Fig. 6. Nadia Granados. Chupada antiimperialista (Vídeo)

 

 

El Cuerpo como símbolo de emancipación política:

dos casos relevantes en el arte

contemporáneo colombiano

María Evelia Marmolejo y Nadia Granados.

 

 

Sandra Patricia Bautista Santos

Universidad de Pamplona, Colombia

 

 

 


Resumen

En este artículo se plantea un análisis en cuanto a   la repercusión del cuerpo como territorio de acción política y al performance como medio de reacción frente a la injusticia e impunidad sobre algunos acontecimientos suscitados en Colombia ligados a  la violación de los derechos humanos, tales como: desapariciones forzadas, masacres, desplazamientos, violencia sexual y explotación ecológica, en el marco temporal de 1980 hasta la fecha, a partir de las obras de María Evelia Marmolejo y Nadia Granados. A lo largo de este texto se establece una reflexión acerca de la manera en que estas artistas asumen su cuerpo como un elemento discursivo de alto impacto, capaz de cuestionar y confrontar aspectos relevantes de la realidad sociopolítica del país.

Palabras claves: arte contemporáneo colombiano, Cuerpo femenino, performance, empoderamiento político, reacción poética frente a la impunidad.

 

Abstract

This article proposes an analysis regarding the repercussion of the body as a territory of political action and  performance as a means of reacting to injustice and impunity about some events in Colombia linked to the violation of human rights, such as: forced disappearances, massacres, displacements, sexual violence and ecological exploitation, In the time frame of 1980 to date, from the works of María Evelia Marmolejo and Nadia Granados. Throughout this text a reflection is established about the way in which these artists assume their body as a discursive element of high impact, capable    of questioning and confronting relevant aspects of the sociopolitical reality of the country.

Keywords: Contemporary Colombian art, feminine body, performance, political empowerment, poetic reaction against impunity.

 

 

atrio 22 | 2016            ISSN: 0214-8293 | pp. 204-217


 

 


 

 

Introducción: El cuerpo femenino y el discurso político

Como punto de partida, es importante destacar que dada la convulsa situación de violencia en Colombia,  ha sido constante la reacción de los artistas respecto a sus causas y consecuencias. Un referente fundamental en relación a la trasmisión de un posicionamiento político a través del arte en este contexto sería la antioqueña Débora Arango, quien ha sido reconocida como una de las primeras en el siglo XX en encarnar por medio de desgarradoras imágenes, la crudeza de la situación del país producto de altos niveles de violencia y desigualdad social. En muchas de sus obras, la representación corporal femenina va simbolizar la imagen del pueblo colombiano abatido y afectado por estos sucesos, obras como Madonna del Silencio, Maternidad en la violencia y Justicia son señal clara de ello.

 

Como marco introductorio le doy prioridad al enfoque crítico y transgresor de sus planteamientos para destacar que los casos que abordare en este artículo, permiten dar continuidad respecto a la presencia  de este tipo de intensiones subversivas y emancipadas en las obras de María Evelia Marmolejo y Nadia Granados en las que el cuerpo es nuevamente asumido como un símbolo de posicionamiento político que busca subvertir su papel como accionante pasivo, para que sus actos y las imágenes que provoca sean emitidas como una reacción frente a la realidad socio-política en la que está inmerso.

 

Maria Evelia Marmolejo: el cuerpo como territorio político para rebasar la opresión.

Cecilia Fajardo Hill ha planteado que la artista María Evelia Marmolejo en sus performances nos presenta un “cuerpo político” abordando incisivamente temas como “la opresión política en Colombia durante los setenta  y ochenta, las condiciones socioeconómicas en Colombia y Latinoamérica, problemas del medio ambiente, y la situación y el rol de la mujer, incluidos aspectos relacionados con la representación, las funciones y los significados simbólicos del cuerpo de la mujer”1.

