Lola Wanceulen GarcíaCerca de la Plaza de San Jorge de este pueblo gaditano, Alcalá de los Gazules, se halla una fortaleza en el Cerro de la Coracha, la zona más alta de la elevación donde se sitúa el municipio. Esta situación privilegiada sobre el terreno favoreció su construcción y uso.
En la Edad Media, la frontera entre los reinos cristianos y musulmanes se caracterizaba por ser poco poblada y, por tanto, insegura, por lo que los reyes castellanos se esforzaron por repoblar estas zonas mediante diversas medidas. En este contexto, la forma más directa de aportar seguridad eran los castillos, inaccesibles para los enemigos y con fuertes muros,
Concretamente, en Alcalá de los Gazules ya existía esta fortaleza de manera anterior. Se presume que su construcción data de entre los siglos XI y XII y, por tanto, es un edificio de época islámica. A continuación, tras la conquista de Sevilla en el año 1248, se procedió a ocupar las poblaciones de las cuencas del Guadalete y Barbate y, por tanto, Alcalá de los Gazules fue ocupada también. Esto se produjo de forma pacífica y con una presencia militar muy reducida; sin embargo, unos años después se produjeron rebeliones y entonces sí se equipó a la fortaleza con una fuerte presencia militar.
Al culminar la conquista cristiana, el castillo de Alcalá, al dejar de encontrarse en una situación fronteriza, vio reducida la presencia militar y, poco a poco, fue cayendo en desuso hasta prácticamente quedar en ruinas. En el siglo XVII, la torre del homenaje fue usada como cuadra en su planta baja, incluso.
De nuevo, en el siglo XIX vuelve a poseer presencia militar por el contexto de la Guerra de Independencia. Tras esto, el enclave acaba cayendo finalmente en el declive, sobre todo después de que se construyeran depósitos de agua en el solar del castillo y que parte de los materiales de este fueran reutilizados para otros propósitos.
El castillo se caracteriza por ser almohade y dentro de sus elementos destaca la Torre del Homenaje, que es de planta rectangular, posee tres plantas y destaca especialmente por su solidez. Se puede observar en la imagen superior.
Desgraciadamente, el estado de conservación de este elemento del patrimonio andaluz es deficiente. Después de que las tropas napoleónicas volaran parte del lugar en la Guerra de Independencia, sufrió un extenso periodo de abandono, quedando así en estado ruinoso. En 2003 se realizaron labores arqueológicas, centrándose en la Torre del Homenaje, pues es la única estructura que ha conseguido mantenerse en pie. A pesar de esto, el interior sigue sin estar habilitado.
Fuentes consultadas:
Imágenes extraídas de Andalucía Rústica y de la web de la Diputación de Cádiz.
