12 meses, 12 noticias FCEx

LA FUNDACIÓN REAL FÁBRICA DE TAPICES DE MADRID IMPLEMENTA SU PLAN DE SALVAGUARDA DE COLECCIONES JUNTO A LA UNIVERSIDAD PABLO DE OLAVIDE. Mayo 2024

El 11 de marzo de 2024 se llevó a cabo en las instalaciones de la Real Fábrica de Tapices de Madrid un simulacro de emergencia y activación de su Plan de Salvaguarda de Colecciones en colaboración con el equipo PAI TEP 199 de la UPO y Mission Track.

La Fundación Real Fábrica de Tapices de Madrid, una de las reales fábricas establecidas en el siglo XVIII por iniciativa de la Corona española, resguarda actualmente valiosos archivos documentales y custodia un patrimonio textil de valor incalculable. Además, posee telares históricos que la distinguen como una institución singular en la transmisión de métodos de producción y trabajo artesanal y profesionalizado, sinónimo de calidad, convirtiéndola en un referente para la fabricación, tratamiento, limpieza y restauración de alfombras y tapices históricos.

Para garantizar la protección de su labor de custodia y una óptima gestión de conservación, la Fundación Real Fábrica de Tapices ha colaborado con el equipo PAI TEP 199 de la Universidad Pablo de Olavide y la empresa Mission Track en la elaboración de su Plan de Salvaguarda de Colecciones, basado en el modelo desarrollado por el equipo de la doctora Pilar Ortiz. Este plan analiza la significancia de las colecciones, así como los peligros y riesgos de las instalaciones, con el objetivo de optimizar la gestión de una situación de emergencia y la protección de bienes culturales. Este trabajo, desarrollado durante meses, culminó el pasado 11 de marzo con la realización de un simulacro en las instalaciones de la Real Fábrica de Tapices en Madrid, donde se activó el Plan de Salvaguarda de Colecciones a través del sistema de información y comunicaciones ART-RISK 4 Mission Track, que permite la coordinación y gestión integral de la emergencia mediante los dispositivos móviles del personal involucrado.

El ejercicio de simulacro permitió avanzar en la gestión de situaciones de emergencia que afectan a entornos patrimoniales, brindando entrenamiento en intervención, coordinación, rescate y tratamiento de obras de arte y archivos documentales, elementos como los que custodia la Fundación Real Fábrica de Tapices.

El desarrollo del sistema de información y comunicaciones ART-RISK 4 Mission Track surge de la colaboración entre Mission Track y la Universidad Pablo de Olavide. La colaboración entre la Fundación Real Fábrica de Tapices de Madrid y la Universidad Pablo de Olavide se enmarca en el proyecto FENIX 4.0 (Proyecto PDC2022-133157-I00 financiado por MCIN/AEI/10.13039/501100011033 y por la Unión Europea Next GenerationEU/ PRTR).

UN EQUIPO INTERNACIONAL DEL QUE HA FORMADO PARTE EL INVESTIGADOR DE LA FCEx SALVADOR RODRÍGUEZ GÓMEZ BALESTRA, OBTIENE LA ZEOLITA MÁS POROSA CONOCIDA HASTA LA FECHA. Abril 2024

Las zeolitas son silicatos cristalinos microporosos y están compuestos principalmente por Si, Al, O, Na, K o Ca, los elementos más abundantes de la corteza terrestre. Su origen puede ser natural en forma de mineral o sintético. Estos materiales tienen aplicaciones en descontaminación, catálisis, adsorción de gases e intercambio de cationes y son utilizados muy activa y abundantemente en la industria por lo que tienen una altísima demanda. Existen otros materiales, como los MOFs (redes metalorgánicas cristalinas); que han ganado protagonismo en las últimas décadas porque poseen propiedades más espectaculares de capacidad de adsorción. Sin embargo, su uso supone un reto para la industria, principalmente porque suelen tener problemas de estabilidad, o presentan algunos componentes que son contaminantes. A este respecto las zeolitas son mucho más estables, pero presentan el inconveniente de tener un poro más pequeño y por tanto menor capacidad de adsorción y procesamiento de moléculas grandes.

Por ese motivo, desde 1940 que comenzaron a crearse las primeras zeolitas sintéticas; ha sido un objetivo científico primordial la obtención de zeolitas estables con una mayor porosidad. “Esto ha supuesto un reto científico de gran escala, pues incluso había límites teóricos en porosidad para la síntesis de estas estructuras y esto había generado un debate en torno a su existencia” comenta el Dr. Rodríguez Gómez Balestra.

