Arte y feminismo en el espacio público: de lo perdurable a lo efímero. Algunos ejemplos del siglo XXI en España

Art and Feminism in Public Space: From Perdurability to the Ephemeral. Examples of the 21st Century in Spain

 

Laura Luque Rodrigo

Universidad de Jaén, Jaén (España)

lluque@ujaen.es

https://orcid.org/0000-0003-2651-6948

 

 


Resumen

El espacio público ha sido a lo largo de la historia, especialmente contemporánea, el lugar desde el que se han desarrollado las rei- vindicaciones que han permitido a nuestra sociedad avanzar hacia la democracia y la li- bertad. Especialmente complejo ha sido para las mujeres apoderarse de este espacio, que no obstante, desde la Revolución Francesa salieron a la calle para reivindicar derechos sociales. Las manifestaciones artísticas no quedaron impasibles ante ello y se han su- mado a la lucha, a través del arte urbano, las acciones, el propio urbanismo y la cartelería. En la actualidad, estas acciones se vuelven colectivas gracias al poder de otro espacio público, las redes sociales, permitiendo que el arte feminista se apodere de las calles, no sin dificultades. En el texto trataremos algunos ejemplos de artistas españolas del siglo XXI.

Palabras clave: arte actual; arte y géne- ro; arte urbano; performance; cartelería; urbanismo.


Abstract

This text touches on several examples of Spanish female artists of the 21st century. Public space throughout history, especially in contemporary history has been where their demands have taken place, allowing our society to progress towards democracy and freedom. It has been notably challeng- ing for women to be able to take over this space. Nevertheless, and since the French Revolution, these women have been out on the streets claiming their social rights. They were not indifferent towards artis- tic manifestations and united to this fight through urban art, initiatives, urbanism, and posters. Nowadays, these initiatives have become collective due to the power of another public space platform, social media, allowing feminist art to empower the streets without any difficulties.

Keywords: current art; art and gender; urban art; performance art; posters; urbanism.


 

Cómo citar este trabajo / How to cite this paper:

Luque Rodrigo, Laura. “Arte y feminismo en el espacio público: de lo perdurable a lo efímero. Algunos ejemplos del siglo XXI en España.” En No solo musas. Mujeres creadoras en el arte iberoamericano. Monográfico Atrio 1, editado por Eunice Miranda Tapia, 55-65. Sevilla: Universidad Pablo de Olavide, Atrio, 2019.

© 2019 Laura Luque Rodrigo. Este es un artículo de acceso abierto distribuido bajo los términos de la licencia Creative Commons Attribution- NonCommercial-ShareAlike 4.0. International License (CC BY-NC-SA 4.0).



 

 

Las mujeres en el espacio público

Fray Luis de León escribió que la naturaleza hizo a las mujeres para que encerradas guar- dasen la casa y así las obligó a cerrar la boca.1 Como explica Clara Janés, desde que en la prehistoria se abandonó la vida nómada y se encontró el refugio, se empezaron a dividir las tareas cotidianas, de una forma natural, hasta que esta naturalidad se olvidó y la distribución de tareas pasó a ser algo impuesto y discriminador.2

 

El espacio público ha estado a lo largo de la historia ligado a las actividades de los hombres, mientras que el interior de las casas era el lugar dedicado a las mujeres,3 que se apoderan por primera vez del espacio público, en el marco de la disidencia, con el inicio de los movimientos feministas las mujeres salen a la calle a reivindicar sus derechos. Las mu- jeres disentían del orden social y político, pero en su primera aparición, con la Revolución Francesa, solo fueron una herramienta para formar mayor tumulto, siendo represaliadas autoras como Olimpia Gouges, por escribir sobre los derechos de las mujeres. En el siglo XIX, con la Segunda Ola, cuando las sufragistas reclamaron el derecho al voto, las mujeres vuelven a la calle, ahora sí a exigir lo que les correspondía. En la segunda mitad de siglo, tiene lugar la Tercera Ola Feminista. El feminismo, desde 1975, se convirtió en algo más amplio, donde tienen cabida distintas realidades, como las reivindicaciones de las mujeres negras o de las lesbianas.4 En la actualidad, encontramos que “las mujeres han accedido a estos espacios público-laborales, pero sin que estos espacios hayan sido transformados,”5 lo que en ocasiones puede ser fuente de conflicto.

 

Si atendemos a las representaciones pictóricas de las mujeres, encontramos que el espacio donde más frecuentemente aparecen es el del hogar, pero el segundo espacio es el de la ciudad, a partir del siglo XIX. Las mujeres están representadas en las obras que muestran los movimientos obreros, así como en actividades cotidianas no domésticas por primera vez.6

 

Pero sin duda, aunque las mujeres salgan a la calle a reivindicar la igualdad de dere- chos y oportunidades entre sexos, el mayor problema para el empoderamiento de las mujeres en la calle en la actualidad es la falta de seguridad. La ONU advierte que “las mujeres y los hombres, las niñas y los niños, experimentan el proceso de urbanización y la vida en la ciudad de manera diferenciada.”7 La ausencia de mujeres en puestos de gobierno ciudadano dificulta la visión inclusiva de las ciudades.8

 

Desde el arte también las mujeres han tratado de apropiarse del espacio urbano, en primer lugar a través de las derivas, las flâneuse (paseantes callejeros) de Laura Elkin9 y Janet Wolf, en referencia a las mujeres que cambiando el modo de moverse por el espacio urbano, pueden intervenir en la organización del mismo. Andrea Burbano, propone también la apropiación del espacio urbano como una forma de sociabilidad e igualdad de género. Afirma que no podemos asumir el espacio público como neutral al género, puesto que no lo es.10 En definitiva, el espacio público, la calle, es el lugar común a todas las personas, un espacio de convivencia, de relación, de encuentro, de ocio, de tránsito. Un espacio al fin y al cabo vivido en comunidad.

 

 

 

Arte feminista en el espacio público

“El uso de espacios como la calle es inevitable si el artista busca aproximarse al gran público, incluyendo así los medios de comunicación y la cultura de masas,”11 es decir, el arte, si es activista, optará por usar el espacio público para llegar más y mejor a la gente. Desde mitad del siglo pasado, el arte feminista ha buscado un hueco dentro de lo urbano. En la década de los 60, coincidiendo con la Segunda Ola Feminista, se desarrolló una corriente artística representada por mujeres que emplearán el arte como instrumento de denuncia, usando especialmente la performance. De ese primer momento de denuncia, se pasa a la exaltación de lo femenino, con el empleo del propio cuerpo como instrumento de trabajo. Frente a esto, los años 80 vuelven a ser de denuncia y algunas artistas como Bárbara Kruger empiezan a salir a la calle.12 Progresivamente, en la última década del siglo XX y sobre todo durante el siglo XXI se comienzan a plantear nuevas subjetividades.

 

En este sentido han emergido artistas realmente interesantes que plantean el arte con una utilidad pública o educacional, combatiendo nuestra cultura visual con nuevas imágenes, que amplían nuestro imaginario personal y colectivo, de manera que se reflexione sobre temas de actualidad que de otra forma pasan desapercibidos. La mayoría de las pro- puestas artísticas entorno al género en la calle se centran en acciones y el arte público así como graffiti y cartelería, en gran medida en relación a las manifestaciones del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.

 

La cosificación de las mujeres, que se mantiene en la ciudad actual a través de las vallas publicitarias, es combatida mediante estas imágenes artísticas que proponen otros discursos, inclusivos y en pro de la equidad, desde distintas disciplinas.

 

 

Arquitectura y ciudad: la configuración del espacio público como forma de alcanzar la igualdad de género

La desigualdad en cuanto a hombres y mujeres la vemos en las calles a diario de muy diversas formas. En primer lugar porque las calles son un lugar mucho más inseguro para las mujeres que para los hombres y por otro lado en su propio trazado, en su nomenclatura y monumentos. Si atendemos a los monumentos urbanos que hay en nuestras ciudades, muy pocos están dedicados a mujeres y cuando lo están, suelen ser obras de estos últimos años y dedicados a cuestiones generales como la violencia de género, pero ¿y las mujeres importantes de nuestra historia? Sucede igual con el nombre de las calles. Se han desarrollado en los últimos tiem- pos, múltiples iniciativas para mejorar esta situación. Por ejemplo, #WomenInCities realizó en 2018 una acción simbólica en las calles de Barcelona, cambiando sus nombres por el de mujeres importantes, poniendo una pegatina sobre el rótulo de algunas vías.13

