Laura Vinós Calero, pintora de 21 años de origen cordobés, nos abre un poco la cortinilla de lo que se cuece en el mundo del arte sevillano en la actualidad. Demostrando su amor por el mundo del arte en muchas de sus formas, no sólo la pictórica, ha conseguido empezar a hacerse su camino en el panorama pictórico sevillano. Ese camino comienza de alguna forma de manera académica, ya que se encuentra acabando la carrera de Bellas Artes en la Universidad de Sevilla, pero va mucho más allá de eso. Ha participado en numerosas exposiciones colectivas en los últimos años, como la exposición A Flote de 2019 en el Colegio de Arquitectos de Sevilla, o en Los viejos / nuevos pulsos de la pintura en Sevilla de PLAN RENOVE de 2018. Premiada en el XL Certamen Nacional de Arte Contemporáneo “Ciudad de Utrera” y becada en varias ocasiones en cursos formativos de arte, nos cuenta en El Patio Colorao hoy un poco de la vida, del arte y del diálogo entre ambos.

Contigo
Óleo sobre tabla
29,7 x 21 cm
2019

 

 

 

 

Estudiando la carrera de Bellas Artes en la Universidad de Sevilla, ¿qué echas en falta más en tu educación artística?  Lo que más he echado en falta es un interés por parte del profesorado por conocer la inclinación artística de cada alumno. También considero que en la universidad falta interés por lo que sucede de puertas para afuera de la facultad (exposiciones, galerías).

¿En qué momento supiste que querías ser artista y que de hecho, podías serlo?  En principio siempre me ha gustado el arte en general, dibujar, escribir… Siempre me he sentido muy atraída por la capacidad de creación. No sé si soy artista o no, eso nunca se sabe, es un camino. Lo que sí que me siento, y estoy feliz por ello, es pintora.

¿Cuál es el momento en el que te das cuenta de que lo que haces le llega a la gente?  En términos objetivos es donde puedo estar totalmente segura: ventas, de adquisiciones, de convocatorias en las que me han seleccionado… es decir, más bien de la aceptación social. A nivel subjetivo y personal nunca se sabe al cien por cien si se llega a la gente, es algo que no se puede medir. Yo espero que sí.

¿Cómo ves el mundillo del arte sevillano? ¿Cómo te sientes formando parte de él? Personalmente creo que Sevilla es una ciudad en la que se recibe muy bien la pintura, hay un entorno propicio a empaparse de una cultura pictórica, hay mucha gente ilusionada con ello. En este aspecto estoy feliz de poder participar en este escenario y moverme en él.

¿Crees que hay un futuro para la gente joven como tú en el mundo del arte?  Creo que sí hay un futuro, igual que lo hay para médicos, para dentistas y para todas las profesiones.

¿Se puede vivir del arte hoy día? ¿En una ciudad como Sevilla, o tiene que ser más bien ciudades como Madrid, Barcelona, etc?  Se puede empezar a vivir de ello en Sevilla, porque tiene un entorno muy enriquecedor. Pero lo que es vivir totalmente de ello, quizá sea mejor Madrid o Barcelona, porque son ciudades más prácticas en este sentido, con más oportunidades laborales para que uno pueda permitirse vivir totalmente de ello y pagar tu piso, tu vida y todo, con lo que se gane del arte.

 

El principio del Oso Blanco
Óleo sobre tabla
29,7 x 21 cm
2019

 

 

 

 

 

 

¿Qué consejo le darías a alguien que quiere ser artista? Lo primero y esencial es que trabajar muchísimo, estar al loro de lo que sucede, y no sólo en tu país, también fuera de él. Visitar museos, galerías actuales, locales y de fuera, empaparte de arte. No sólo los museos por antonomasia, como el museo Van Gogh de Ámsterdam. Es igual de importante visitar las pequeñas galerías y exposiciones de tu alrededor, de tu propia ciudad. Ser muy constante. Más que una meta, ser artista es un camino, una carrera de fondo. Esta profesión funciona igual que lo es el ser médico o mecánico, es un camino largo en el que hay que trabajar y aprender mucho, que requiere tiempo y esfuerzo.

¿Dónde encuentras la inspiración para pintar normalmente, en viajar, en sentimientos, reflexiones…? ¿Influencia mucho cambiar de entorno por un tiempo y vivir en otro país? ¿Por qué?  Personalmente, a mí los cambios me favorecen mucho, me benefician. Me viene muy bien cambiar de ciudad, empaparme de la experiencia allí, y esto siempre enriquece mi pintura de alguna manera. Portugal (estuve viviendo unos meses de Erasmus en Portugal)  me inspiró muchísimo. Todos los campos artísticos me inspiran, pero a parte de la pintura y de otros artistas, en especial me llega el teatro, la literatura y el cine.

Como mujer joven y artista, ¿crees que hay un trato diferente por tu género en el mundo del arte?   A pesar de que el papel de la mujer en muchos sentidos se ve mermado con respecto al del hombre, por mi parte, en mi experiencia nunca me he sentido inferior o me han hecho sentir así en mi camino en la pintura. Esto que digo me parece algo muy destacable, porque desde luego en el pasado esto no pasaba así, y se han silenciado a las mujeres en el ámbito artístico. En el Prado hay seis o siete mujeres expuestas ahora mismo, en todo el museo, y eso es así, por poner un ejemplo muy sencillo. Igualmente creo que la propia pintora, la propia artista, debe sentir que su género y la condición que ha tenido éste en el pasado, no deben influir en ella misma. Esta profesión trata de la calidad y la genialidad de la creación, y no debe tratar de nada más. La condición que se ha tenido en el pasado de mujeres artistas no debe mermar la confianza de una mujer artista de hoy.

La familia, la propiedad privada y el amor
Óleo sobre lienzo
120 x 80 cm
2020

 

 

 

 

 

 

 

Para cerrar esta entrevista, quiero robarle a Laura unas palabras más, esta vez extraídas de su porfolio artístico: «El ser humano es, respecto de la historia, tanto actor como receptor, – se crea como tal a raíz de su propia biografía y cual personaje, es fruto de historias que le acontecieron y al mismo tiempo, resultante de la síntesis de historias vinculadas y paralelas a su propio devenir» . 

Y hoy, quiero romper una lanza por el arte, que tantas veces nos ha salvado, de tantas maneras. Porque en lo destacable de nuestra especie está, sin duda, la capacidad de convertir  lo que nos rodea, incluso una situación difícil como la que vivimos ahora, en cualquier forma de expresión artística. Siempre nos quedará eso. Siempre quedará el arte.

 

 

Estudiante de último año del grado universitario de Humanidades en la Pablo de Olavide. Arte, literatura, ecologismo, crítica, sociología y mucho feminismo es lo que espero reflejar en todo lo que escriba.

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