Precisamente el trabajo que ha llevado a cabo este equipo científico internacional liderado por el Prof. Miguel Camblor del ICMM-CSIC (Instituto de Ciencia de Materiales); desarrolla una estrategia de síntesis para generar zeolitas de muy alta porosidad y con características estructurales que se creía que no podían ser obtenidas experimentalmente. Concretamente el equipo ha creado “una estructura zeolita de composición SiO2 (puro silicato) con una densidad bajísima, es el óxido de silicio cristalino (SiO2) de menor densidad y mayor porosidad (más de 1500 m² / g) jamás registrado. Esto se ha conseguido usando una técnica novedosa de conectar unidades en forma de "cadenas", como si fueran "vigas" en un edificio de construcción. La clave fue cómo unir esas "vigas". En ellas, participaron unas unidades de SiO2 nunca vistas, denominadas T4R” explica el Dr. Rodríguez Gómez Balestra.

A la par de la síntesis se realizó una caracterización estructural profunda con técnicas avanzadas de difracción, microscopía y resonancia magnética nuclear (NMR) y un estudio teórico de la formación, estabilidad y NMR de la zeolita. Es en esta parte del trabajo, el estudio teórico, donde ha contribuido el Dr. Rodríguez Gómez Balestra, como único especialista y por tanto encargado de diseñar, ejecutar e interpretar los resultados de los cálculos realizados. Empleando cálculos cuánticos a diferentes niveles de complejidad, construcción de modelos atómicos realistas, relajación estructural por minimización de energía, mecanismos de reactividad de precursores de la zeolita para su ensamblaje molecular en la formación del cristal y el cálculo del espectro de NMR, logró una modelización con calidad cristalográfica que constituyó un elemento central en la confirmación de las nuevas unidades estructurales. Todo este trabajo lo ha realizado en el Centro de Cálculo Científico de la UPO (C3UPO).

El estudio que ha sido publicado en la revista Nature el pasado mes de marzo, abre nuevas puertas tanto para trabajos experimentales como de modelización estructural de zeolitas y materiales porosos. Esta publicación es la primera contribución del área de química física del Dpto. de Sistemas Físicos, Químicos y Naturales en dicha revista.

Más información en: “Interchain-expanded extra-large-pore zeolites” https://doi.org/10.1038/s41586-024-07194-6

PILAR ORTIZ CALDERON RECIBE EL RECONOCIMIENTO DE MUJER CREATIVA EN EL CAMPO DE LA CIENCIA EN UBRIQUE. NOTICIA DEL MES DE MARZO DE 2024

Con motivo del Día Internacional de la Mujer, celebrado el día 8 de marzo, la asociación FADAC (Feria Andaluza de Arte y Cultura) de Ubrique en colaboración con la Casa Azul y Movex, ha organizado un acto de reconocimiento a mujeres creativas en el campo de la ciencia, la empresa, el arte, la cultura y lo social. Entre las nueve galardonadas se encuentra la catedrática del área de Cristalografía y anterior decana Dra. Pilar Ortiz Calderón.

El acto se ha celebrado a las 12 del mediodía del día 8 de marzo en el Centro Tecnológico de la Piel de Ubrique; organizado por la ubriqueña Remedios Rubiales y presentado por Esperanza Cabello Izquierdo a él han acudido numerosas personas y autoridades entre ellas el alcalde de Ubrique.

Pilar Ortiz Calderón es Doctora en Química y profesora del Departamento de Sistemas Físicos, Químicos y Naturales de la FCEx, además de impartir docencia en el Grado de Ciencias Ambientales; es profesora en el Máster de Diagnóstico del Estado de Conservación del Patrimonio Histórico. Sus líneas de investigación se centran en los estudios sobre riesgos y vulnerabilidad del patrimonio histórico, Conservación preventiva, Técnicas No Destructivas y Nuevas tecnologías aplicadas al diagnóstico de materiales de interés histórico artístico. En la actualidad dirige el proyecto Art-Risk sobre conservación preventiva en edificios patrimoniales (https://www.upo.es/investiga/art-risk) y es responsable del grupo de investigación de la Junta de Andalucía Patrimonio, Tecnología y Medioambiente.