 

Para comenzar haré mención a la obra Anónimo 1: Homenaje a los desaparecidos y torturados dentro de los hechos violentos (Fig. 1) que realizó en la Plazoleta del Centro Administrativo en Bogotá, en el año 1981. Según registró Sebastián Vidal Valenzuela en el artículo “La sangre de Antígona: tres casos de arte, violencia y género en Latinoamérica” esta nació en respuesta a los “diversos actos de tortura y represión” sucedidos durante el gobierno de Julio Cesar Turbay Ayala “al fragor del aparente progreso macroeconómico que vivía el país” teniendo en cuenta que es en esta fecha cuando se dio inicio a “una escalada de violencia entre las guerrillas, lideradas principalmente por las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), el ELN (Ejército Liberador Nacional), el movimiento M19.”2

 

En esta ocasión se presentó en el exterior de este recinto administrativo con el cuerpo cubierto con una túnica impecablemente blanca, su cabeza con un gorro de goma, su rostro y sus pies vendados. Después de sentarse sobre un gran lienzo de “70 metros de largo” que había extendido previamente en el espacio, empezó “a quitarse las vendas” y a “cortarse la punta de sus dedos” y finalmente emprendió una larga caminata sobre la extensa superficie “dejando huellas de sangre”, como testimonio de su transitar “ante la mirada atónita de los espectadores”. Con respecto a las motivaciones personales que tuvo la artista para realizar esta obra, comenta Vidal que la misma Marmolejo le afirmó que las consecuencias de la violencia política le habían tocado directamente: “muchos familiares y amigos había aparecido en fosas comunes” sin ninguna explicación, ni responsable, incluso sostuvo “por ese entonces que ella corría el riesgo de ser detenida” y aunque sabía que “Exponer una obra política en un espacio administrado por el gobierno implicaba un gran riesgo”, debía hacerlo. Para ella era necesario mostrar su rechazo ante esta situación, desde su acción plástica donde se convertía en la principal protagonista de una “penitencia automutilativa3.

 

Fig. 1. María Evelia Marmolejo. Anónimo 1, 1981.

 

A través de esta obra, vemos como Marmolejo decide vincular la poética artística, el ritual y su sangre para sanar las heridas de las víctimas. Además señala Vidal que: “La huella del corte se reproduce aquí como un testimonio metonímico, emulando con su propia sangre la derramada por la persecución y la tortura”4. Intentando constituir en el espectador un despertar de su conciencia social y un llamado a la movilización contra la violencia.

 

Por otro lado es significativo destacar, que la artista ha señalado que su obra también tiene implícitos cuestionamientos de género, por ejemplo en la obra Anónimo 1 se denota “la impotencia frente al estado político patriarcal, respuesta del miedo” en un país cuya violencia ha sido “liderada por hombres” y la mujer ha estado destinada a permanecer “en estado de letargo”5.

 

Ahora bien para finalizar la alusión a esta obra, es importante  señalar que se puede ver en ella, con frecuencia elementos discursivos como: 1) un cuerpo afectado por las características de su contexto, cuyas acciones no solo expresan los efectos de la violencia, sino su posición crítica ante estos; 2) materias orgánicas como la sangre en este caso símbolo del impacto interno que ocasionan estas circunstancias, impacto que no se reprime, ni se calla, si no que se exterioriza y se expone en la escena pública. A continuación haré mención de otras de sus obras que manejan esta dinámica.

 

Anónimo 4 (Fig. 2). Performance realizado en el año 1982 cerca del río Cauca (segunda arteria hídrica de importancia en el país), en la que buscaba establecer una alegoría acerca de la cruda sensación de impotencia y paranoia de nacer en un país donde se está en riesgo constante, donde la violencia está legalizada y reglada desde las mismas medidas opresoras del gobierno de turno.

 

Fig. 2. María Evelia Marmolejo. Anónimo 4, 1982.

 

En esta oportunidad utilizó un material poco convencional, pero de alto valor simbólico como: las placentas humanas, Según expone Cecilia Fajardo Hill, la artista “escarbó un triángulo de 1,50 metros” similar a su altura y lo lleno con estas placentas que obtuvo el mismo día de nacimientos recientes en hospitales de la ciudad de Cali, posteriormente creo “tres triángulos más pequeños contiguos que fueron llenados con agua de drenaje. La artista amarró placentas a su cuerpo con pedazos de plástico y se paró sobre las placentas del triángulo grande, donde reflexionó” y revivió la experiencia de permanecer en un lugar desapacible, cuyo fétido olor “de las placentas pudriéndose” junto “con sus meditaciones, produjo una reacción de vómito y llanto en ella”6. Demostrando dramáticamente como a pesar de intentar negar la existencia de circunstancias violentas, es imposible escapar de su repercusión en la percepción de la realidad y la relación con el entorno en que se vive.

