En Sevilla, uno de los días más multitudinarios es el Lunes Santo, ya que salen diversas hermandades y con una gran cantidad de nazarenos. Después de dos años sin Semana Santa, todos los ciudadanos de Sevilla tenían ganas de salir a las calles y volcarse con sus cofradías.
En un principio había un buen tiempo y las temperaturas acompañaron toda la semana, pero el lunes todo cambió y aún así algunas hermandades como San Gonzalo, Santa Genoveva, Las Aguas y Redención decidieron arriesgarse pese a los porcentajes de lluvia.
Muchas de ellas se mojaron y esto causó daños al patrimonio cultural y artístico de los misterios y los palios.
El consejo de hermandades se arrepintió por lo sucedido ya que causó mucho descontento a los sevillanos que querían ver sus hermandades. Pese a ello, todo el mundo se volcó para que el Lunes Santo fuese lo mejor posible y todos los titulares que se arriesgaron a salir se lucieran en la ciudad sevillana.