 

Otro proyecto destacable es el llamado #Merezcounacalle, un proyecto ideado por la profesora de Geografía e Historia, Rosa Liarte Alcaine del IES Cartama (Málaga), dentro de la materia Cambios Sociales y de Género.14 El proyecto ha dado lugar a una web en la que centros de toda España pueden sumarse, recopilando el número de calles con nombre de mujer y de hombre que hay en cada localidad. Se trata así de visibilizar la invisibilidad, de mostrar en este caso a los menores, cómo de forma subliminar, asociamos, por cuestiones como estas, a los hombres con profesiones de éxito como médicos, políticos o escritores, entre otros, mientras que las mujeres no aparecen.

 

En cuanto a la configuración urbana, el derecho a la ciudad está recogido en la Carta Europea de la Mujer en la Ciudad15 de 1996 y la Carta por el Derecho a la Ciudad de las Mujeres (Foro Urbano Mundial, Barcelona 2004).16 Se ha entendido que la forma de hacer la ciudad más igualitaria es mediante la incorporación de mujeres arquitectas y urbanistas.17 Desde Urbact,18 se organizó en Estocolmo en 2018 el taller Gender Equal Cities, donde se trató precisamente sobre cómo hacer las ciudades mejores, gracias a la perspectiva feminista y teniendo en cuenta la interseccionalidad. Allí se premió además al municipio sueco Umea, por sus buenas prácticas al respecto, y se presentaron diferentes estudios y proyectos que demuestran que la percepción de las ciudades es distinta para hombres y mujeres. La idea es sobre todo hacer la configuración urbana un proceso más participativo, algo que permi- tirían nuestras Agendas Urbanas,19 si se les diese auténtica relevancia y fueran vinculantes, como forma de participación ciudadana, de incluir a las mujeres y de estudiar el espacio no “de forma absoluta, sino desde su dimensión psicológica y social.”20

 

 

Acciones performáticas para apoderarse del espacio urbano

Por otro lado, artistas del campo plástico y visual, plantean propuestas dentro del arte de ac- ción, que pretenden apoderarse del espacio urbano desde la transgresión o simples acciones que llamen la atención de los transeúntes y que son registradas fotográfica y videográfica- mente, lo que permite mayor incidencia al poder ser difundidas mediante redes sociales y expuestas en espacios artísticos. Esther Ferrer es una pionera en el arte de la performance en España, que ha marcado a las siguientes generaciones. Ella fue de las primeras en tomar las calles con sus acciones y en implicar al público. La sucedieron otras grandes de la per- formance, por ejemplo, Itziar Okariz, preocupada por la invasión y transgresión del espacio público, crea la acción Mear en espacios públicos o privados (2001); Pilar Albarracín, también se apropia de la calle en performances y vídeos como Sangre en la calle (1992), serie de ocho acciones transcurridas en el centro de Sevilla, donde situaba a mujeres ensangrentadas tiradas en el suelo, mostrando la violencia ejercida sobre las mujeres de forma escandalosa, provoca la reflexión y el diálogo.

 

Ya en la última década, podríamos citar artistas como Isabel León, cuya obra gira entorno a distintos temas, pero en los que entran algunos como la violencia de género o a Yolanda Domínguez, quien critica con sus proyectos artísticos cuestiones relativas a la imagen de la mujer en la publicidad y roles de género. Su obra se mueve sobre todo en el campo de la acción artística, puesto que considera que la participación del espectador tiene un poder transformador mayor que la simple contemplación, por ello involucra personas para crear experiencias en vez de objetos. Son muy características sus acciones colectivas, en las que lanza un proyecto y es seguido por personas de distintos puntos de la geografía española e incluso internacional, como Poses (2011).

 

Por otro lado, Valle Galera, disiente del concepto tradicional de género con sus fo- tografías, videos e instalaciones, tratando de dar visibilidad a identidades ignoradas. Con su intervención en la plaza Grao de Castellón (2010),21 en la que pasó un día fotografiando a las mujeres que pasaban, mostró cómo la arquitectura y el espacio público podían influir en su comportamiento y sus movimientos, es una reivindicación de lo urbano desde la perspectiva de género que muestra como las mujeres pueden pasear por las calles asustadas a veces hasta de su propia sombra, sensaciones que pocas mujeres no confesarán haber vivido.

 

Debe citarse a Mara León, que con su proyecto E730 (2017), plantea el problema de la espera para la reconstrucción mamaria tras una mastectomía, a través de una acción que emplea fotografía y redes sociales, que se ha convertido en un movimiento ciudadano que ya ha conseguido incidir en las decisiones políticas. Cada día se fotografiaba mostrando la cicatriz y pegaba los carteles en el hospital donde debía ser intervenida. Muchas personas se sumaron al proyecto. En Andalucía se recortó el tiempo de espera de dos años a seis meses, en algunas comunidades autónomas aun es de cinco años.

 

Por último, Verónica Ruth Frías artista cordobesa que reivindica el papel de la mujer dentro de la historia del arte, la religión y situaciones como el arte y la maternidad, entre otras cuestiones, tiene piezas en las que invade el espacio urbano como Art now (2018-en proceso) donde Frías reflexiona sobre la presencia de las mujeres en la historia del arte, subiéndose en equilibrio sobre una pila de libros sobre la materia en los que no aparecen nombres de mujeres artistas. En su reciente proyecto I am a woman (2018-en proceso), que comprende varios tipos de acciones artísticas y gracias a la beca EMER-GENT, ha podido realizar en Torremolinos una valla publicitaria con este lema. Este proyecto sirve para preguntarse ¿qué es ser mujer? Y también ¿qué es ser hombre? Comprobar qué términos suelen asociarse a cada sexo y cómo podemos deconstruir esos prejuicios.

 

Estos son sólo algunos ejemplos de artistas que muestran su disconformidad con el orden establecido a través del arte y apoderándose del espacio público y las redes sociales, invitando a la participación dentro de la corriente del arte relacional y generando un debate y una reflexión en torno a temas vinculados a la actualidad política y social de nuestro país, es- pecialmente en lo referente a la situación de las mujeres, pero podríamos citar muchas otras, pues el arte de acción y el arte relacional, son corrientes muy seguidas en estos últimos años.

 

Hay que mencionar que en El Carpio (Córdoba), dentro de las jornadas de Scarpia, y especialmente durante los años 2004 y 2005 (aunque siempre estuvo presente la temática de género), se llevaron a cabo interesantes acciones en la calle como la de María Góngora y María Ortega en 2005, en apoyo a la nueva ley que permitía el matrimonio entre personas del mismo sexo, celebrando la primera boda (ficticia) entre dos chicas en el pueblo, con todos los habitantes como invitados; o el ‘Anti-monumento de género’ de Carlos Ferrer, en la fachada de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, en la que se escribió “A las que vivirán en un estado mejor, el pueblo de El Carpio”, tomando la fórmula usada en los monumentos por los caídos en la Guerra Civil, y en alusión a todo lo que queda por hacer en favor de la igualdad de género y la erradicación de la violencia sobre las mujeres; o la acción Pasarela de Género (Graciela Izquierdo, 2004), que sirvió para visibilizar y reivindicar que todavía, en pleno siglo XXI, las mujeres del pueblo tenían prohibida la entrada al Casino; entre otras muchas como No mates amor (María José Guzmán, 2005), Aquí pan y después gloria (María Luisa Ortega, 2011), Las abuelas grafitteras (Michal Araszevicz y Mercedes de Alba, 2011), etc.