 

En este orden de ideas destacó una de sus obras más recientes Primero de mayo de 1982, realizada en el año 2013 Esta propuesta nace frente a la impotencia hacia la naturalización de los actos violentos que ocurren en la sociedad, ahora en su situación como inmigrante en los estados unidos es consciente que “mueren muchas personas por armas permitidas, excusas para disparar”. La artista propone una alegoría de la violencia del pasado y el presente. Simboliza a América con tripas de cerdo, sobre las cuales salta a la vez que expiden un olor inquietante, denotando metafóricamente “una realidad que se ve bien pero apesta”7.

 

Para continuar, resulta relevante citar algunos de sus planteamientos enfocados también en el problema del impacto medio ambiental, por ejemplo Anónimo 3 realizado en 1982, también a orillas del río Cauca. Según la artista consistió en un ritual hacia la madre tierra donde por medio de la acción buscaba establecer “un acto de perdón” por “la contaminación y destrucción de la flora y fauna” Según Fajardo Hill:

 

“El performance, que duró 15 minutos, consistió en un ritual de sanación en el cual cubrió su cuerpo con esparadrapo y con gasas que cubrían su rostro. Marmolejo dibujó una espiral con cal y en el centro colocó un excusado en el cual realizó un lavado vaginal, dejando que sus fluidos cayeran a la tierra para fertilizar lo que había sido contaminado, y pedazos del esparadrapo y la gasa fueron colocados sobre la tierra”.8

 

De forma similar en trabajos como Anónimo 5 ejecutado en dos ocasiones (1982 y 2014), de nuevo envuelta en gasa intenta “regresar al vientre de la madre tierra”9 durante 30 minutos, decide conectarse mediante sondas dispuestas en nariz, faringe y ano con una espiral dispuesta en la tierra.

 

Por su parte en otras acciones como Residuos 1 (1983) y 2 (1984) y Extractivismo (2015) reacciona frente a los efectos ocasionados por la explotación de recursos naturales (carbón y petróleo), En las dos primeras “creó instalaciones de objetos, contenedores y bolsas llenas de materia orgánica como orina, tripas de animal, sangre, etcétera”10. Haciendo alusión a través del uso de estos objetos no solo de la contaminación del medio ambiente sino de la sociedad colombiana, donde la defensa de la propia vida (representada en el medio ambiente) se pone por debajo de intereses económicos. Intereses que producen indolencia e inconciencia y que la artista contrarresta duramente en Residuos 2 incluyendo dentro de los desechos un feto humano que “representaba a un ‘niño de desecho’”11, en relación a “la mortandad de niños menores de cinco años”, anunciando el precoz fin al que llevan este tipo de conductas.

 

Igualmente en Extractivismo (Fig. 3) decide someter su cuerpo desnudo al ataque de sanguijuelas que representan la presencia de grandes compañías multinacionales que bajo prácticas legales o no como el fracking ponen riesgo la supervivencia del entorno natural y sus habitantes pues este tipo de procesos desprenden toxicidad.  En esta ocasión el cuerpo de Marmolejo  se convierte en una alegoría del territorio colombiano, cuya sangre fluido vital es succionado inescrupulosamente por sus nuevos ocupantes. Como un acto de protesta al impacto que ocasionan sus prácticas. Según la artista, este conjunto de obras obedecen a la siguiente reflexión “Si yo soy parte de la naturaleza, la naturaleza soy yo. La tierra está en convalecencia”12 sobre lo que es necesario actuar. Por este motive como producto de su desesperación en obras como Anónimo 4 y Anónimo 5 busca conectar con la naturaleza valiéndose de un ritual de sanación y en Residuos 1 y Residuos 2 denunciar los hechos, para generar conciencia.

 

Fig. 3. María Evelia Marmolejo. Extractivismo.

 

Nadia Granados: Detonando discursos críticos.

Ahora voy a hacer alusión a “La fulminante” un personaje creado por la artista Nadia Granados que combina la apariencia de un ícono sexual, mujer devoradora de hombres con un discurso fuertemente político. En cada uno de los videos y performances que presenta en el espacio público, expositivo y especialmente en la red a través de su página www.lafulminante.com, actúa como transmisora de un discurso crítico de talante activista , donde aborda temas de orden social como: la legalización del aborto, la violencia de género, la marginación social, el desplazamiento de clases campesinas e indígenas, el conflicto armado, la corrupción política, la explotación agraria generada por los intereses económicos de multinacionales extranjeras en el país, entre otros temas. De manera similar a Marmolejo cuestiona los errores y abusos del manejo del poder en una sociedad gobernada especialmente por hombres.

