Universidad de Córdoba, Córdoba, 2013, 521 páginas
con ilustraciones en blanco y negro.
Este libro constituye la primera aproximación general al Regionalismo en
España, teniendo a su vez el interés añadido de que permite establecer
paralelismos con lo acontecido al respecto en otros países como Portugal,
gracias al capítulo “Particularismos arquitectónicos en el Portugal del
Romanticismo”, firmado por la profesora Regina Anacleto. Así mismo, incluye una
interesante contribución del profesor Alexander Tzonis,
“El interminable reto del regionalismo”, que aborda la alternativa regionalista dentro del actual
proceso de globalización. El volumen es fruto de la reunión
científica que bajo el mismo título organizó el Departamento de Historia
del Arte de la Universidad de Córdoba, entidad que ha editado esta publicación dentro de
la colección ARCA. La obra cuenta en el apartado de ponencias con textos de los profesores
Pedro Navascués, Mireia Freixa, Víctor Pérez
Escolano, Alberto Villar Movellán, Maite Paliza, Luis
Sazatornil, María Cruz Morales, Inmaculada Aguilar,
los citados Anacleto y Tzonis, así como del académico Antonio Fernández Alba. Esta nómina
avala por sí sola la enjundia del libro, dada la relevancia de los autores,
todos los cuales cuentan
en su haber con importantes aportaciones a la cuestión. Por lo demás, entre ellos hay arquitectos e historiadores lo que demuestra su interdisciplinariedad.
El Regionalismo se sitúa dentro de una
corriente auspiciada por la sensibilidad romántica que propició manifestaciones
e intereses diversos por lo local, lo nacional-y lo autóctono, fructificando el
movimiento que nos ocupa en el caso español en torno a la crisis del 98. Surgió
así una arquitectura que, al igual que otras previas y posteriores, se centró
en lo regional, pero en esta ocasión con una voluntad de ser manifiestamente
regionalista como respuesta diferenciadora a lo acontecido en otros lugares,
tal como con gran claridad sentencia Navascués en su capítulo “Orígenes de la
arquitectura regionalista en España”.
Dentro del contexto de la crisis del 98 y
de la llamada Edad de Plata de la cultura española que esa coyuntura generó, el
Regionalismo fue la antítesis del Modernismo como respuesta de los arquitectos
españoles a toda tentativa foránea, de manera
que ahonda sus raíces en lo más particular y representativo de nuestra tradición. Sin embargo, frente al creciente reconocimiento
conseguido por el Modernismo en nuestro país tanto entre el público en general
como entre los investigadores a partir de la celebración en 1969 de la
exposición “El Modernismo en España”, primero en Madrid y ulteriormente en Barcelona, el Regionalismo no ha tenido
la misma suerte.
Lo último es muy llamativo, pues, como queda dicho, se trata de un movimiento netamente
hispano, donde las artes industriales, el color y los materiales también
tuvieron un gran protagonismo.
No obstante, la bibliografía de la
arquitectura española de finales del siglo XIX y las primeras décadas del XX
cuenta con monografías muy relevantes, especialmente el libro Arquitectura del
regionalismo en Sevilla (1900-1935), editado en 1979 por la Diputación de
Sevilla que ha sido reeditado recientemente. Se trata de la tesis doctoral del
profesor Alberto Villar Movellán, editor del libro
que nos ocupa junto con Clemente López Jiménez. Ese volumen continúa siendo a día de hoy investigación de referencia sobre la
arquitectura regionalista. Posteriormente fueron apareciendo numerosos trabajos
científicos e incluso de divulgación que han abordado la trayectoria de
arquitectos que hicieron contribuciones al Regionalismo, edificios
representativos de este estilo o la incidencia de esa corriente en diferentes localidades.
El presente libro no deja lugar a dudas
respecto a la complejidad y la importancia del tema, sus contradicciones, las
dificultades de algunos técnicos para elaborar una formulación valida, los
problemas a la hora de aplicar el estilo a determinadas tipologías, los
intereses de los promotores y los políticos del momento, en ocasiones el propio
trasfondo político, etc. Todo lo cual corrobora el enorme interés del
Regionalismo.
El análisis de los diversos
capítulos demuestra que la arquitectura regionalista floreció principalmente en el norte y el sur de España, aunque varias de
las comunicaciones prueban que más modestamente incidió en otras zonas como
Salamanca, Aragón, Toledo, etc.
No obstante, los capítulos de los profesores Villar Movellán, “Tradición frente a plagio,
la dimensión orgánica de la arquitectura regionalista en Andalucía”, y Paliza Monduate, “La arquitectura regionalista vasca. Orígenes,
postulados teóricos, tipos y evolución”, ratifican que en Andalucía el
Regionalismo fue un fenómeno básicamente sevillano, mientras
que en el País Vasco tuvo mucho más calado en Vizcaya que en Guipúzcoa
o Álava.
Como no podía ser de otro modo el presente
libro aporta nuevos datos y análisis sobre los arquitectos más destacados del
Regionalismo como Leonardo Rucabado, Aníbal González
–con un capítulo monográfico a cargo de Víctor
Pérez Escolano-, Javier González
Riancho, Pedro Guimón, Manuel María de Smith Ibarra, etc. No obstante, también descubre nuevas perspectivas sobre
otras figuras representativas del Modernismo como Gaudi o Demetrio
Ribes que permiten
percibir ciertos puntos de contacto
con el movimiento regionalista. Con respecto al primero así lo demuestra
el capítulo de Mireia
Freixa, titulado “Por una patria Católica
Catalana. Gaudi. Arquitecto de la Lliga espiritual de la Mare de Deu de
Montserrat”, ya que explica la relación del genial arquitecto catalán con
personalidades destacadas del Noucentisme. Por lo que atañe a Ribes, el técnico que más se opuso a las propuestas de Rucabado y Aníbal González en el
VI Congreso Nacional de Arquitectura, celebrado en San Sebastián en 1915, el texto de la profesora Inmaculada Aguilar
analiza obras de este técnico como la sede de Correos de Castellón (1916)
ajenas por completo a la estética modernista.
El libro aborda
el Regionalismo desde
múltiples perspectivas, pues incluye referencias a las cuestiones tipológicas y los resultados obtenidos, demostrando la
importancia de la vivienda unifamiliar, las estaciones de ferrocarril e incluso
la arquitectura industrial, mientras que, por el contrario, en las casas de
vecindad, salvo excepciones, el número de obras loables es sensiblemente menor.
Otro aspecto en el que se pone el acento es en los promotores, contando incluso
con un análisis específico sobre
la arquitectura regionalista impulsada por los indianos en Asturias a cargo de la profesora Morales Saro.
Finalmente, el volumen ofrece un estudio
específico sobre la arquitectura montañesa, formulada por Leonardo Rucabado, quien junto con Aníbal González fue el gran
adalid de la corriente, firmado por el profesor Luis Sazatornil.
Igualmente incorpora el primer análisis de conjunto del Regionalismo vasco, una
de las variantes pioneras, aparte de las más ricas y, por el contrario, menos conocidas hasta ahora.
En definitiva la que nos ocupa es una aportación fundamental para la bibliografía de la arquitectura española del siglo XX y a partir de ahora de cita obligada
para cualquier investigación que se acerque a la arquitectura regionalista.
María
Ascensión Rodríguez Esteban
Universidad de Salamanmca
atrio n.º 19 | 2013
ISSN: 0214-8293