INVESTIGADORES DE LA FCEx DETERMINAN EL PAPEL FUNDAMENTAL DE LA COMUNIDAD MICROBIANA EN LAS PÉRDIDAS DE CARBONO DEL SUELO HACIA LA ATMOSFERA. NOTICIA DEL MES DE ENERO DE 2024

Los estudios realizados por los doctores Antonio Gallardo y Tadeo Sáez, del área de Ecología de la FCEx e investigadores del Laboratorio de Biodiversidad y Funcionamiento Ecosistémico (BioFunLab) del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla (IRNAS-CSIC); confirman que, los microorganismos del suelo juegan un papel crucial en la liberación a la atmósfera del carbono terrestre en forma de CO2 ya que esta comunidad regula el efecto de la temperatura en la respiración del suelo. Este hecho, en el proceso de calentamiento global que está sufriendo el planeta, supone, tal y como señala el Dr. Gallardo; una mala noticia en la lucha contra el cambio climático, ya que los ecosistemas de regiones frías contienen suelos ricos en carbono que presentan elevados niveles de biomasa microbiana. Los resultados, obtenidos de muestras recogidas en 327 ecosistemas de 27 países han sido publicados recientemente en la revista Nature Climate Change. Más información en:

https://www.upo.es/diario/ciencia/2023/12/determinan-que-el-microbioma-del-suelo-es-crucial-para-entender-las-perdidas-de-carbono-a-la-atmosfera/

Referencia:

Tadeo Sáez-Sandino, et al. The soil microbiome governs the response of microbial respiration to warming across the globe. Nature Climate Change. DOI: 10.1038/ s41558-023-01868-1

El equipo de investigación Patrimonio, Medio Ambiente y Tecnología de la FCEX, coordinador del simulacro de múltiple de emergencias y protección del patrimonio cultural en Antequera. Noticia del mes de diciembre 2023

El pasado 16 de noviembre, el grupo de investigación Patrimonio, Medio Ambiente y Tecnología de la Facultad de Ciencias Experimentales, ha coordinado junto al Institut Valencià de Conservació, Restauració i Investigació (IVCR+i) y por segundo año consecutivo; el simulacro múltiple de emergencias y protección del patrimonio cultural de la ciudad de Antequera. Concretamente se ha realizado un simulacro de terremoto e incendio en el Real Monasterio de San Zoilo, con ejercicios tanto en la Iglesia de San Francisco como en la Biblioteca Pública Municipal, en los que fue necesario el rescate de personas y de obras de arte. Durante el simulacro se ha ensayado el un nuevo software para el rescate de obras del patrimonio cultural, desarrollado por Universidad Pablo de Olavide, Institut Valencià de Conservació, Restauració i Investigació (IVCR+i) y MISSION TRACK (ART-RISK 4 Mission Track). Con este software se puede conocer donde están las obras fundamentales en cada momento, qué equipo tiene que intervenir, además de la trazabilidad del restaurador que lo ha trasladado de un lugar a otro junto con las decisiones tomadas por el equipo tras la emergencia.

El equipo liderado por la Dra. Pilar Ortiz Calderón, profesora del área de Cristalografía y Mineralogía del departamento de Sistemas Físicos y Naturales, está desarrollando los proyectos “Inteligencia Artificial y nuevas tecnologías aplicadas a la prevención y gestión de incendios y desastres naturales en Patrimonio Cultural (PC) mueble e inmueble” (FENIX), y el proyecto nacional de “Prueba de Concepto Análisis de viabilidad y pruebas end-user de Apps de prevención y gestión de incendios o desastres naturales para conservación de patrimonio cultural mueble e inmueble” (FENIX 4.0).

Mas información en el siguiente enlace

https://www.upo.es/diario/ciencia/2023/11/la-upo-participa-en-un-simulacro-multiple-de-terremoto-e-incendio-en-el-real-monasterio-de-san-zoilo-de-antequera/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=la-upo-participa-en-un-simulacro-multiple-de-terremoto-e-incendio-en-el-real-monasterio-de-san-zoilo-de-antequera

Investigadores del área de Física de la Tierra de la FCEX impulsan la iniciativa DOCU-CLIM, una base de datos global de información paleoclimática.Noticia del mes de Noviembre 2023

El clima de la Tierra está constituido por complejas dinámicas que son imprescindibles comprender para, en el marco de emergencia climática que vivimos en la actualidad, poder diseñar políticas climáticas eficaces. Para ello es fundamental contar con datos climáticos fiables y completos con los que reconstruir el clima pasado que permitan conocer el clima presente. Es precisamente en el ámbito de la información paleoclimática donde se centra la iniciativa DOCU-CLIM, una apuesta internacional por armar una base de datos global en la que integrar y añadir información paleoclimática que se encuentre al alcance de toda la comunidad científica y en la que por parte de la FCEX participa el grupo VARECLIM, liderado por Cristina Peña y David Gallego. Además, el profesor Gallego ha participado en una reciente publicación con más investigadores internacionales en la revista científica Scientific Data en la que se presenta la iniciativa DOCU-CLIM.

