Recuerdos de la Expo’92: Jardín Americano

Muchos recordaran el impacto que tuvo la Exposición Universal del 92, pero ¿Cuántos saben que es lo que queda de esta?

El Jardín Americano se encuentra en la Isla de la Cartuja, dentro del recinto de la Expo, en el sector del Parque Científico y Tecnológico, ocupando 3 hectáreas en su totalidad. Esta delimitado por la dársena del rio Guadalquivir y la avenida llamada Camino de los Descubrimientos (en su orientación este – oeste) y por el Auditorio Rocío Jurado y el Pabellón de la Navegación (norte – sur, en el orden indicado).

El Jardín Americano es un jardín botánico publico que se creo con motivo de la celebración de la Exposición Universal de 1992, la cual duro seis meses, desde el 20 de abril al 12 de octubre, coincidiendo con el V Centenario del Descubrimiento de América. De ahí viene que su lema fuese “La Era de los Descubrimientos”. También coincidió con los Juegos Olímpicos de ese mismo año celebrados en Barcelona. Por lo cual fue un año de gran movimiento económico y turístico en España. Uno de los símbolos más importantes fue la mascota oficial, un pájaro de pico y cresta multicolor llamado Curro.

En cuanto al tema central de esta entrada: El Jardín Americano fue un proyecto que arranco a partir del Programa Raíces. Este programa nació de la idea de Manuel Olivencia (Comisario de la Exposición Universal), pensó que se necesitaba la ayuda de los países iberoamericanos para poder traer especies vegetales de los distintos países y plantarlas en las cercanías de los distintos países. Finalmente fue preferible reunir todas estas especies en un mismo lugar así es como nacería este jardín y de este proyecto su nombre. Participarían inmensidad de países, aunque de manera desigual, en un inicio habría alrededor de 500 especies vegetales.

La situación actual está muy lejos de lo que fue en los años noventa. El recinto del parque en general esta envejecido, como si estuviese abandonado y nada más lejos de la realidad pues aún hoy en día es lugar de encuentro de jóvenes o de aficionados a la pesca, de personas que buscan un lugar tranquilo para practicar deportes como el yoga, etc. El mayor ejemplo de cambio lo encontramos en el umbráculo, ya que al ser el eje del parque se ha visto muy afectado con el pasar de los años.

El elemento central del parque es la vegetación. Este elemento se mantiene, aunque no con la exuberancia de los años noventa, gracias a la actuación por parte de los servicios de mantenimiento. La arboleda está bien saneada y despejada, aunque debería ser más efectiva en la limpieza del terreno. Pero es importante que muchas de las especies exportadas se siguen conservando aun hoy día. El jardín se puede dividir en dos sectores o partes: umbráculo, jardín de los cactus.

Por último, uno de los puntos fuertes del jardín es el circuito acuático, regulado por compuertas que dirigen el agua al rio. Comienza con un gran lago en la parte más alta del jardín, para ir descendiendo por medio de cascadas y pasarelas por las que se pueden pasear, las cuales a su vez cumplen la función de interludio entre una y otra zona del jardín.

El estado actual del Jardín no es el más deseable, ni siquiera llega a ser un recuerdo de lo que fue en su día. Muestra muchas deficiencias a niveles de conservación y mantenimiento. Una deficiencia que se da de forma general es el uso del espacio, el cual está muy mal planteado. Aunque haya zonas diferenciadas, estas mismas no están bien adecuadas para el disfrute de la ciudadanía.