Andrea Martín GálvezLa comunidad educativa del CPD de Sevilla, expresa su descontento con la gestión de la reforma del edificio, sede de la institución de danza, en la que estudian al menos 700 alumnos.
El pasado mes de Enero la Gerencia de Urbanismo confirmaba el estado ruinoso de la sede del Conservatorio Profesional de danza de Sevilla, ubicado en la Avenida de la Palmera. Se trata del Pabellón de Argentina, creado para la Expo de 1929. Este edificio, que se creó para ocupar temporalmente la orilla del Guadalquivir ha sido testigo de una guerra civil y una pandemia. El riesgo de desprendimiento es casi inminente, ya que se encuentra en «ruina física» y se calcula que el coste de las intervenciones oscilará en los 22.500 euros.
A lo largo de los años se han desarrollado diversos trabajos de mejora, aunque la situación actual es sin duda el peor momento histórico para el emblemático pabellón. Los alumnos de la escuela hablan de caso omiso por parte del ayuntamiento, que ha aplazado las reformas sin nuevo aviso. Además, el centro no cuenta con personal administrativo ni conserje por las mañanas; el servicio de limpieza, muy limitado. Para más inri, las aulas no cuentan con sistema de insonorización, algo crucial en cualquier espacio dedicado a la danza, además de carecer de calefacción ni aire acondicionado. Las ventanas están en muy mal estado y muchas de ellas no pueden abrirse, lo que dificulta también la ventilación.
Ya en el año 2008 se propuso trasladar los conservatorios de danza y música a una nueva sede en el barrio de Nervión, aunque el proyecto sigue sin novedades. En el último mes, padres y madres de alumnos han salido a las calles de Sevilla para manifestarse en contra del estado de la sede que acoge a sus hijos durante al menos, 8 horas diarias.