 

El enfoque de cada uno de estos temas adquiere un carácter irónico y subversivo porque son expuestos en un formato pornográfico y por un ícono sexual femenino que se proclama representante de las clases excluidas en la opinión pública del país. Según Ricardo Arcos Palma en sus acciones: “La situación política del país se mezcla promiscuamente con un suerte de show donde erotismo y pornografía se combinan, generando imágenes y situaciones de denuncia pública”13.

 

Como por ejemplo en su video No basta un pedazo de tierra (Fig. 4), que ha circulado por internet. En el que “La fulminante” establece una crítica sobre el drama de los desplazados por la violencia. Es importante destacar que en su discurso audiovisual, no sólo es significativo tener en cuenta el mensaje que emite, sino también por el idioma en que lo hace (creado por la propia artista) y la acción que produce paralelamente. En esta ocasión, mientras transmite este mensaje en su propia lengua subtitulada al español, “La Fulminante” va interactuando con un montón de tierra, que está dispuesta previamente en un escenario neutro, unta la tierra en su piel, la come, la escupe hasta que llena su boca del tal forma que no puede emitir palabra. Esta acción según la artista es una metáfora de lo que experimenta el desplazado que es vulnerado y silenciado por las clases dominantes.

 

Fig. 4. Nadia Granados. No basta un pedazo de tierra.

 

Antes de continuar haciendo alusión a sus acciones, formulo las siguientes interrogantes, a fin de comprender mejor la intención de Granados en la creación de este personaje ¿Cómo nació “La fulminante”? ¿Cuáles son sus objetivos? ¿Cómo los lleva cabo? ¿Qué herramientas utiliza? ¿Qué trasgrede? ¿Qué causa su existencia? Según la propia Granados “La fulminante” “es un personaje nacido de la desesperación” que le produce su inconformidad por el sistema del que forma parte. Respecto de cual se refirió así, en una entrevista concedida para la Revista Confidencial Colombia:

 

“Yo creo que es el sistema en el que vivimos. Un sistema que destruye todo y que todo lo convierte en mercancía. Ese es el blanco que pretendo atacar. Es un sistema que adormece y enajena a una gran multitud por medio de un discurso vendido a través del video. Por eso trabajo en video que es una herramienta de enajenación hecha para estupidizar a las personas y para manejarlas.”14

 

De igual manera, señaló que por este motivo “La Fulminante” es “un personaje con la virtud de detonar, de hacer reventar” los esquemas tradicionales del discurso político “por medio de la sensualidad, la palabra y la risa”, con el objetivo de “despertar a unas cuantas conciencias”15.

 

Fig. 5. Nadia Granados. Amores que matan.

 

Por su parte el crítico y curador Santiago Rueda, en la introducción de la entrevista que le hizo a la artista en el programa Óptica arte actual, ha señalado que:

 

“‘La Fulminante’ es un canal de comunicación alternativo que utiliza el cuerpo y se sumerge en el inconsciente para desenclavar de allí por medio de la oralidad, la repetición, el delirio y el grito las claves que permitan una verdadera descolonización, una revolución del ser. El lenguaje de ‘La Fulminante’ es informe, voraz, desbordado, lleno de gestos y ritmado, materializa los signos más representativos de la sociedad colombiana: Un mundo petrificado, jerárquico, dominado por las masacres, el militarismo, la demagogia política, la ideología del desarrollismo, la violencia y la prostitución de la alta burguesía.”16

 

En la confección de este discurso audiovisual, es donde nace “La Fulminante”, Granados sabía que era necesario que estos mensajes fueran comunicados por un personaje que tuviera fuerte poder de atracción, además sabía que la sexualidad femenina ha sido considerada una vitrina comercial muy efectiva para vender ideas, por lo cual la imagen de la mujer fatal era propicia para su objetivo. “La Fulminante” reunía todas estas condiciones es: provocativa, atractiva, aparentemente inofensiva, es un fácil foco de miradas. Pero con la diferencia que es parte de la alienación creada por una artista, cuyo objetivo es transmitir un discurso trasgresor en contra de los poderes dominantes: religión, política, patriarcado y otros más.