Más información en https://www.upo.es/diario/ciencia/2023/09/docu-clim-base-de-datos-pionera-estudiar-pasado-clima-tierra/

El profesor Dr. Antonio Rosal Raya resalta la necesidad de la concienciación social y el desarrollo de una legislación más eficaz para gestionar los residuos sólidos urbanos

Durante los días 27 y 28 del pasado mes de julio se impartió dentro de la programación de los cursos de verano de Olavide en Carmona, el curso “Compostaje y vermicompostaje como tecnologías para el aprovechamiento de los recursos contenidos en residuos urbanos”. Con motivo de su novena edición, el profesor Dr. Antonio Rosal Raya, director del curso y profesor titular del departamento de Biología Molecular e Ingeniería Química de la UPO, ha señalado que en esta edición se han hecho algunos cambios respectos años anteriores, fundamentalmente relacionados con la gestión descentralizada de los residuos orgánicos a nivel comunitario y domiciliario, que se han abordado con más profundidad. A lo largo de una entrevista concedida a Europa Press el Dr. Rosal Raya ha dado más detalles sobre posibles soluciones y líneas de actuación tanto a nivel individual, como gubernamental, social e industrial; que permitirían reducir la gran cantidad de residuos sólidos que se generan en la actualidad, 20 mil millones toneladas al año según la ONU, y con previsión de que se quintuplique en los dos próximos años. Más información en https://www.europapress.es/andalucia/sevilla-00357/noticia-profesor-upo-afirma-generan-torno-20-mil-millones-toneladas-residuos-solidos-ano-20230727152334.html

Dos profesores de la FCEx desarrollan una nueva técnica para la observación de la dinámica de la regulación de la estructura génica. Noticia del mes de Mayo 2023

El profesor de la Facultad de Ciencias Experimentales Víctor Tallada y el catedrático Juan Jiménez, ambos del Área de Genética, junto al investigador del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo (CABD) Emilio González, han perfeccionado un método de visualización por fluorescencia en células vivas para detectar la formación y actividad celular de la cohesina, el complejo proteico que mantiene la integridad de los cromosomas, asegurando así la correcta replicación del ADN y la regulación de la expresión génica y garantizando el reparto equitativo de las cromátidas durante la metafase entre las células descendientes tras la división celular.

La técnica que han desarrollado se denomina complementación bimolecular fluorescente, y con ella se permite una nueva forma de visualizar con alta precisión de discriminación aquellas partes de interés del complejo proteico de la cohesina. Víctor Tallada apunta que esta técnica de visualización perfeccionada, ayudará a la identificación de mutaciones de origen, que dan lugar a alteraciones genéticas, responsables de algunas enfermedades englobadas dentro de las cohesinopatías, como el síndrome de Cornelia de Lange o el síndrome de Roberts.

 

Click aquí para información más detallada de la noticia.

 

Acceso al artículo científico publicado.

Acto de Homenaje a Decanos de la Facultad de Ciencias Experimentales en el 25 Aniversario de la UPO. Noticia del mes de Febrero 2023

El pasado 11 de febrero de 2023, el equipo decanal de la Facultad de Ciencias Experimentales organizó la celebración de un acto de convivencia entre todos y todas las integrantes de la nuestra Facultad (personal de administración y servicios, estudiantes y profesorado docente e investigador) para conmemorar el 25 aniversario de la Universidad Pablo de Olavide.

En el Acto, la Decana de la Facultad, Pilar Ortiz Calderón, hizo público su reconocimiento a la labor fundamental y la dedicación prestada por anteriores Decanos a la construcción singular de esta Universidad. Durante este reconocimiento, la Decana hizo entrega de diversos regalos institucionales a los Decanos invitados al evento, agradeciendo su dedicación vocacional y la enorme herencia que todas y todos hemos recibido.    

El profesor del área de Química Física, Santiago Lago Aranda fue el primer Decano de esta Facultad durante periodo comprendido entre el 7 de octubre de 1998 y el 26 de marzo de 2001. El profesor del área de Ecología, José Ángel Merino Ortega, Decano desde el 27 de marzo de 2001 al 28 de julio de 2002. Modesto Luceño Garcés, profesor del área de Botánica y Decano desde el 29 de julio de 2002 hasta el 6 de marzo de 2006. El profesor del área de Zoología, Manuel Ferreras Romero, Decano desde el 7 de marzo de 2006 hasta el 27 de abril de 2011. Antonio Gallardo Correa, profesor del área de Ecología, Decano desde el 28 de abril de 2011 hasta el 26 de septiembre de 2017. La profesora del área de Cristalografía y Mineralogía, Pilar Ortiz Calderón, es la actual Decana desde el 27 de septiembre de 2017.