 

 

Arte urbano22

Con la irrupción del graffiti los artistas comienzan a apropiarse del espacio urbano, pues la arquitectura y el urbanismo habían dejado nulo margen de opinión con respecto a la cons- trucción de los espacios públicos a los artistas. Las mujeres se sumaron desde sus inicios en los años 70 en EEUU, siendo una de las artistas más conocidas de ese periodo Lady Pink. En el resto del mundo la incorporación de la mujer al mundo del arte urbano fue más tardía, ya en la década de los 80.23 Aunque como señala Ganz, en su obra Graffiti Mujer, las artistas urbanas han pasado inadvertidas en comparación con los artistas hombres, han usado el muro como espacio para reivindicar su presencia y sus derechos. Por ejemplo, en Afganistán la artista Shamsia Hassani, trata con su arte de traer cambios positivos a la sociedad, en un país donde las mujeres no tienen derechos. Otras mujeres artistas urbanas como Faith47, Panmela Castro, Nuria Mora, Miss Van o Btoy, entre otras muchas, han usado los muros como espacio donde tratar de visibilizar la desigualdad de las mujeres en distintas partes del mundo. Existen además numerosos proyectos encabezados por instituciones públicas, que encargan murales, sobre todo con la temática de la violencia de género aunque con frecuencia se enmarcan dentro de las actividades desarrolladas para el día de la mujer.

 

Este tipo de intervenciones, permiten llevar el debate a un gran número de población, por lo que son especialmente interesantes, sobre todo aquellas que se enmarcan dentro del arte relacional y se vinculan al entorno y a sus gentes, permitiendo su participación y por lo tanto su identificación y apropiación de las obras y el espacio.

 

 

Carteles populares e ilustraciones en relación a las manifestaciones del 8M. La calle y las redes sociales

Los últimos tres años, y sobre todo a partir de 2018, las manifestaciones del 8 de marzo, han tenido una incidencia sin precedentes, que han permitido que se esté hablando de la Cuarta Ola Feminista, que pide, en nuestro contexto occidental y democrático, la igualdad real, aca- bando con problemas como la brecha salarial, o mayor seguridad para las mujeres en las calles y en sus hogares. Artistas de distintas disciplinas, como personalidades relevantes de otros campos, se han sumado a estas reclamaciones, animando a las personas, de ambos sexos, a participar en las manifestaciones y en la huelga del citado día. En esto, hay que destacar la labor de numerosas ilustradoras que han elaborado obras que se han hecho virales en las redes sociales, carteles que han potenciado sin duda no solo la asistencia sino, de alguna manera, la creatividad popular.

 

Esther Gili es una de estas cientos de ilustradoras españolas24 (habría que sumar mu- chas más de otras nacionalidades) que han puesto su creatividad a disposición de esta causa, creando carteles para sendos años, con mensajes como “El día 8 no trabajo, no consumo, no cuido” acompañado de una imagen muy reconocible dentro de su estilo, una persona, en este caso con escasos elementos que determinen su género, para que resulte lo más inclusiva posible; o en el caso del año anterior, una mujer con el puño en alto que sujeta un cartel con el mensaje “Nosotras paramos.”

 

María Hesse, Paula Bonet, TuttiConfetti, Moderna de Pueblo o Monstruo Espagueti, estas dos últimas consideradas también como influencers, se sumaron a esta tendencia. En la mayoría de estos carteles la idea fundamental era difundir el paro general. De alguna forma, la cartelería, que tanta influencia tuvo en causas como el movimiento obrero o el voto femenino y por supuesto, que tanto usaron las grandes dictaduras europeas del siglo XX y los combatientes de todos los bandos de las guerras mundiales y la Guerra Civil española (como demuestra su presencia en centro de arte como el Museo Centro de Arte Reina Sofía), vuelve a cobrar importancia, no tanto para estar pegados en los muros de las ciudades, como difundiéndose en redes sociales.

 

A esto hay que sumar la creatividad popular, pues en las manifestaciones se vieron numerosos carteles que contenían no sólo mensajes textuales creativos, sino a nivel visual, algunos en referencia a iconos contemporáneos de la lucha feminista, personajes reales y de ficción como Hermione (Harry Potter) o la Princesa Leia (La Guerra de las Galaxias) y otros aún más actuales salidos, por ejemplo, del programa Operación Triunfo. En otro vemos a mujeres que se dan la vuelta al delantal para convertirlo en una capa, esculturas clásicas con mensajes, retratos de mujeres con lemas, un león comiendo mariposas en alusión a la canción “Lo malo”, y un sinfín de imágenes que acompañan las consignas, algunas con mayor virtuosismo técnico que otras, pero todas con un mensaje potente que cala en el imaginario colectivo y que sirven a un fin común. Vivimos en la sociedad de las imágenes, nos comuni- camos mediante emoticonos, por lo que esta iconografía contribuye vivamente a generar mensajes de calado.