 

Resulta relevante recalcar que la intención de esta artista no es sólo denunciar estos hechos sino detonarlos. Recordemos que detonar es provocar una explosión violenta, con el fin de trasformar, de alterar el orden y el sentido de un sistema determinado. Para Granados el sistema en el que vive tiene muchos puntos fallidos  y “La Fulminante”, su alter ego, tiene el poder explosivo de romper con estos, modificar su estructura. ¿Cómo funcionan algunas de sus acciones detonantes? He aquí la respuesta...

 

Empecemos con el video Maternidad Obligatoria, en el cual “La Fulminante”, tendida en una cama después protagonizar un acto sexual, con un preservativo usado lleno de esperma en la mano, expone un discurso acerca del derecho al aborto. He aquí un fragmento significativo de este discurso:

 

La cópula nos permite trascender los límites de nuestro cuerpo físico, necesario encuentro orgásmico y libertario!! Fuente ilimitada de fuerza emancipada!! Hay millones de razones para querer copular son personales e íntimas, tan diversas como personas hay en la tierra, solemos gozar sin fines reproductivos placer por sí mismo. Asumir el embarazo accidental y convertirlo en maternidad es un derecho no una obligación.”17

 

A medida que “La Fulminante” comunica este discurso juega con el preservativo lo lame, lo infla, lo introduce en su boca. También en algunos momentos se puede ver proyectado en la superficie del preservativo un sacerdote exponiendo sus criterios en contra del aborto, alternadamente a la exposición del sacerdote, “La Fulminante” sigue emitiendo su discurso y además mordiendo el preservativo hasta que se estalla en su boca y se derrama sobre ella el esperma, “La Fulminante” continúa saboreándolo hasta terminar su discurso.

 

Como podemos ver, en esta propuesta Granados hace una crítica directa de “la implicación de la iglesia católica en las políticas de reproducción”18, por medio de la cual ha implantado una especie de biopoder sobre el cuerpo femenino, el cual ha censurado históricamente junto al libre disfrute de la sexualidad, la decisión de la maternidad, y que sigue siendo un punto álgido de debate y de lucha por parte de los colectivos feministas; de esta manera, con esta acción nuevamente “La fulminante” se impone ante estas normativas opresivas.

 

En otro de sus videos, titulado Mujeres reventando cadenas, nuevamente proclama un discurso sobre el libre derecho al aborto, con argumentos similares al anterior, en esta ocasión mientras emite su discurso, primero introduce unos pequeños muñequitos plásticos en sus pantimedias color piel, los ubica sobre su vientre y zona genital, luego va extrayendo uno a uno, hasta que queda libre de ellos y finalmente los pone dentro de un preservativo, el cual nuevamente, lame, introduce su boca e infla hasta que estalla y expulsa violentamente todos los muñequitos plásticos, finalmente “La Fulminante” con restos de preservativo en su boca concluye su discurso con la siguiente frase: “Necesitamos una revolución total y mundial que permita a la mujer total autonomía como fuerza central en la emancipación de toda la humanidad. ¡Desencadenar la fuerza de la mujer en la construcción de un mundo nuevo!”19

 

Este discurso de “La Fulminante” no sólo reivindica al derecho al aborto, sino que denuncia las consecuencias de su ilegalidad como: la inseguridad de estas prácticas clandestinas y la discriminación social a la que someten a aquellas mujeres que no tienen los recursos para solventarlo. De esta manera, “La Fulminante” no sólo habla del poder de decisión de la mujer sobre su cuerpo, sino también de la necesidad de que este poder se extienda a toda la población femenina sin censuras o marginaciones.

 

Ahora hago mención sobre el video titulado Amores que matan (Fig. 5) en el cual su discurso hace alusión a la violencia de género, en esta oportunidad al principio se golpea bruscamente contra la pared, luego mientras emite el discurso interactúa con una larga cabellera que oculta y oprime su cuerpo, para finalizar el discurso se despoja de esta larga cabellera, la abraza y consuela. Veamos algunos fragmentos de su alocución: “El macho se cree con derecho a controlar a disciplinar con severidad para asegurar y mantener estatus de poder y de control sobre la voluntad de la mujer”20.

 

En este caso nuevamente el cuerpo de Granados, se presenta bajo la identidad de “La Fulminante” que es un trasmisor de sentidos, reafirma la denuncia y confunde la mirada del espectador ante la extrañeza de sus acciones y del desconocido idioma con el que comunica su discurso.