Estudios preclínicos in vitro evidencian la efectividad del tratamiento con carnitina y vitamina b5 para el síndrome KAT6A. Noticia del mes de Enero 2023

El grupo de investigación liderado por el profesor de la Facultad de Ciencias Experimentales José Antonio Sánchez Alcázar, catedrático del Área de Biología Celular de la Universidad Pablo de Olavide e investigador del Centro Andaluz Centro Andaluz de Biología del Desarrollo (CABD) aportan pruebas experimentales de la eficiencia del tratamiento con L-carnitina y ácido pantoténico (vitamina B5) en células de pacientes con el síndrome KAT6A.  

Este síndrome, también conocido como síndrome de Arboleda-Tham (ARTHS), es una enfermedad genética muy poco frecuente y diagnosticada por primera vez en 2015. Su base patológica es la alteración del desarrollo neurológico que conduce a múltiples malformaciones y distintas formas clínicas como el dimorfismo facial, incapacidad o gran dificultad para el habla y defectos cardíacos.  La lisina-acetiltransferasa 6A (KAT6A) es una enzima que cataliza la transferencia de grupos acetilo a residuos de lisina-9 en la histona H3 (H3K9), desempeñando un papel fundamental en la regulación de la expresión génica de otras proteínas. Desde 2022, unas 350 personas fueron diagnosticadas con este síndrome en todo el mundo y curiosamente, la mutación de KAT6A fue de novo, por lo que no fue heredada del padre o de la madre.

Desafortunadamente, debido a la rareza de la enfermedad hasta hoy no existe un tratamiento estandarizado ni ensayos clínicos en las que se hayan incluido un número considerable de pacientes. Tan solo se han reportado casos únicos o series pequeño número de pacientes.  Por suerte, los resultados del estudio dirigido por el profesor José Antonio Sánchez sugieren que el tratamiento con pantotenato de sodio y L-carnitina corregiría la falta de expresión proteínas al restablecer la acetilación de las histonas en las células de pacientes.

Adicionalmente, tal y como explica nuestro compañero José Antonio, “hipótesis recientes señalan que las mutaciones en el gen KAT6A afectan de forma secundaria a la función mitocondrial y que fármacos que actúan a nivel mitocondrial como el pantotenato y la L-carnitina son capaces de revertir los fenotipos clínicos de la enfermedad, es decir, sus síntomas o consecuencias clínicas relevantes”. Los resultados del estudio evidenciaron que la suplementación con L-carnitina y pantotenato sódico promovía una mejora en las actividades clave en el proceso mitocondrial bioenergético que estaba comprometido en las células mutantes estudiadas. 

 

Click aquí para información más detallada de la noticia.

 

Acceso al artículo científico publicado.

Recomendaciones dietéticas para el tratamiento de la enfermedad del hígado graso no alcohólico: una perspectiva de geometría nutricional. Noticia del mes de Noviembre

Un estudio publicado por el profesor de la Facultad de Ciencias Experimentales Franz Martín-Bermudo, catedrático del Área de Nutrición y Bromatología de la Universidad Pablo de Olavide e investigador del Centro Andaluz Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (CABIMER) y del CIBER de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM), en colaboración con los grupos del CIBER de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD) y de Enfermedades Infecciosas (CIBERINFEC), revela la importancia de la nutrición y el establecimiento de patrones dietéticos específicos para mejorar enfermedades metabólicas como la asociada al hígado graso no alcohólico (EHGNA).

En el estudio se pone en relieve la necesidad de llevar a cabo intervenciones dietéticas personalizadas dado que hay macronutrientes, vitaminas y minerales que tienen un papel protector sobre el desarrollo de la EHGNA, pero otros elementos que pueden ingerirse en exceso, contribuyen a la aparición y/o al empeoramiento de la evolución de la enfermedad, por lo que la dieta podría ser tanto la culpable como la solución de la EHGNA. Se ha observado que las modificaciones dietéticas exhiben un mayor impacto positivo en esta enfermedad hepática que la modificación en las cantidades singulares de los nutrientes, de ahí que se concluya que debe haber una relación intrínseca entre nutrientes de la dieta, la cual mejora el resultado con el tratamiento combinado de los mismos.