 

 

 

Conclusiones

Las mujeres, a lo largo de la historia contemporánea han usado la calle como forma de reivin- dicar los derechos más básicos, la igualdad como seres humanos. Las artistas no han quedado al margen de ello y han visto, en muchas ocasiones, como el espacio público era el lugar más idóneo para, a través del arte, mostrar su disconformidad con el sistema socio-cultural y político. En la actualidad, muchas artistas españolas trabajan en este campo, reclamando no sólo la igualdad en los asuntos más básicos, sino su presencia en la historia y en particular en la historia del arte, explorando además los límites de lo masculino y lo femenino, incluyendo un concepto de género amplio e inclusivo.

 

La presencia de las mujeres en las calles parte de la incorporación de las mismas en la propia configuración de las ciudades de una forma paulatina y mucho más equitativa, pues la presencia de arquitectas y urbanistas, según recomendaciones de organismos como la OMS, será la clave para mejorar la vida de las mujeres en las calles. Asimismo es preciso que, al igual que en los museos, ferias de arte y demás espacios artísticos, aumente la presencia de mujeres en los monumentos urbanos y nombres de las calles, puesto que de manera inconsciente estas ausencias son mensajes subliminares que contribuyen a mantener los roles de género. Por otro lado, las formas artísticas de tomar las calles desde la acción, el graffiti o cualquier otra forma artística, son medios potentes que ayudan a que buena parte de la población reflexione sobre este tema y que aporta visibilidad a las artistas puesto que son obras muy efectistas con gran repercusión en las redes sociales y también en prensa.

 

Por último, la incidencia de las artistas en las últimas manifestaciones del 8M ha contribuido a crear esta Cuarta Ola Feminista, que aboga por una igualdad efectiva en todos los ámbitos, inclusiva y heterogénea, a lo que hay que sumar la creatividad popular que se manifiesta tanto de forma textual como a través de la imagen en los carteles empleados en las manifestaciones y que merecen un estudio desde la antropología, pero desde luego tam- bién desde las artes, pues aun siendo manifestaciones efímeras, son muestra de la cultura popular y evidencian la influencia de las artistas más mediáticas en las redes.

 

En definitiva, las mujeres, desde el arte, se encuentran en un momento de nueva apropiación del espacio público para mejorar la calidad de vida y las relaciones sociales, encaminándonos hacia unas ciudades más seguras, equitativas y creativas.

 

 


                                 1.      Fray Luis de León, La Perfecta Casada. XV. 1584, consultada el 24 de mayo de 2019, http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/la-perfecta-casada--0/html/01e93f60-82b2-11df-acc7-002185ce6064_3.html

                                 2.      Clara Janés, Guardar la casa y cerrar la boca (Madrid: Siruela, 2015).

                                 3.      Christine Delphy en El enemigo principal (1970), define como “modo de producción doméstica” a las mujeres, algo que también se refleja en la obra de Engels, El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado (1884).

                                 4.      Nuria Varela, Feminismo para principiantes (Barcelona: PRH, 2017).

                                 5.      Albert Noguera Fernández, “Los feminismos y la división espacio-género,” en VII Congreso virtual sobre Historia de Las Muje- res. Asociación de Amigos del Archivo Histórico Diocesano de Jaén (Jaén: AHPJ, 2015), 623-42.

                                 6.      Laura Luque Rodrigo y Rafael Mantas Fernández, “La mujer en el espacio pintado. De la Edad Moderna a la Contemporánea,” Asparkía, no. 21 (2009): 47-64.

