Caracteristicas del diccionario

Características del diccionario

Universidad Pablo de Olavide de Sevilla

El proceso de adquisición de la competencia léxica no concluye en el momento en el que el aprendiente ha incorporado a su dominio un número determinado de vocablos (como podrían hacer creer las estadísticas de frecuencia léxica), ya que dicha competencia comprende también diversos tipos de secuencias de palabras fijadas por la tradición del uso colectivo. Entre estas ocupan una posición destacada las expresiones idiomáticas, que podríamos definir, simplificando a los efectos prácticos que aquí nos interesan, como unidades léxicas pluriverbales características de una lengua, consagradas por el uso y a veces con rasgos morfosintácticos que se apartan de las reglas gramaticales de la lengua común actual, y que poseen un significado global, de base a menudo metafórica, cuyo origen ha de buscarse en el contexto cultural de la lengua. Dado que este significado global no equivale a la suma de los significados literales de las palabras que integran la expresión idiomática, al aprendiente de la L2 no le basta con conocer cada una de las palabras que la componen: si bien tal conocimiento, unido a la existencia de expresiones paralelas en la L1, puede ayudar a interpretar acertadamente no pocas de estas secuencias, su incorporación al dominio activo plantea con frecuencia dificultades muy superiores a las del aprendizaje de las unidades léxicas monoverbales. Es incuestionable, sin embargo, que las expresiones idiomáticas constituyen una parte esencial del dominio léxico —al que confieren buena parte de su riqueza— de cualquier aprendiente que aspira a alcanzar un nivel elevado de competencia comunicativa.

El diccionario puede desempeñar un papel decisivo en la adquisición de este sector del léxico, a condición, no obstante, de que constituya un verdadero diccionario de aprendizaje; para ello:

  • debe estar concebido específicamente para el aprendiz extranjero (y no simultáneamente para el profesor, ni para otro tipo de aprendientes, como por ejemplo los escolares nativos, pues la multifuncionalidad casi siempre resulta perjudicial para los usuarios con necesidades específicas derivadas de un perfil concreto);
  • debe permitir el acceso al dato buscado de forma inmediata y cómoda;
  • la información contenida en la microestructura debe ser fácilmente comprensible para unos usuarios caracterizados por su competencia limitada: estos usuarios no deben verse necesitados de leer una misma definición varias veces para entenderla, de acudir a otros artículos de la obra con el fin de aclarar o completar la información obtenida, o incluso de consultar otras fuentes de información distintas;
  • debe ofrecer información no solo semántica, sino también gramatical y referente al uso;
  • además de servir de obra de consulta (en el proceso de descodificación), el diccionario ha de constituir un instrumento que guíe eficazmente el aprendizaje;
  • no ha de contener un máximo de elementos, sino, al contrario, ofrecer una selección de los de utilidad real para los usuarios y orientar sobre cuáles son las unidades que es conveniente incorporar al dominio activo.
Para el establecimiento de la macroestructura se recopilan las expresiones idiomáticas más usadas en la lengua actual, principalmente de la variedad peninsular aunque sin desatender las más importantes peculiaridades del español americano, que se identifican como tales con un máximo de claridad. No se aspira, pues, como hacen otros autores, a una recopilación lo más completa posible, pues no se considera útil (más bien al contrario) incluir expresiones demasiado poco frecuentes (del tipo de en toda tierra de garbanzos, con cajas destempladas, a tresbolillo, no importar un ardite, al desgaire, etc.) o demasiado restringidas diatópica o distráticamente. Las que, en cambio, se estima debe incorporar a su dominio activo el usuario se marcan gráficamente de modo nítido, dando así una orientación para el proceso de aprendizaje.

 La decisión de centrar la recopilación del material léxico en el español peninsular se justifica por el objetivo principalmente didáctico de la obra (no se trata solo de una obra de consulta, sino también, y sobre todo, de un instrumento para el aprendizaje): dado que la diferenciación de las variedades diatópicas constituye un gran problema para el hablante no nativo, es aconsejable ofrecerle durante el aprendizaje un único modelo prestigioso, pues confrontarlo con léxico marcado dialectalmente de diversa procedencia puede fácilmente provocar una mezcla indiscriminada en la interlengua del aprendiente.

 En la microestructura  se describen con un máximo de sencillez y claridad el significado, el ámbito de uso y las connotaciones de cada expresión. Para el primero de estos aspectos, el semántico, se ofrecen, siguiendo el modelo del citado Cambridge International Dictionary of Idioms, definiciones formuladas sin dogmatismo formal que contienen información —siempre que resulte de interés (por ejemplo, para informar sobre el tipo de sujeto o de complemento con que se combina una unidad con función verbal, o sobre el tipo de sustantivo al que se aplica a un elemento con función adjetiva)— también acerca del entorno:
 
ser el brazo derecho de alguien
Se dice que alguien es el brazo derecho de otra persona cuando goza de su total confianza y puede hacer cosas importantes en su lugar.
 
