Laura García Pérez¡Buenas noches coloraos y colorás!
Hoy vengo a presentaros una verdadera joyita que tenemos en nuestra propia ciudad y que poquitos conocen. Si paseáis por el centro de Sevilla, no paséis de largo por la Iglesia de San Luis de los Franceses. Fue fundada por la compañía de Jesús en el año 1731 y está dedicada al rey san Luis de Francia. Fue diseñada por el arquitecto Leonardo de Figueroa y su construcción tuvo lugar entre 1699 y 1730. Es un ejemplo destacado de arquitectura barroca del siglo XVIII en Sevilla.
La Compañía de Jesús estaba en Sevilla desde 1554 y había construido una iglesia y varias edificaciones, como la famosa iglesia de la Anunciación. Sin embargo, en el siglo XVII, Luisa de Medina decidió hacerles hace una importante donación: le regaló a la compañía unos grandes terrenos para la construcción de un edificio más grande y una iglesia con la condición de que ella fuera enterrada en la Capilla mayor. También pidió que la iglesia estuviera dedicada a San Luis, rey de Francia, que era primo hermano de Fernando III rey de Castilla y León, el cual había reconquistado Sevilla. Además, ella se llamaba Luisa, por lo que San Luis era su santo.
Años después, cuando Carlos III expulsó a los jesuitas de España, estos tuvieron que abandonar el edificio. Desde entonces, el lugar ha tenido muy distintos usos: seminario, convento, hospital, fábrica y hospicio. Ya sobre los años sesenta del siglo XX se cerró al culto y así ha estado hasta que en 2016 se abrió de nuevo tras haber sido sometida a una importante restauración.
Al pasar por delante de la fachada nadie puede imaginar lo que se esconde dentro. Nada más entrar el visitante se encuentra con una planta de cruz griega y no latina como es habitual en las iglesias católicas. Este hecho hace que la iglesia sea circular, con una cúpula espectacular decorada con pinturas al fresco alusivas tanto al Antiguo como al Nuevo testamento. Otro elemento arquitectónico que deja con la boca abierta son las dieciseis columnas salomónicas que parecen sutentar la cúpula.
El Retablo Mayor está dedicado a San Luis de los Franceses. Es un especáculo de formas, luces, espejos y colores. Lo preside una gran corona dorada con dosel y en el centro un lienzo del santo. En las esquinas de la cruz griega hay altares dedicados a diferentes santos, todos profusamente decorados. Dentro encontramos también frescos de grandes artistas que te dejarán con la boca abierta.
Como dije al comienzo, merece la pena parar y entrar a ver esta maravilla del Barroco. Pocas personas saben de su gran belleza ya que desde fuera nadie puede imaginar todo lo que hay dentro. La entrada general cuesta 4 euros y la reducida 2, así que no dudes en aprovechar cualquier paseo por el centro para deleitarte con su belleza.
FUENTES:
https://www.visitarsevilla.com/que-ver/monumentos/iglesia-de-san-luis-de-los-franceses/
