En un rincón de Utrera, en la emblemática callejuela conocida como el Niño Perdido se encontró la que se piensa que puede ser la segunda sinagoga más grande de España. Este hallazgo recientemente ha vuelto a salir a la palestra del interés del patrimonio histórico. El trabajo arqueológico ha sacado a la luz la existencia en el edificio de columnas de tipología judía propia del siglo XV, así como habitaciones completas, incluyendo la solería de la época (Utrera Web, 2022). Esto podría corroborar la hipótesis por la que el antiguo edificio realmente sería una de las ahora seis únicas sinagogas en España de origen medieval, junto a las de El Tránsito y Santa María la Blanca en Toledo, la de Córdoba, el Corpus Christi en Segovia y la del Agua en Úbeda. El calado de este descubrimiento histórico es tal que no solo  se hicieron eco del hallazgo publicaciones locales como UTRERAWeb, UtreraDigital o Utrera al Día, o publicaciones nacionales como El Correo o ABC en sus secciones provinciales; también llegó a suscitar el interés internacional como puede verse en el artículo del reputado periódico británico The Guardian (tienen a su disposición los artículos referenciados al final de este mismo).

 

Entrada a la sinagoga. Fuente: elaboración propia
Salida del Niño Perdido y entrada a la sinagoga. Fuente: elaboración propia

 

La historiografía no era totalmente desconocedora de la existencia de este templo hebreo. Ya en el siglo XVII el insigne historiador y poeta Rodrigo Caro hizo referencia al mismo explicando que “los judíos que vivían en esta Villa tenían señalado barrio que era la Plaza del Altozano, junto al Hospital de la Misericordia, que en lo antiguo se llamaba Valdejudíos; y dicho hospital era la sinagoga” (Utrera Web, 2018). Efectivamente la sinagoga pasó a ser el hospital para niños expósitos y con el tiempo volvió a tener una función religiosa pero católica, y ya en el anterior siglo sirvió de colegio, restaurante y también de discoteca hasta que cayó en desuso. Esto cambió en 2018 cuando el consistorio local se hizo con la propiedad. Sin embargo, fue el pasado 2021 cuando  se inició la primera fase de la investigación arqueológica encargada a Miguel Ángel de Dios junto al arquitecto Antonio Jaramillo para acreditar la tipología edilicia y su datación. De los elementos arquitectónicos que el historiador local destaca «de toda la edificación, sin duda, es la capilla lo más interesante, pues conserva la estructura de una cuidada sala divida en tres naves con arcadas sobre columnas bajomedievales que se cubren con una bella armadura mudéjar. La cual es el mayor indicio que justifica que anteriormente fuera la sinagoga de la judería utrerana” (Utrera al Día, 2018).

 

Sala interior de la sinagoga. Fuente: Univisión

 

Como explica el alcalde José María Villalobos de constatarse científicamente que estamos ante una auténtica sinagoga situaría a la localidad utrerana “de lleno entre las rutas sefardíes, uno de los segmentos turísticos que más está creciendo en los últimos años y en el que podremos jugar un papel muy importante ya que sería casi la sinagoga medieval más grande de España” (UTRERAWeb, 2018). Este redescubrimiento, que ya señaló Rodrigo Caro, pone en valor la callejuela del Niño Perdido como parte de la antigua judería utrerana. Con el decreto de 1492 por el que los Reyes Católicos expulsaron a los judíos quedaron sus barrios vacíos y fueron repoblados por los cristianos. Otro hallazgo a finales de 2021 en la misma callejuela es testigo mudo del repoblamiento cristiano de estos barrios. El enclave histórico estaba siendo objeto de un proceso de restauración, en consonancia con el que experimentaba la sinagoga allí. En el proceso salió a relucir tras el enfoscado de uno de los muros un crucifijo formado por antiguos azulejos. Se piensa que probablemente tendría una antigüedad algo posterior a la sinagoga ya que dentro del enfoscado y con los azulejos se encontraba una moneda de la época de Felipe IV, lo que dataría la cruz en el siglo XVI. Además la primera fase de la investigación en torno a este otro hallazgo ha determinado que es solería de techo y que los motivos son vegetales, con flor de lis y otras especies en el brazo largo, y animales en el corto, más concretamente grullas. Junto a las grullas se encuentra un epígrafe donde puede leerse vigilantius. El término latino alude a una alegoría. Según ella las bandas de grullas duermen juntas mientras una vigila sosteniendo una piedra con la pata; así al dormirse se caería la piedra y se despertarían.

 

Cruz descubierta y expuesta. Fuente: elaboración propia

 

La cruz hallada no es la única obra de arte de solería en la callejuela. Cruzando el pórtico de sillería medieval de la entrada, y antes de pasar el artesonado del techo bajo el puente, se encuentra un retablo cerámico colocado en la década de los 50 del anterior siglo y que sustituyó la existente hasta 1931. El motivo del retablo es el pasaje bíblico en el que Jesús se pierde y es encontrado por sus padres en el Templo. La elección del pasaje se debe al Hospital de la Misericordia comentado, donde se recogían a los niños expósitos, y que con el tiempo dio nombre a la callejuela. Además hay otro azulejo más en el que se hace referencia a la gran inundación que asoló el casco histórico de Utrera en 1895.

 

Retablo cerámico del Niño Perdido. Fuente: elaboración propia

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Retablo recién terminado. Fuente: D. José Chaves Romero de la Osa
Retablo, artesonado y nombre de la callejuela. Fuente: elaboración propia

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Azulejo conmemorativo de la inundación. Fuente: elaboración propia

 

Por si fuera poco, después de este corto pero intenso viaje por la callejuela que se remonta al medievo con la sinagoga, cruza la modernidad con la cruz y llega a la contemporaneidad con el retablo se puede aterrizar en la misma actualidad visitando allí el galardonado centro de restauración culinaria Besana Tapas. Pocos viajes dejarán mejor sabor de boca que este restaurante galardonado en 2018 en los Premios GURMÉ, que organiza ABC, y en 2016 en los premios El Caminante, organizados por El Mundo y su suplemento turístico, el más antiguo y prestigioso del periodismo andaluz.

 

Referencias digitales

 

Apasionado de la cultura en general y del patrimonio histórico en particular; además lector infatigable de A. Christie.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Información básica sobre protección de datos Ver más

  • Responsable Universidad Pablo de Olavide.
  • Finalidad  Moderar los comentarios. Responder las consultas.
  • Legitimación Su consentimiento.
  • Destinatarios  Universidad Pablo de Olavide.
  • Derechos Acceder, rectificar y suprimir los datos.
  • Información Adicional Puede consultar la información detallada en la Política de Privacidad.