Por todo ello, la geometría nutricional, un modelo matemático que define las relaciones entre nutriente-alimento-dieta y su impacto sobre la salud, ayuda en la comprensión de las interacciones concretas entre estos tres elementos, para así lograr un abordaje eficaz que tenga en cuenta la interacción entre la comida, las características de la enfermedad y la mejora significativa del tejido hepático. “Con esta aproximación podemos conocer el punto de partida dietético de los pacientes y generar modelos predictivos que nos permitan diseñar una dieta personalizada para los pacientes, en función de las características clínicas e histológicas de la EHGNA”, ha explicado el Dr. Martín-Bermudo.

 

 

Click aquí para información más detallada de la noticia.

 

Acceso al artículo científico publicado.

Una investigación de la UPO en colaboración con la UCM revela las causas de la resistencia a la sequía del pinsapo. Noticia del mes de Octubre.

La investigadora Irene Cobo-Simón, autora principal del estudio, y los profesores de la UPO, Juan Carlos Linares y José Seco, en colaboración con investigadores de la Universidad Complutense de Madrid, han publicado los resultados de su investigación en la revista de alto impacto Tree Physiology. El estudio revela las diferencias tanto fisiológicas como genéticas entre los individuos de pinsapo resilientes y sensibles, que podrían explicar su distinta capacidad para tolerar la sequía. Uno de los hallazgos más interesantes fue el papel de los genes relacionados con la regulación epigenética en los individuos resilientes.

 Desde hace tiempo, se ha observado cómo las poblaciones de pinsapo “trepan” por las laderas en busca de condiciones climáticas más favorables. Las limitaciones en su migración hacia zonas de mayor altitud son motivo de preocupación y han llevado a declarar al pinsapo especie en peligro según la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Sin embargo, existen individuos de pinsapo en zonas afectadas por la sequía que persisten contra todo pronóstico. Estas observaciones llevaron al grupo de investigadores a preguntarse si podría haber una base fisiológica y/o genética en la mayor tolerancia a la sequía de estos individuos.

Así, la investigadora Irene Cobo-Simón y sus colaboradores diseñaron un novedoso estudio capaz de monitorizar, no solo la expresión genética y la respuesta fisiológica del pinsapo durante la sequía, sino también su resiliencia (es decir, su capacidad de recuperarse una vez finalizado el estrés). Al igual que en el medio natural, se observaron dos respuestas: individuos capaces de recuperarse tras el estrés (resilientes) y otros incapaces de recuperarse (sensibles). A continuación, analizaron posibles diferencias fisiológicas y genéticas, tanto de expresión como de marcadores genéticos, entre ambas respuestas. Entre sus hallazgos observaron que los individuos resilientes activaban los genes relacionados con la fotosíntesis e inhibían aquellos relacionados con el crecimiento aéreo del árbol, lo cual sugiere un cambio en biomasa brotes/raíces en un intento de mejora de la absorción de agua y del balance de carbono de toda la planta.

 

Además de la Universidad Pablo de Olavide y la Universidad Complutense de Madrid, han colaborado en este trabajo investigadores de la Universidad de California en Davis (EEUU), la Universidad de Connecticut (EEUU) y el Centro de Regulación Genómica de Barcelona.

 

Click aquí para información más detallada de la noticia.

 

Acceso al artículo científico publicado,

La disfunción mitocondrial se puede reducir con restricción calórica. Noticia del mes de Agosto.

Investigadores de la Universidad Pablo de Olavide, CIBERER, CSIC y NIH han publicado un estudio en la revista Frontiers in Physiology que abre las puertas a estudiar la restricción calórica como modulador metabólico en distintos modelos de enfermedades mitocondriales

 

25 de julio de 2022

 

Investigadores del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo (CABD-CSIC) y del Departamento de Fisiología, Anatomía y Biología Celular de la Universidad Pablo de Olavide, de las unidades U729, U703 y U737 del CIBERER y de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos han publicado un estudio en la revista Frontiers in Physiology, en el que demuestran que la restricción calórica, un procedimiento que aumenta la longevidad en múltiples organismos, puede reducir la disfunción mitocondrial asociada con la reducción en coenzima Q en un modelo de ratón.

 

El estudio ha sido liderado por el investigador y profesor de la Facultad de Ciencias Experimentales Plácido Navas, exjefe de la U729 CIBERER y experto en fisiología y metabolismo mitocondrial, y ha sido desarrollado como parte de su tesis doctoral por Juan Diego Hernández-Camacho, estudiante de doctorado de la Universidad Pablo de Olavide. En el estudio se determinó cómo la restricción calórica afectaba a la fisiología del músculo en un modelo de ratón mutante para la proteína Adck2. Este ratón presenta una disfunción mitocondrial y sufre síndrome metabólico de forma similar a la enfermedad que sufren pacientes con la misma mutación, motivo por el que se procedió al estudio en este modelo.

