Basado fundamentalmente en la eficiencia administrativa y en la mejora de la gestión de la demanda tecnológica.
La eficiencia, entendida como la optimización de los resultados obtenidos empleando los recursos disponibles —humanos y materiales—, es un aspecto crítico para cualquier entidad. En el contexto de la UPO, tienen especial relevancia dos grandes bloques que definen las dos líneas de actuación concentradas en este eje: el impulso de la eficiencia administrativa y la mejora de la gestión de la demanda de tecnología. Estas dos grandes líneas se diversifican en seis acciones: