Sandra Pérez SerranoEl pasado mes de abril, La Casa de los Poetas y las Letras, equipamiento dependiente del ICAS, celebró unas jornadas dedicadas a un capítulo nebuloso de la historia de la literatura andaluza.
¿Habéis escuchado hablar alguna vez de los narraluces? Situémonos en la España de finales de los sesenta. Es en este panorama socio-cultural cuando va a aparecer una nueva generación de novelistas andaluces destacando por su calidad literaria. Parece surgir como una nueva versión del boom hispanoamericano, pues seguía la misma línea estilística, cuidando meticulosamente el lenguaje y reivindicando la prosa sensorial. En una tierra de tradición poética, llama la atención el nacimiento de un grupo que apostaba por la narrativa. Tierra, además, especialmente maltratada, razón por la que se apuesta por una literatura cuya motivación principal era desenmascarar la Andalucía del franquismo, criticando las injusticias.
Entre los autores de esta generación se encuentran Manuel Ferrand, Alfonso Grosso, Manuel Barrios, Luis Berenguer, Julio Manuel de la Rosa, José María Requena, Antonio Burgos, Fernando Quiñones, Ortiz de Lanzagorta, Vaz de Soto y Caballero Bonald, muchos de ellos ganadores de parte de los premios editoriales más prestigiosos del país: Planeta, Sésamo, Ateneo de Sevilla, Nadal, Alfaguara…
El acto se inauguró el 18 de abril a las 19.00h en la Torre de Don Fadrique (Sevilla) con una sesión bajo el título de «Buscando a los narraluces en librerías de viejo» y presidida por Fran G. Matute, Daniel Ruiz y Eva Díaz Pérez. El miércoles 19 se continuó con una reconstrucción generacional de estos autores, para la que se contó con Paco Robles, Antonio Rodríguez Almodóvar, José Jurado y Mercedes de Pablos como moderadora. Y, para poner fin a estas jornadas, el jueves 20 estuvieron debatiendo Salvador Gutiérrez Solís, Nieves Vázquez Recio y Felipe Benítez Reyes, reciente ganador del XIII Premio Iberoamericano de Poesía Hermanos Machado, sobre «El legado de los narraluces: de Alfonso Grosso a Caballero Bonald».
La cita fue enormemente enriquecedora pero, más de medio siglo después del surgimiento de esta generación, aún hay muchas preguntas sin respuesta, ¿por qué en la actualidad es casi imposible encontrar libros de estos escritores? ¿hablamos verdaderamente de un fenómeno literario andaluz o de una estrategia editorial para continuar con la fiebre de la literatura hispanoamericana?