 

También hago referencia del video titulado Chupada antiimperialista (Fig. 6) en el que plantea una crítica respecto al poder del capitalismo y a la violencia que se desata dentro de este sistema. En palabras de la artista, por medio de este video “La Fulminante explica el motivo por el cual el pequeño hombrecito es capaz de matar por dinero”21. En este punto es necesario aclarar que “pequeño hombrecito” fue una expresión acuñada por Wilhelm Reich en su libro Escucha pequeño hombrecito, para referirse a las conductas humanas que han llevado a cometer al hombre actos violentos en la historia de la humanidad y que “La Fulminante” usa en constantes ocasiones para referirse al impulso destructor y violento del ser humano.

 

Fig. 6. Nadia Granados. Chupada antiimperialista.

 

En esta oportunidad de nuevo las acciones de “La Fulminante” resultan irónicas: mientras expone su discurso establece relación con un arma semejante a una escena de sexo oral. El arma vendría a ser una alegoría del miembro masculino, “La Fulminante” le pone un preservativo, la chupa, incluso al final del discurso recibe una eyaculación de ésta en su boca. Veamos un fragmento de los argumentos expuestos por la fulminante en esta ocasión:

 

“En el capitalismo salvaje suele ser complicado ser un hombre y tener que asumir un suicida  comportamiento  para  demostrarlo. Se  siembra  en  algunos  niños  el  esquema del macho potente, poderoso, indolente fuerte, dispuesto a todo a cambio de dinero. Sueños de poder penetrando las mentes juveniles, construyendo la identidad masculina…Adentro, esa cosita que cuelga de la anatomía masculina… se hincha y endurece, llenando de sangre caliente…Efímera sensación de poder… Esta ahí, esa fuerte erección...ese pedazo de ti parado…y estas allí triste cosita a punto de estallar…con toda la rabia y la impotencia acumuladas... estas enfermo de tener las pelotas hinchadas y no saber cómo eyacular, como explotar. Tu conformismo te ha enfermado terriblemente, estás enfermo, ¡muy enfermo!, Pequeño Hombrecito.”22

 

En este discurso “La Fulminante” define sarcásticamente al varón como opresor y oprimido del capitalismo en su lucha por conquistar el poder. Por otro lado, al usar expresiones como “pequeño hombrecito” asume una actitud de empoderamiento frente al sujeto masculino. De esta manera establece una crítica a la alienación masculina en la búsqueda del poder en el medio capitalista en la que su hombría y su estereotipo de macho dominante no le es suficiente, así el discurso “La Fulminante” ridiculiza el arquetipo del macho que está dispuesto a hacerlo todo por dinero.

 

Fulminando por la red

“La Fulminante” en internet circula en redes sociales como Facebook, Youtube y Twiter y en su propio espacio www.lafulminante.com, para ella la red es muy importante porque le permite la posibilidad de estar disponible a todo tipo de espectador, en cualquier lugar y así extenderse globalmente. Según Granados, su objetivo es que los discursos de “La Fulminante” lleguen al universo íntimo de cualquiera que lo desee. Veamos su opinión al respecto:

 

“El acceso a internet, es libre y nos permite tener esa posibilidad de jugar. Permite que otras voces se expresen. No soy la única persona que está haciendo eso, hay muchas personas haciéndolo y creo que es necesario, los ciudadanos, como personas que vivimos en un país y en un mundo que está bastante mal, debemos hacer algo para que cambie. Debemos comunicar algo, quejarnos, gritar, es una manera de mover conciencias.”23

 

Desde este punto de vista, es de interés recordar como lo ha expuesto Remedios Zafra en su texto Habitares reversibles (de la mujer, el arte e Internet), la red es una herramienta fuertemente poderosa en la que: “El mundo (nosotros) existe” en función de “nuestros representantes temporales”24, es decir que el trasmisor del mensaje es quien porta el poder de atención del receptor y la capacidad de persuadirlo de sus ideologías. En este caso “LaFulminante” es la portadora del poder por medio de un extraño discurso audiovisual.

