RESEÑA

Revista de Historia del Arte, nº 29 (2023): 496-498 eISSN: 2659-5230. https://doi.org/10.46661/atrio.8473

Rojas Bustamante, Juan Pablo

La Orden de Predicadores en Salamanca durante la Baja Edad Media. Estudio histórico artístico del convento medieval de San Esteban

Salamanca: Centro de Estudios Salmantinos, Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes, 2023, 214 págs.

ISBN 978-84-86820-63-3

Hoy la Historia del Arte continúa aquejando las consecuencias derivadas de la exaltación y la redacción de su relato en torno a un reducido catálogo de obras de arte canónicas. Convertidas en verdaderos iconos por la cultura actual y por la academia tradicional, el acercamiento a tales construcciones historiográficas y, aún más, la reconsideración de su estudio desde los supuestos y estructuras que les son propios, suponen uno de los mayores retos que esta disciplina debe abordar en las décadas venideras.

Con tal convicción se configura el trabajo realizado por el doctor Juan Pablo Rojas Bustamante en su ópera prima. Este reciente volumen, que se corresponde con la primera parte de su tesis doctoral, reconstruye y contribuye con nuevas miradas al estudio de uno de esos iconos de la arquitectura moderna y de la totalidad de la Historia del Arte hispánico: el convento de San Esteban de Salamanca.

Como comentara Jaques Le Goff, el mapa de las casas franciscanas y dominicanas a finales del siglo XIII es el mapa urbano de la cristiandad y, en efecto, como buena parte de las fundaciones que las órdenes mendicantes realizan en el paradigma medieval, la historiografía ha demostrado que San Esteban redefine el horizonte devocional de la ciudad salmantina y su proyección cívica. Sin embargo, es sabido también que el complejo paisaje monástico que estas casas de frailes edifican en la meseta castellana pasa por un momento de esplendor con la llegada del Renacimiento, tanto más en el caso de los predicadores de Santo Domingo y su profunda implicación cortesana y universitaria. Consecuentemente, y en virtud del ensalzamiento humanista, la historiografía se cegó por la magnificencia plateresca y, con ello, la génesis medieval de buena parte de estos cenobios resultó ensombrecida; así como olvidado quedó el hecho de que, en muchos casos, la iconicidad de las fachadas, templos y claustros conventuales no es sino una continuación y revitalización de los pilares bien fundados que se gestaron dentro de los entramados urbanos bajomedievales.

El trabajo del doctor Rojas Bustamante despeja algunas de esas incógnitas que circundan a las fundaciones dominicas en la Edad Media. Para ello se organiza el volumen en cuatro capítulos, precedidos de una introducción. Corresponde al primero de ellos una ímproba labor de síntesis en la que el autor contextualiza el carisma de los predicadores en el indisociable panorama del Estudio salmantino, desde el siglo XIII al XVI. En estas páginas reclama la capitalidad de la Orden como agente activo del ambiente intelectual salmantino en el ámbito de las enseñanzas teológicas, filosóficas, lógicas o gramáticas, desde la configuración de su propia escuela conventual hasta la consolidación de los dominicos de San Esteban en la universidad del siglo XV.

Planteado lo anterior, que sirve como notas introductorias para los lectores menos versados en historia monástica, desarrolla Rojas Bustamante las complejas problemáticas que han circundado el estudio de las realidades arquitectónicas en las que se desarrolla el carisma de los frailes. En torno al binomio forma-función, a las infructuosas búsquedas de modelos unitarios, a sus valores simbólicos y materiales o a la codificación de características mendicantes que aúnen el rico panorama de la arquitectura dominica, la historiografía ha ampliado sus horizontes, como refiere el autor, con el fin de aprehender la rica pluralidad de la experiencia histórica de la Orden de Predicadores, sin que por ello se encuentre este ámbito de estudio cercano a una comprensión total de sus arquitecturas.

Conforme a tales planteamientos, con un predominante apoyo documental, el joven doctor pasa a desmenuzar, en los restantes capítulos del libro, la historia constructiva de la fundación salmantina. Inicia, para ello, una crónica del establecimiento de la Orden en los arrabales de la ciudad, con el nombre de San Juan el Blanco, cuyo desarrollo visual vincula Rojas Bustamante con el vecino modelo italiano de Santo Domingo de Bolonia, con una voluntad icónica y evocadora. Traza la evolución urbana del conjunto y las implicaciones parroquiales del nuevo emplazamiento del convento de San Esteban. Configura la atmósfera de evolución del mismo, imbricada en un rico contexto conformado por los privilegios papales y diocesanos asociados al ejercicio de la predicación, por los procesos ligados a la elección de sepultura de las oligarquías locales, el creciente peso del tomismo averroísta o la adaptación de los lenguajes visuales a las necesidades litúrgicas específicas de la Orden. Se encarga, así mismo, de rastrear los ecos de la presencia dominicana en Salamanca y su proyección a través de la actividad pastoral en la totalidad de la topografía devocional de la ciudad.

Conforme a todos estos supuestos, el autor también recoge en el volumen la identidad singular de cada una de las estancias conventuales de San Esteban. Su estudio del claustro de Aljibes, el salón De profundis, los dormitorios superiores o la capilla de las Reliquias le permiten aclarar algunas confusiones documentales que la historiografía especializada había venido arrastrando, condicionada, sin duda, por la expansión acaecida en el conjunto desde finales del siglo XV a principios del siglo XVI. Contra los tópicos que apuntan a un fundación modesta en artificiosa comparación con el esplendor renacentista de siglos posteriores, sus investigaciones llevan a Rojas Bustamante a realizar una cautelosa reconstrucción de la articulación de algunas de estas dependencias, previas a los cambios y adaptaciones acaecidos a las mismas en el contexto de implantación de la Reforma entre los siglos XIV y XVI.

Las novedades e hipótesis planteadas le valieron a esta investigación el accésit del Premio Villar y Macías 2022 del Centro de Estudios Salmantinos, casa editora de esta monografía junto con la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes. A ambas instituciones se debe la remarcable calidad de la impresión. Reste solo añadir que, como se ha podido comprobar con las notas anteriores, La Orden de Predicadores en Salamanca durante la Baja Edad Media supone el punto de partida de una prometedora carrera investigadora cuyos primeros frutos ya eran intuidos por los trabajos previos a la tesis doctoral de Rojas Bustamante y que, con esta nueva publicación, se confirma.

Lara Arribas Ramos

Universidad de Salamanca, España

0000-0002-9504-1360