La transformación digital ha experimentado un enorme auge en los últimos años, estando prácticamente omnipresente entre las líneas estratégicas más importantes de organizaciones públicas y privadas, con independencia de su entidad o tamaño. Así, desde las pequeñas empresas hasta las grandes multinacionales, desde las administraciones públicas locales hasta las estatales, pasando por supuesto por las universidades, han convertido la digitalización en una de sus prioridades a corto y medio plazo. La Universidad Pablo de Olavide no es una excepción, y apuesta decididamente por su transformación digital, convirtiéndola no sólo en un objetivo estratégico prioritario —representa el Objetivo 3 del Plan Estratégico de la UPO 2022-2024 en su totalidad—, sino involucrándola en otros objetivos estratégicos fundamentales, como son el impulso de la eficiencia administrativa, la sostenibilidad, la internacionalización, la empleabilidad o la igualdad, entre otros.

La transformación digital se suele identificar, e incluso a veces confundir, con el proceso de digitalización. Sin embargo, el término transformación digital engloba un significado mucho más amplio que, además de a la digitalización, incluye otros factores más relacionados con el cambio del modelo productivo de la sociedad y las nuevas formas de relación entre las personas. La inclusión de la tecnología digital en la vida diaria ha cambiado por completo nuestra forma de trabajar, de aprender, de comunicarnos y de relacionarnos. En definitiva, de vivir. Sin embargo, mientras que la incorporación de la tecnología ha seguido un ritmo vertiginoso, acelerado además en los últimos tiempos por la pandemia de la COVID-19, el cambio de mentalidad y la madurez digital no han evolucionado a la misma velocidad. Que las entidades y las personas alcancen dicho nivel de madurez para hacer un uso eficaz y eficiente de la tecnología es tanto o más importante que la capacidad de incorporar y mantener dicha tecnología. De ahí que se hable de un proceso de transformación que requiere de la aportación de una gran cantidad de recursos y de la gestión eficiente y sostenible de los mismos, así como de un esfuerzo importante por parte de las personas que deberán implementar y asimilar esos cambios imprescindibles para
sacar partido a la digitalización.

Raúl Giráldez, Vicerrector de Transformación Digital de la Universidad Pablo de Olavide, de Sevilla

El Plan de Transformación Digital de la Universidad Pablo de Olavide tiene como objetivo planificar esta evolución digital en todos los niveles. Partiendo del análisis profundo de la situación actual —el punto de partida— y estableciendo la visión de la UPO —a dónde queremos llegar—, este plan identifica los ejes estratégicos sobre los que trabajar, las líneas de actuación y objetivos a alcanzar en cada eje, así como las acciones a realizar para la consecución de dichos objetivos, incluyendo la planificación y gestión de recursos para llevarlas a cabo. En concreto, este plan se desarrolla sobre cinco ejes estratégicos fundamentales: Avance e innovación tecnológica, Competencias digitales y cultura digital, Eficiencia y optimización de recursos, Sostenibilidad y responsabilidad social, y Seguridad y protección de datos.

Cada uno de estos ejes engloban un conjunto de líneas de actuación sobre las que se ejecutarán las acciones concretas u objetivos operativos. Inicialmente, el plan establece un total de 34 acciones a ejecutar entre 2022 y 2024. Sin embargo, debido al contexto cambiante y acelerado actual, el plan debe tener un carácter dinámico que permita su adaptación a las circunstancias, tanto positivas (oportunidades) como negativas (amenazas), que puedan acontecer durante su desarrollo. Esta flexibilidad la proporciona la metodología ágil que se aplicará para el despliegue del plan y el desarrollo de las diferentes acciones.

Finalmente, cabe destacar el papel fundamental del Centro de Informática y Comunicaciones (CIC) en este plan, no sólo como responsable de las infraestructuras y servicios tecnológicos, sino como motor de la transformación. En este sentido, también se desarrollará un plan de transformación específico para CIC, que adapte el servicio a la nueva realidad que se pretende alcanzar con este plan de transformación digital.