 

Otra cuestión que Zafra ha expuesto en su texto y que es interesante aplicar al análisis de la propuesta de Granados, es que: “Habitar en Internet para las mujeres, como para todos aquellos excluidos de la historia oficial, tiene un valor añadido” porque “Son los espacios por hacer los que permiten no repetir los viejos modelos de jerarquización social y ofrecen más posibilidades para imaginar las nuevas condiciones creativas, sociales y políticas de un mundo pos-Internet.”25

 

La circulación de los videos de “La Fulminante” por la red son el intento de Granados por desmantelar dichos modelos, como hemos visto en los videos que he citado, por ejemplo Granados sabe que la mujer ha sido considerada como centro de atención pública por su apariencia y no por su discurso y por medio   de “La Fulminante” la presenta como un sujeto político. De esta manera, lucha en contra de la censura y banalización que la opinión de la mujer ha recibido bajo el poder patriarcal. Estableciendo como lo ha indicado Elkin Rubiano “Un combate sígnico” apropiándose “de sentidos establecidos (ideológicos) para invertirlos, tergiversarlos y hacerlos retumbar”26.

 

Combatiendo paradójicamente en contra la impunidad, la desigualdad, la injusticia y desde los mismos medios que encubren estos hechos, dotados de frivolidad y artificios, de manera similar como plantea Anna María Guasch al referirse a las nuevas retoricas del cuerpo en el marco de la posmodernidad, nos encontramos “un cuerpo que ahonda en el doble y casi siempre contradictorio terreno del simulacro, de lo artificial, de lo posorgánico, de lo tecnológico, por un lado de lo abyecto y de lo traumático”27.

 

Conclusiones

Para finalizar es fundamental subrayar que aunque los planteamientos de estas dos artistas son estéticamente diferentes, el de Marmolejo se orienta más al ritual y el de Granados al simulacro, ambos tienen en común que bajo la dinámica performativa “el cuerpo es un medio para denunciar el dolor frente a la impotencia de la situación política y social del país”28.

 

Igualmente es recurrente encontrar en sus acciones el uso de lo orgánico y lo abyecto como parte de un mecanismo crítico: sangre, orina, placentas y semen sobrepasan el silencio que se ha gestado en un contexto opresivo. Denotando la incongruente tolerancia a la violencia que desarrolla una comunidad acostumbrada a vivirla históricamente, un mundo alienado en donde como señala marmolejo: “parece aterrorizar más la representación, que la realidad”29. Abriendo interrogantes como: ¿Qué causa más repulsión en la sociedad colombiana? ¿Las materias orgánicas o consecuencias de la violencia? ¿Qué conmueve? ¿Qué duele? ¿Qué aterra? ¿Qué se rechaza?

 

Extraño paralelo entre la abyección y la violencia de “donde emerge un cuerpo paródico, subversivo y Emancipado” con el fin “movilizar conciencias”30, según indicó Laura Milano al referirse a la obra Granados. Estas artistas asumen su cuerpo como espacio de intervención política que busca trasformar a través de la transgresión la pasividad en una mirada crítica, de esta manera según han sostenido autoras como Anna María Guasch:

 

“En este sentido el cuerpo se puede entender como un site, un lugar nada neutral, ni pasivo sino más bien obsesivo en el que convergen y se proyectan a la vez discursos críticos y prácticas artísticas que nos llevan a hablar por un lado, de la experiencia individual del cuerpo (la esfera de la experiencia individual), pero también el cuerpo social, de un cuerpo rasgado y exhibido como un espectáculo, en suma del cuerpo político abierto a la esfera pública de la experiencia.31

 

 

 

1.           FAJARDO HILL, Cecilia. “El cuerpo político de María Evelia Marmolejo”, ArtNexus #85 - Arte en Colombia #131, Jun - Ago 2012. Recuperado de: <https://www. artnexus.com/Notice_View.aspx?DocumentID=24747&lan=es&x=1> [Consultado el 10 de Agosto 2017]

2.           VIDAL VALENZUELA, Sebastián. “La sangre de Antígona: Tres casos de arte, violencia y género en Latinoamérica” en Revista arteycritica.Org, auspiciada por Consejo Nacional de cultura y artes de Chile, Octubre de 2012. Recuperado de http://www.arteycritica.org/la-sangre-de-antigona-tres-casos-de-arte-violencia- y-genero-en-latinoamerica/ Fecha de consulta: Marzo 16 de 2012.

