RESEÑA

Revista de Historia del Arte, nº 29 (2023): 492-495 eISSN: 2659-5230. https://doi.org/10.46661/atrio.8818

Pazos-López, Ángel, y Ana María Cuesta Sánchez, eds.

Las imágenes de los animales fantásticos en la Edad Media

Gijón: Ediciones Trea, 2022, 616 págs.

ISBN 978-84-19525-21-5

A finales de 2018, los días 12, 13, 19 y 20 de noviembre, en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid se celebró un seminario titulado: Animales fantásticos y dónde encontrarlos en la Edad Media, impulsado por el grupo de investigación CAPIRE (Colectivo para el Análisis Pluridisciplinar de la Iconografía Religiosa Europea). Fue una actividad académica de extensión universitaria modélica, liderada por un comité científico plural y de mentalidad abierta, presidido por el Dr. José María Salvador González, el director del citado grupo de investigación, donde se matricularon más de 400 estudiantes. Eso es lo que ocurre cuando los docentes universitarios abandonan la ensimismada erudición de sus investigaciones, basadas sólo en los intereses particulares, que apenas tienen eco entre los estudiantes (nuestro público objetivo) y escuchan lo que el alumnado y la sociedad nos piden a los tres niveles en los que tenemos la obligación de actuar: investigación, docencia y transferencia del conocimiento. En 2016 se había estrenado el film británico-estadounidense dirigido por David Yates Animales fantásticos y dónde encontrarlos, dentro de la saga épico-fantástica de Harry Potter, y el éxito de esa película, visionada por toda una generación de universitarios, hizo que muchos de ellos se preguntaran: ¿quiénes son esos bellos seres de la otredad a los que conocemos como animales fantásticos, no siempre monstruos, a menudo ambiguos en su significado benéfico o maléfico? ¿Dónde habitan, más allá de la imaginación y de los paisajes espirituales de quienes les dieron vida? ¿Cuál es su trascendencia a la hora de entender e interpretar el legado cultural e histórico-artístico que hemos recibido? Doce profesores intentaron, por medio de conferencias y debates, responder a esas y a otras muchas preguntas.

La calidad de las ponencias, el interés que generaron entre quienes asistieron a ese seminario, los debates y mesas redondas de aquel ambicioso foro intelectual, y ¿por qué no recocerlo? un cierto vacío historiográfico, que ha sido consecuencia de una no menos evidente falta de interés por parte de nuestra comunidad académica, animaron al Dr. Ángel Pazos López y a la Dra. Ana María Cuesta Sánchez a coordinar un libro colectivo que ahora ve la luz, en 2022, gracias a Ediciones Trea. Algunos de los profesores que participaron en el seminario de 2018 pusieron blanco sobre negro sus puntos de vista sobre los seres fantásticos que pueblan el arte de la Antigüedad y la Edad Media y cómo esos seres llegan a nuestro mundo actual, leídos y con relecturas que los significan y resignifican continuamente. Algunos investigadores que no participaron en aquel seminario, viendo lo mucho que allí se aportó, se sumaron al libro colectivo escribiendo artículos en los que dan a conocer los resultados de sus investigaciones inéditas.

Por desgracia, el estudio de todo aquello que tiene que ver con la fantasía nunca ha sido visto con buenos ojos por los más ortodoxos guardianes de la disciplina profesional de la Historia del Arte, salvo para menospreciarlos o para tratar a estos seres como un reflejo anecdótico de los anhelos que tuvieron algunas sociedades del pasado de sublimar en esos seres lo que deseaban ser y no eran. Se olvidan que en el Credo, una de las principales oraciones del cristianismo, se dice: creo en lo visible y lo invisible y que los seres fantásticos, a quienes nunca hemos visto, viven en nuestros corazones y en nuestras mentes y, desde ese lugar, colonizan nuestros libros, claustros, catedrales, monasterios, castillos y palacios. Por fin un libro, modélico en su formato, propone un estudio global de la imagen de los animales fantásticos en la Edad Media a través de 17 artículos planteados al mismo nivel metodológico que los trabajos científicos que sobre iconografía e iconología se hacen en otros países europeos a los que consideramos punteros en investigación.