 

Desde hace bastante tiempo se conoce que la restricción calórica incrementa la esperanza y la calidad de vida en ratones, que retrasa la aparición de enfermedades crónicas asociadas al envejecimiento y que es capaz de modular múltiples factores metabólicos. Pero hasta ahora no se había usado para estudiar la evolución de una enfermedad mitocondrial. Por ello, los ratones adultos se mantuvieron en restricción calórica durante siete meses para así inducir adaptaciones metabólicas a largo plazo.

 

Los ratones así tratados presentaron una mejora en el metabolismo de la glucosa y mayor sensibilidad a la insulina. Por otro lado, los ratones mutantes bajo restricción calórica presentaron cambios en la composición de las fibras del músculo esquelético que mostraron un perfil más oxidativo, un incremento de la respiración mitocondrial y una mejora de la función de las células madre del músculo. Todo ello indica una mejora en la capacidad metabólica dependiente de las mitocondrias. Los autores concluyen que los beneficios observados en el modelo mutante podrían estar asociados a un aumento de los niveles de coenzima Q mitocondrial, una activación de la biogénesis mitocondrial y un incremento de ciertos marcadores de adaptación a la restricción calórica y al ayuno.

 

Daniel José Moreno, profesor de la Facultad de Ciencias Experimentales, uno de los autores del artículo y codirector de la tesis de la que forma parte el estudio, señala que “los efectos positivos observados en el modelo mutante en términos metabólicos abren las puertas a estudiar la restricción calórica como modulador metabólico en otros modelos de enfermedades mitocondriales. Sin lugar a dudas podríamos pensar que la restricción calórica permitiría profundizar en los mecanismos biológicos como investigación básica pero que, a largo plazo podría llegar a tener aplicaciones clínicas para pacientes que sufran enfermedades asociadas con el metabolismo mitocondrial, aunque para ello sería necesario un mayor número de estudios y ensayos”.

 

El grupo de investigación principal del estudio se ha especializado en la caracterización y estudio de enfermedades mitocondriales y, en especial, en aquellas que afectan a la síntesis de coenzima Q, una molécula esencial para el metabolismo y la protección antioxidante. El investigador principal, Plácido Navas, resalta que los diferentes modelos celulares y animales desarrollados para estudiar estas enfermedades son esenciales para entender los cambios fisiológicos asociados con la patología y poder así entender mejor la sintomatología de la enfermedad y abordar terapias más adecuadas para cada caso. “Cada mutación afecta a las proteínas de forma diferente y es el conocimiento de estas particularidades el que permite abordar tratamientos más eficientes para cada caso” indica.

 

Más información: Hernández-Camacho JD, Fernández-Ayala DJM, Vicente-García C, Navas-Enamorado I, López-Lluch G, Oliva C, Artuch R, Garcia-Villoria J, Ribes A, de Cabo R, Carvajal JJ and Navas P (2022) Calorie Restriction Rescues Mitochondrial Dysfunction in Adck2-Deficient Skeletal Muscle. Front. Physiol. 13:898792. Doi: 10.3389/fphys.2022.898792

 

 

          Contacto: Daniel José Moreno Fernández-Ayala

          Facultad de Ciencias Experimentales

          Centro Andaluz de Biología del Desarrollo

          E-mail: dmorfer@upo.es

          Teléfono: (+34) 606035723

 

 

Un equipo de investigación liderado por la profesora Eva Camacho caracteriza la vía de degradación del ibuprofeno en la bacteria MPO218. Noticia del mes de Junio.

Un reciente estudio de investigación experimental liderado por la Dra. Eva M. Camacho, profesora de la Facultad de Ciencias Experimentales e investigadora del grupo ‘Expresión génica en bacterias de interés medioambiental’ en el Centro Andaluz de Biología del Desarrollo (CABD), identifica todo el conjunto de genes que requiere la cepa de bacteria Rhizorhabdus wittichii MPO218 para degradar ibuprofeno, uno de los compuestos farmacéuticos más utilizados en el mundo y que aparece con mayor frecuencia como contaminante en suelos, sedimentos y agua.