3.           Ibídem.

4.           Ibíd.

5.           Testimonio concedido por María Evelia Marmolejo en entrevista realizada el día 30 de Agosto de 2017.

6.           FAJARDO HILL, Cecilia. “El cuerpo político de María Evelia Marmolejo”, op.cit.

7.           Maria Evelia Marmolejo. “Entrevista”, op.cit

8.           FAJARDO HILL, Cecilia. “El cuerpo político de María Evelia Marmolejo”, op.cit.

9.           María Evelia Marmolejo. “Entrevista”, op.cit

10.         FAJARDO HILL, Cecilia. “El cuerpo político de María Evelia Marmolejo”, op.cit.

11.         Ibidem.

12.         Ibid.

13.         ARCOS PALMA, Ricardo. “Masas Reventando de Nadia Granados” en Vistazos críticos. Recuperado de: <http://criticosvistazos.blogspot.com.es/2013/02/ vistazo-critico-111-masas-reventando-de_11.html> [Consultado el 13 de Marzo 2013]

14.         GRANADOS, Nadia. “Una charla con la fulminante” en Confidencialcolombia.com. Recuperado de: <http://confidencialcolombia.com/es/1/801/350/La-Alianza-Francesa-fulminante.htm > [Consultado el 3 de Marzo 2013]

15.         Ibídem.

16.         Afirmación de Santiago Rueda en la entrevista que le realizó a Nadia Granados en Optica arte actual. Recuperado en :<http://www.prismatv.unal.edu.co/nc/ detalle-serie/detalle-programa/article/la-fulminante.html.> [Consultado el 12 de Mayo 2013]

17.         Fragmento de los subtítulos del video Maternidad Obligatoria. Recuperado de: <http//nadiagranados.com/wordpress/> [Consultado el 18 de Octubre de 2017]

18.         IGNACIUK, Agata. Discursos feministas sobre el aborto y la anticoncepción en Italia (años setenta) y Polonia (años noventa). Granada, 2009. (Tesis de Máster Erasmus Mundus GEMMA Estudios de las Mujeres y de Género). Universidad de Granada. Recuperado de <http://www.ugr.es/~esmujer/Paginas%20Personales/ AgataIgnaciuk/pdf/Discursos%20feministas%20sobre%20el%20aborto%20y%20la%20anticoncepcion%20%20Agata%20Ignaciuk.pdf . Fecha de consulta: Abril 18 de 2012.>. [Consultado el 20 de Noviembre de 2013]

19.         Fragmento de los subtítulos del video Mujeres reventando cadenas. Recuperado de: <http//nadiagranados.com/wordpress/> [Consultado el 20 de Marzo de 2012].

20.         Fragmento de los subtítulos del video Amores que matan. Recuperado de: <http//nadiagranados.com/wordpress/> [Consultado el 20 de Marzo de 2012]

21.         GRANADOS, Nadia. “Una charla con la fulminante” Op.cit.

22.         Fragmento de los subtítulos del video Chupada antiimperialista. Recuperado de: <http//nadiagranados.com/wordpress/> [Consultado el 18 de Octubre de 2017].

23.         GRANADOS, Nadia. “Una charla con La Fulminante” Op.cit.

24.         ZAFRA, Remedios. “Habitares reversibles (de la mujer, el arte e Internet)”, en Mujeres que hablan de mujeres. Tenerife, 2001. Recuperado de < http://www.2- red.net/habitar/tx/text_rz_e.html>. [Consultado el 1 de Octubre de 2013]

25.         Ibídem.

26.         RUBIANO, Elkin. “Las formas políticas del arte. El encuentro, el combate y la curación”, en Esferapublica. Bogotá 2015. Recuperado de <http//esferapublica. org/nfblog> [Consultado el 22 de Octubre de 2017].

27.         GUASCH, Anna María. “Los cuerpos del arte de la posmodernidad” en Cartografías del cuerpo. La dimensión corporal del arte contemporáneo. Murcia. 2004 Cendeac, pág .59.

28.         María Evelia Marmolejo. “Entrevista”, op.cit.

29.         Ibídem

30.         MILANO, Laura. “Reventando cadenas: postpornografía, performance y feminismo en la obra de Nadia Granados” en Revista Arte y Políticas de Identidad. vol 15, Dic. 2016, pág. 157.

31.         GUASCH, Anna María. “Los cuerpos del arte de la posmodernidad”, op.cit, pág. 59.

 

Fecha de recepción: 08/11/2016 Fecha de aceptación: 02/01/2017