursiones y estudios arqueológicos se han podido recuperar los restos de algunos de los edificios y elementos que conformaban esta ciudad. Todo ello ha permitido hacernos una idea de lo que un día fue la ciudad y extraer cuáles fueron los principales edificios que la conformaban.
En primer lugar, cabe destacar que no es una ciudad romana al uso pues presenta un plano urbanístico diferente al de las demás. Las ciudades romanas se construían siguiendo el modelo de la ciudad de Roma, sin embargo, la alineación de las calles sigue las formas naturales de la colina y no presentan el trazado ortogonal típico. Además, se configura como una ciudad construida para los dioses, pues a pesar de no superar las cuatro hectáreas contaba con una gran cantidad de templos y santuarios.
Encontramos un primer santuario dedicado al dios Mercurio, el cual da comienza a la ruta procesional que culmina en el gran santuario de terrazas situado en la parte más alta de la ciudad. Este gran santuario se configura como la joya de la corona del yacimiento, pues presenta unas características muy peculiares. El santuario está dedicado al culto de la diosa Fortuna y a Hércules y se configura como un santuario lacial. Los santuarios laciales reciben este nombre por ubicarse en la zona de Lacio (Italia) y suelen compartir elementos comunes y una sintonía que los ubica dentro de esta nomenclatura. Entre esas características comunes destaca la arquitectura, pues son edificios que difunden el uso la bóveda y la cúpula, lo que supone un hecho innovador con respecto a la arquitectura griega. Además, presentan espacios aterrazados que favorecen la expansión de los espacios. A pesar de que el santuario de Munigua no se ubica dentro del Lacio, presenta características muy similares al resto de templos y por ello recibe esta denominación. Se observan dos rampas que permiten acceder a una terraza intermedia del santuario. A partir de esta, se accede a la terraza superior donde se observa el pórtico en U, el templo en la cabecera del pórtico y en el centro una exedra semicircular en la que faltarían las gradas. Es extremadamente peculiar porque es el único edificio que responde a los modeles laciales fuera de la zona del Lacio. Una de las explicaciones a este hecho puede ser que cuando se le concedió la capacidad de municipio a la ciudad algunas de las familias romanas, provenientes del Lacio, decidiesen adaptar este tipo de edificación a la ciudad.
A los pies del santuario se erigen otros edificios y espacios públicos que permiten dar vida a la ciudad, como son las termas, el foro o las viviendas. También se alzan otros edificios religiosos como un templo dedicado a Bonus Eventus, dios relacionado con la agricultura y la protección de las cosechas o un templo dedicado a Dis Pater. Sobre este último templo se tiene conocimiento sobre una inscripción en la que un hombre dedicaba una estatua de un caballo en el foro a este dios. Se entiende que la estatua estaba ubicada a un templo, pues se encontró cerca del foro la plataforma con los anclajes de las cuatro patas del caballo.
Como podéis ver el yacimiento presenta un patrimonio histórico impresionante y, además, se enclava en un paraje con un valor paisajístico inmenso. Si tenéis la oportunidad de poder visitarlo no dejadla pasar. Aunque debemos advertiros de que el yacimiento se encuentra en una zona privada, por lo que es necesario realizar una reserva a través del correo electrónico munigua.aaiicc@juntadeandalucia.es. La zona es perfecta para realizar actividades al aire libre como el senderismo, por lo que una ruta que culmine con la visita de las ruinas arqueológicas puede ser un plan perfecto.
FUENTES
Hauschild, T. (1991). Los templos romanos de Munigua (Sevilla). Cuadernos de Arquitectura Romana, 1(1), 133–143. https://revistas.um.es/car/article/view/68131/65581
Junta de Andalucía. (s.f.). Enclave Arqueológico de Munigua: visitas | Agenda Cultural de Andalucía. Consultado el 3 de mayo de 2021 en https://www.juntadeandalucia.es/cultura/agendaculturaldeandalucia/evento/enclave-arqueologico-de-munigua-visitas-0
Sevilla Secreta. (2021). Munigua, la antigua ciudad romana de la provincia de Sevilla. Consultado el 3 de mayo de 2021 en https://sevillasecreta.co/munigua-la-antigua-ciudad-romana-sevilla/