Para garantizar una fácil comprensión del enunciado definicional se emplea, siempre que sea posible, un vocabulario básico que no sobrepasa los límites del conjunto de definidores constituido para la redacción del Diccionario para la enseñanza de la lengua española (Universidad de Alcalá de Henares / Biblograf, 1997; puede consultarse la lista en las pp. 1239-1248). Cuando una expresión idiomática se basa en una palabra que no se halla incluida en la lista de definidores o que presenta acepciones adicionales al significado básico, resulta ineludible explicar su significado; así, para hacer comprender cabalmente las unidades aflojar las riendas, llevar las riendas, tomar las riendas, a rienda suelta, dar rienda suelta, se define el sustantivo rienda (que no forma parte de la lista de definidores), y ello no solo en su significado literal, sino también en el valor metafórico que está en el origen de las expresiones:
 
Las riendas son unas correas, fijadas en la boca de un caballo, que sirven para dirigirlo. En las siguientes expresiones, la palabra rienda expresa el control, la dirección o el gobierno sobre algo.
 
No pocas veces las expresiones idiomáticas se adquieren con mayor facilidad si el aprendiente es consciente de ciertas connotaciones culturales que poseen las palabras que las integran; así, para explicar el significado de una locución como ser una hormiguita se aclara, en una sección agregada a la definición, aunque diferenciada gráficamente, que en español se atribuye a la hormiga virtudes como el carácter trabajador y ahorrativo; o para hacer más comprensible la expresión espada de Damocles se hace una referencia al personaje mitológico en que se inspira. Ocasionalmente —siempre que ello se considere útil para una mejor comprensión de la expresión y su integración en la competencia léxica— se ofrecen explicaciones acerca del origen histórico de una expresión:
 
Armarse la de San Quintín. [Origen: La expresión hace referencia a una batalla en la que murieron miles de soldados franceses y españoles cerca de la localidad francesa de St. Quintin en el año 1557].
 
Gran importancia se concede a la delimitación clara del uso, aspecto particularmente problemático en el aprendizaje de un idioma extranjero. Por ello, se identifica mediante marcas la difusión geográfica (buscar la quinta pata al gato Arg., frente al más general buscar tres pies al gato) y social de las expresiones que son propias de una variedad dialectal o un sociolecto, y se advierte de la limitación de no pocas a determinados registros (caer / tocar en suerte se marca como “formal”, frente a comerse el coco, por un tubo, caracterizados como “informal”; etc.). En otros casos, se señala el carácter anticuado del elemento en cuestión, o el tabú social al que está sometido (mediante la marca “vulgar”). Así mismo, se considera crucial la caracterización pragmática de no pocas de estas expresiones: por ejemplo, se señala si un elemento se usa predominantemente de forma irónica, o se describen las emociones y actitudes que suelen dominar al hablante cuando lo usa. Puede ilustrarnos todo esto un elemento como ¡Que te den [por culo]!, que, además de marcarse como vulgar y así advertirse con claridad de las implicaciones sociales que conlleva su uso, es caracterizado desde el punto de vista de la interacción entre los hablantes (se utiliza como respuesta y para dar por terminado un diálogo) y desde el de la actitud del emisor (manifestación de una enérgica e indignada oposición a lo afirmado por el interlocutor). Por otra parte, al tratarse de un diccionario de aprendizaje, es importante ofrecer en determinados casos explicaciones de índole gramatical; así, por señalar un ejemplo, se destaca la presencia del verbo estar en la expresión no estar muy católico, frente a ser en el uso literal del adj. (ser católico).
 
Los ejemplos de uso constituyen la última parte importante de la microestructura. Dado que el diccionario está consagrado monográficamente a la recopilación y descripción de las expresiones idiomáticas, estas se ilustran no solo con los breves ejemplos que les puede dedicar una obra que pretende abarcar el léxico en general (como un learner’s dictionary habitual), sino mediante enunciados, generalmente más de uno por expresión, que aportan información adicional muy valiosa sobre el uso en la lengua real. Para lograr una máxima proximidad a esta se parte en la elaboración de los ejemplos principalmente del Corpus de Referencia del Español Actual (CREA), de la Real Academia (y, ocasionalmente de otros, como el Corpus del Español de la Universidad de Brigham Young); los pasajes textuales suministrados por los corpus, si bien aportan la base del material, a menudo han de adaptarse a las necesidades del usuario del diccionario (estudiantes de español como L2), pues una reproducción literal implicaría a menudo el uso, por una parte, de un léxico que sobrepasaría los límites de la lista de definidores arriba mencionada, y, por otra parte, de construcciones sintácticas innecesariamente complejas, además de contener información que solo se comprendería en un contexto más amplio. Por ejemplo, el enunciado “Los vendedores ambulantes «clandestinos» luchan a brazo partido por la supervivencia.” que ofrece el CREA se adapta a las necesidades del diccionario como "Los obreros que habían perdido su trabajo lucharon a brazo partido por la supervivencia."

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