En el primer bloque del libro se explican los conceptos fundamentales y contextos culturales que generaron los animales fantásticos medievales. Ricardo Isidro Piñero Moral analiza la estética del bestiario cristiano medieval y resitúa su análisis entre la investigación de lo natural, la poesía y la significación teológica. Ana María Cuesta Sánchez y Ángel Pazos López proponen un minucioso estudio de caso centrado en el análisis del bestiario pétreo del monasterio de San Salvador de Oña y hacen una propuesta metodológica que bien podría exportarse a otras abadías. Gorka López de Munain e Isabel Mellén se adentran en los lugares liminares donde habitan los monstruos desde la experiencia de lo visual. Gloria Torres Asensio analiza los animales fabulosos en la literatura galesa desde una perspectiva filológica.

En el segundo bloque del libro se atiende a los soportes sobre los que se representan los animales fantásticos. Ángela Franco Mata, desde un preciso conocimiento de las fuentes escritas y figurativas, analiza los seres fantásticos representados en los Beatos, un tema trascendente que nutre el repertorio de las artes visuales de toda la Edad Media hispana. Dolores Herrero Ferrio analiza los animales fantásticos que pueblan las gárgolas del gótico y María Balibrea Melero propone una aproximación a los seres fantásticos bosquimanos.

El tercer bloque del libro, el más extenso de los tres en que se organiza, analiza algunos animales fantásticos a través de artículos monográficos en los que se estudia su iconografía, su iconología y la evolución de sus formas, significantes y significados, teniendo siempre en cuenta la teoría de la comunicación y la semiótica. Álvaro Ibáñez Chacón estudia las sirenas-pájaro en la antigüedad grecolatina y la relación entre la literatura y la imagen. Sara Arroyo Cuadra analiza los grifos y la transmisión figurativa de un ser fantástico nacido en el arte del Próximo Oriente Antiguo que pasó al mundo medieval. Lourdes Diego Barrado nos habla del fénix y del significado cristológico de su eterno resurgir. Marta Carrasco Ferrer y Miguel Ángel Elvira Barba analizan el dragón y el ceto, el famoso monstruo marino, así como el fenómeno de retro alimentación entre la imagen de ambos seres dentro de las artes visuales. Nadia Mariana Consiglieri estudia el anfisbena e Inés Monteira Arias el centauro y su significado en el arte románico, el compañero inseparable de las sirenas. Ana Valtierra Lacalle analiza, aportando puntos de vista sugerentes y muy bien documentados, el modo en que la representación del dios egipcio del nacimiento del día, Hor-em-Ajet, fue interpretado por los griegos como el enigmático ser femenino que se alimenta de varones y conocemos como la esfinge del mito de Edipo, y cómo este ser pasó a la Edad Media. Adriana Gallardo Luque centra su estudio en el poliédrico significado del unicornio; Jacqueline Leclercq Marx propone un original análisis del antropomorfismo de algunos monstruos medievales y Andrea Vanina Neyra analiza los cinocéfalos.

En 2019, cuando se empezaban a recopilar los 17 estudios monográficos que ahora ven la luz y componen este libro, se hizo pública la triste noticia del fallecimiento del Dr. Fernando Villaseñor Sebastián, que tantas páginas de su producción científica dedicó a estudiar los seres fantásticos, los monstruos, la otredad y todo lo diverso que se halla en los espacios marginales y marginados por la gran historiografía artística de la Edad Media que lo aplasta todo. Su participación en el seminario Animales fantásticos y dónde encontrarlos en la Edad Media no pudo traducirse en un artículo por su prematura muerte. Con notable acierto, los editores de este magnífico libro le dedican sus 616 páginas: “al brillante investigador e incansable amante del conocimiento”. El libro Las imágenes de los animales fantásticos en la Edad Media es un trabajo redondo que supone un sentido homenaje al Dr. Villaseñor Sebastián y un punto de partida para otras publicaciones; un verdadero modelo de trabajo silencioso y paciente, de buen hacer, lleno de aportaciones inéditas, alejadas de fuegos de artificio y cálidamente próximas a lo que debe ser un verdadero conocimiento científico y metodológico.

Herbert González Zymla

Universidad Complutense de Madrid, España

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