                                 7.      ONU-Hábitat, “La Nueva Agenda Urbana en español,” consultada el 24 de mayo de 2019, http://onuhabitat.org.mx/index.php/la-nueva-agenda-urbana-en-espanol

                                 8.      Nuria Rodríguez Calatayud, “La mujer en los márgenes, la memoria femenina en la ciudad,” en Diálogos urbanos, confluencias entre arte y ciudad. Valencia, coord. Joan Llaveria i Arasa (Valencia: Universidad Politécnica de Valencia, 2008), 279-88.

                                 9.      Laura Elkin, Flâneuse, Women Walk the City (Barcelona: Penguin Random House, 2016).

                                10.      Andrea Burbano, “Ideas para una mejor vida urbana,” conferencia TEDx Universidad Piloto, YouTube, video, 10 de diciembre de 2014, consultada el 24 de mayo de 2019, https://www.youtube.com/watch?v=960GlVnkTfM&t=18s

                                11.      Blanca Fernández Quesada, “Nuevos lugares de intención. Intervenciones artísticas en el espacio urbano como una de las salidas a los circuitos convencionales: Estados Unidos 1965-1995” (tesis doctoral, Universidad Complutense de Madrid, 1999), 132, https://eprints.ucm.es/1754/1/T23914.pdf

                                12.      María Laura Gutiérrez, “Arte, tecnología, género y espacio público. Un análisis a través de las obras de Jenny Holzer y Bárba- ra Kruger,” Prometeica, no. 15 (2017): 17-30.

                               13.        Eva García Valero, “12 calles de Barcelona se feminizan,” El País, 8 de marzo de 2017, Feminismo, https://elpais.com/elpais/2017/03/03/seres_urbanos/1488543904_239353.html

                               14.        “Merezco  una calle,” consultada el 24 de mayo de 2019, https://www.merezcounacalle.com/

                               15.        “Carta europea de la mujer,” Diputació de Girona, consultada el 24 de mayo de 2019, http://www.ddgi.cat/participaciociutadana/material/curs200912/AAVV_La_Carta_Europea_de_la_Mujer_en_la_Ciudad.pdf

                                16.      Carta por el Derecho a la Ciudad de las Mujeres,” Universidad de Granada, consultada el 24 de mayo de 2019, https://www.ugr.es/~revpaz/documentacion/rpc_n5_2012_doc2.pdf

                                17.      Rodríguez Calatayud, “La mujer en los márgenes,” 279-88.

                                18.      “Programa Europeo de Desarrollo Urbano,” Urban Act. Driving change for better cities, consultada el 24 de mayo de 2019, https://urbact.eu/who-we-are

                                19.      Para mayor información sobre las Agendas Urbanas y sus retos, consultar el debate de la Revista PH no. 97. https://www.iaph.es/revistaph/index.php/revistaph/issue/view/112 Especialmente el texto “La construcción de la ciudad in- clusiva desde la cultura. La igualdad de género como objetivo,” de Daniel Navas Carrillo, Javier Ostos Prieto y, María Teresa Pérez Cano.

                                20.      Pablo Páramo y Andrea Milena Burbano Arroyo, “Género y espacilidad: análisis de factores que condicionan la equidad en el espacio público urbano,” Universitas Psycologica, no. 1 (2011): 61-70.

                                21.      Victoria Quirosa García y Laura Luque Rodrigo, “La nueva plástica visual en torno al género, obra e identidad: Valle Galera,” Dossiers Feministes, no. 23 (2018): 185-202.

                                22.      Hay que aclarar las diferencias entre arte urbano y arte público, actualmente se toma el primero como aquel que es espon- táneo y el segundo como el que surge de un encargo. Por otro lado, arte urbano tampoco es lo mismo que graffiti, e incluiría una variedad mayor de manifestaciones artísticas en el espacio público.

                                23.      Nicholas Ganz, Graffiti mujer: arte urbano de los cinco continentes (Barcelona: Gustavo Gili, 2006).

                                24.      Para consultar algunas imágenes al respecto, ver: “Nasas social media,” consultada el 24 de mayo de 2019, https://www.nasassocialmedia.com/blog/el-8m-tambien-se-dibuja

 

 

 

Bibliografía

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Fecha de recepción: 18/05/2019

Fecha de aceptación: 02/09/2019