RESEÑA

Revista de Historia del Arte, nº 28 (2022): 359-361 eISSN: 2659-5230. https://doi.org/10.46661/atrio.7349

Oliveira Serrano, César, dir.

El libro de los bienhechores del monasterio de san Benito el Real de Valladolid: Estudio y Edición

Madrid: Dykinson, 2021, 265 págs.

ISBN 978-84-1377-668-2

Un recorrido por los repositorios bibliográficos denota la paulatina ruptura con la sistematización jerárquica entre disciplinas académicas. El desvanecimiento de las divisiones ficticias comienza a vislumbrar una concepción cada vez más ajustada a la verdadera realidad de las Humanidades, que no puede ser otra, que una visión multidisciplinar y trasversal entre enfoques plurales.

Los ecos del estudio interdisciplinar resuenan en esta monografía dedicada al análisis y estudio editorial del libro de los bienhechores del monasterio de San Benito el Real de Valladolid, dirigida al cuidado del editor César Oliveira Serrano. En efecto, en esta publicación converge un triple abordaje donde se recogen las tintas de un grupo de investigación formado por: el editor a la vez que integrante César Oliveira Serrano (CSIC), Elisa Ruiz García (UCM) y Josefina Planas Badenas (Universitat de Lleida). Todos ellos, conjugan un ramillete de diversos prismas disciplinarios que colaboran para delinear un completo discurso que abarca el contexto histórico, el análisis formal, la óptica codicológica y paleográfica y, finalmente, el estudio editorial.

La existencia de libros que se dediquen a exponer la nómina de bienhechores no es exclusiva del monasterio benedictino vallisoletano, por tanto, su excepcionalidad no radica en su singularidad tipológica, sino que la pertinencia de la creación de este volumen viene determinada por ciertas notas de verdadera originalidad. El ser considerado el único ejemplar procedente de la Corona de Castilla, la particularidad de albergar imágenes miniadas de calidad, el suntuoso formato que abriga la edición original, y la amplia relación de bienhechores en un extenso transcurso de tiempo que abarca más de un siglo y que conlleva una diversidad de manos amanuenses y distintos tipos de escritura, son las grandes fortalezas que hacen que este códice merezca una especial consideración y, de ahí, la cristalización de este estudio coral.

Estructurada en cuatro capítulos, las tintas de Oliveira Serrano conforman el primer bloque dedicado al conocimiento del contexto histórico general. Su discurso se articula a través de una relación cronológica de los priores perpetuos del citado monasterio benedictino. A tenor de este marco temporal, el autor investiga la distribución de bienhechores en cada uno de esos periodos permitiendo no solo conocer la simple enumeración de benefactores, sino que su estudio arroja información socio-política verdaderamente interesante. Sus tintas vislumbran tanto la itinerancia de la corte hasta finales del siglo XVI, como la preponderancia de reyes y nobles como principales benefactores, proyectando de esta manera una verdadera alianza entre realeza y centro monástico. Asimismo, este análisis cronológico permite sondear el paulatino aumento de bienhechores hasta los tiempos de los Reyes Católicos y su descenso considerable conforme se afianza la congregación de benedictinos a principios del siglo XVI.

De forma paralela a este breve análisis contextual el autor dedica un amplio espacio a la elaboración de un catálogo biográfico del libro de los bienhechores. Enumera a modo de listado cada uno de los benefactores tal como aparecen en el códice original, y esta relación se ve provista de un acompañamiento reflexivo que el mismo autor modestamente define como “complementario”, pero pienso que oficiosamente habría que definirlo como esencial, pues añade al relato pormenorizado tanto los argumentos del historiador fray Mancio de Torres como diversas fuentes archivísticas y una extensa bibliografía.

El segundo bloque de la monografía versa sobre el estudio de los aspectos codicológicos y paleográficos del manuscrito. La aportación de la especialista Elisa Ruiz García es un sugerente ejercicio por conocer aspectos que suelen pasar inadvertidos. La motivación del ejemplar, su proceso de elaboración, un profundo estudio paleográfico que intuye las posible manos que compusieron el texto, y el intrincado historial del códice desde su última entrada escrita hasta su deposición final en el Fitzwilliam Museum de la University of Cambridge, componen un variado espectro que muestra al lector la traza anatómica del ejemplar.

Si se continúa con el desarrollo que sugiere el índice, la mirada artística se desarrolla en el tercer capítulo. En este, Josefina Plas Badenas profundiza en la riqueza de las ilustraciones abordándolas desde el estudio unitario. Investiga tanto la imagen como su relación con el texto que acompaña, conformado un perfecto binomio que considera inseparable.

Se debe aclarar que, al no existir cohesión entre todo el programa iconográfico, la autora analiza las miniaturas en función de una sistematización cronológica –a todas luces imaginaria– que le sirve para ordenar lo que considera las tres etapas fundamentales: una primera etapa de sobriedad ilustrativa quizás por las dificultades económicas de la comunidad de religiosos, seguida del periodo de brillantez con la asimilación del lenguaje figurativo del sur de los Países Bajos en un segundo periodo, y un ocaso temporal en el cual se adscriben los retratos reales de los reyes Felipe III y Felipe IV, inspirados en el estilo del siglo XVII. A pesar de la gran dificultad de no conocer a los autores de estos materiales, la autora ofrece las primeras herramientas para poder desentrañar la excesiva cantidad de producción miniada en Castilla, que como señala, aún está pendiente de un desarrollo sistemático.

En la búsqueda de finalizar el estudio y a modo de coda que corone esta triada de autores, el cuarto capítulo incluye la transcripción del texto que hiciera en el año 1963 García M. Colombás con ciertas correcciones en relación a las erratas y omisiones.

Este meritorio trabajo consigue desvelar tanto las formas como el contenido, y a su vez coadyuva a estas aportaciones la inclusión de la edición transcrita de la obra proporcionando sin lugar a dudas, un amplio camino de investigación en ciernes que incentiva el interés del lector línea tras línea. A pesar del buen hacer, se echa en falta un profundo estudio en conjunto, pues las tintas denotan un trabajo independiente por las reiteraciones excesivas que se realizan tanto a nivel contextual, como relacionado con la fortuna intrincada que sufrió el códice. Efectivamente, es una verdadera muestra multidisciplinar que pienso que acaba obligando al lector a coser esos indudables nexos entre disciplinas que tanto se abogan.

Javier Herrera Vicente

Universidad de Salamanca, España

0000-0002-2465-7301