El sector de la cultura se ha convertido en uno de los sectores más afectados por la crisis de coronavirus tras las declaraciones del ministro de cultura, José Manuel Rodríguez Uribe. En una comparecencia pública del pasado martes parafraseó a Orson Welles afirmando que «primero la vida y después el cine». El ministro no ofreció ninguna solución a la grave crisis en la que se encuentra el sector cultural en estos duros momentos.

Las palabras de Rodríguez Uribe recibieron numerosas respuestas por parte de asociaciones y centros culturales, actores y artistas. Tanto es así que las asociaciones han comenzado a firmar comunicados para exigir medidas inmediatas, llamando incluso a un apagón cultural de 48 horas. A esta propuesta se han sumado sindicatos de actores y músicos, el Teatro del Barrio y el Teatro Kamikaze de Madrid, el Ateneu de 9 Barris, que descuelga de la red su circo, los teatros Gaudí, Maldà, Antic y Flyhard, la compañía La Calòrica. la Sala Trono de Tarragona, Microteatro en Casa, las Productoras Independientes Audioviduales Federadas y la Asociación de la Industria del Cortometraje.

La indignación ha sido aún mayor al publicarse las ayudas que el sector del deporte sí recibirá. Las federaciones deportivas contarán con un apoyo económico de 50 millones de euros, dejando al otro sector de este ministerio sin recurso alguno. En el lado opuesto se encuentra Alemania, donde han posicionado la cultura como un bien de primera necesidad, por lo que recibirá liquidez ilimitada. Las asociaciones culturales españolas han tomado este ejemplo para reivindicar el papel tan fundamental que está ejerciendo la cultura en estos duros días de cuarentena. Numerosos artistas han demostrado una inmensa solidaridad para con la población española, compartiendo infinitas obras en las redes sociales y plataformas online de manera gratuita y voluntaria.

No obstante, las afirmaciones del ministro Rodríguez Uribe no se pasaron por alto y los defensores de la cultura han ido más allá. El miércoles la Academia Catalana de la Música, que agrupa a cuarenta asociaciones y centros culturales, pidió la dimisión del ministro. Por lo pronto, las asociaciones de trabajadores y las compañías artísticas, así como salas pequeñas, han alzado su voz y reivindican una solución rápida bajo el hashtag #ApagónCultural, una pausa de la cultura que dura este viernes y sábado. El fin es conseguir que se tomen medidas urgentes para rescatar a un sector que siempre se ha visto con grandes dificultades y poco apoyo económico.

(Información e imagen de portada recogidas del periódico La Vanguardia)

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