PabloGalvezEn la entrada de hoy vamos a hablar del conjunto monumental de San Luis de los Franceses, que consta de la iglesia así como de un antiguo noviciado jesuita. Desde que en el siglo XIX sufrió un proceso de desamortización, esta construcción tan pintoresca e icónica es propiedad de la Diputación de Sevilla.
Es imperativo comentar, a grandes rasgos, la historia del lugar, y es que fue diseñado por el arquitecto Leonardo de Figueroa y recibiría este nombre por el rey francés primo de San Fernando, debido a que esta fue la familia donante de los terrenos; como se ha dicho anteriormente, con la desamortización y con la expulsión de los jesuitas en 1767 se conservaría el culto de la iglesia, aunque el noviciado ha tenido diferentes usos, como por ejemplo convento franciscano, asilo de sacerdotes y hospital.
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En su fachada, se aprecia un retablo extraordinariamente decorado, destacando la presencia de columnas salomónicas, mientras que en la parte alta de la puerta se vislumbra el escudo de España coronado por los tres arcángeles defensores de la iglesia; los evangelistas pueden verse, a su vez, en las dos torres octogonales decoradas con azulejos y ubicadas en cada extremo de la fachada.
El interior está fundamentalmente decorado por las pinturas de Lucas Valdés y Domingo Martínez y las esculturas de Pedro Duque Cornejo. La iglesia, barroca, presenta una planta de cruz griega sobre la que encontramos una espléndida y maravillosa cúpula, todo sustentado por 16 columnas salomónicas. Una de las zonas más bonitas es la capilla doméstica, situada prácticamente a escondidas detrás del templo principal; era una iglesia privada, con una sola nave, y con un retablo muy hermoso y repleto de frescos, pinturas, imágenes y reliquias.
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Hay numerosas visitas guiadas a este lugar y es altamente aconsejable visitarlo por su belleza y su historia; además, la calle San Luis y la Alameda, zonas cercanas a la iglesia, son sitios muy animados para luego salir a comer y tomar algo.
¡Eso es todo por hoy!
P.