La investigación, realizada en el CABD (centro mixto de la Universidad Pablo de Olavide, el Centro Superior de Investigaciones Científicas y la Junta de Andalucía), pone el foco en los genes que permiten a esta cepa de bacterias degradar el ibuprofeno y la capacidad para mantenerlos. “Este conocimiento es fundamental si queremos usar esta bacteria como biorremediadora, es decir, usarla para eliminar la contaminación por ibuprofeno del agua”, explican los investigadores.

El trabajo ha sido publicado en la revista internacional Applied and Environmental Microbiology de la Sociedad Americana de Microbiología, siendo Magaly Aulestia la primera autora del artículo.

 

Estudio de Rhizorhabdus wittichii MPO218

La Dra. Eva Camacho cuenta cómo el “proyecto empieza cuando se aisla la cepa MPO218 a partir de los fangos activos de una planta depuradora de aguas (EDAR) de una empresa farmacéutica”.  Esta bacteria pertenece a la especie Rhizorhabdus wittichii y es capaz tanto de crecer comiendo únicamente ibuprofeno como de transferir esta capacidad a otras bacterias de la misma familia. Sin embargo, el grupo de investigación observa que la capacidad de comer ibuprofeno se pierde con mucha facilidad cuando hay otras fuentes de alimentos alternativas.

En este trabajo se ha identificado todo el conjunto de genes que requiere MPO218 para degradar ibuprofeno y que están en el megaplásmido pIBU218 (un plásmido es una molécula de ADN más pequeña que el cromosoma). “Este plásmido en particular tiene varias regiones implicadas en la degradación de ibuprofeno’, apunta Magaly Aulestia.

Algunos estudios han demostrado el efecto tóxico que produce sobre organismos acuáticos la exposición crónica a concentraciones ambientales de ibuprofeno por lo que mejorar los procesos de depuración de aguas residuales para eliminar este contaminante es prioritario.

Estrategias de biorremediación

Una estrategia que se puede usar para la eliminación de contaminantes es la biorremediación: usar seres vivos capaces de eliminar el contaminante. De esta forma se podrían usar bacterias que ‘se comen’ los medicamentos como herramienta para eliminarlos de las aguas antes de su vertido. Los tratamientos de las aguas residuales en las EDAR incluyen, de hecho, tratamientos biológicos en los que los microorganismos que se encuentran en lo que llamamos ‘fangos activos’ se encargan de ‘comerse’ la contaminación de las aguas. En este caso el proceso está diseñado para eliminar la contaminación ‘normal’ del agua y no se elimina eficientemente otros contaminantes como los medicamentos.

Identificar microorganismos capaces de comerse los medicamentos, entender cómo se comportan en la naturaleza, qué necesitan para sobrevivir y qué factores afectan a la tasa de degradación, podrían servir para diseñar tratamientos adicionales del agua que redujeran al máximo la contaminación que se vierte desde las EDAR.

Así, los resultados obtenidos en este estudio abren la puerta a crear versiones mejoradas de nuestras bacterias para que no pierdan la capacidad de ‘comer’ o degradar ibuprofeno y se puedan usar para la eliminación del contaminante en aguas residuales. Además de ibuprofeno, este grupo de investigación se plantea la búsqueda de nuevas bacterias o consorcios bacterianos (grupos de bacterias que actúan juntas), para la eliminación de otros medicamentos que aparecen como contaminantes en las aguas del río Guadaira y que puedan servir para tratamientos eficientes para la biorremediación de estos contaminantes.

 Referencia:

 Aulestia M., Flores A., Acosta-Jurado S., Santero E., Camacho Eva M. Genetic Characterization of the Ibuprofen-Degradative Pathway of Rhizorhabdus wittichii MPO218 Applied and Environmental Microbiology 2022 epub online.

DOI: https://doi.org/10.1128/aem.00388-22

Relacionan el papel de una proteína de membrana externa bacteriana en la virulencia de Acinetobacter baumannii. Noticia del mes de Mayo.

Un estudio liderado por Younes Smani, profesor de la Facultad de Ciencias Experimentales e investigador del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo, pone foco en la identificación de OmpW como diana terapéutica para tratar las infecciones causadas por la bacteria multirresistente A. baumannii

 29 de abril de 2022

 Un reciente estudio de investigación experimental liderado por el Dr. Younes Smani, investigador principal del grupo ‘Infecciones Bacterianas’ en el Centro Andaluz de Biología del Desarrollo (CABD), describe el papel de la proteína de membrana externa OmpW (del inglés, Outer membrane protein W) en la virulencia de Acinetobacter baumannii, bacteria con una alta incidencia en infecciones hospitalarias y una elevada morbilidad y mortalidad.

 Así, la investigación realizada en el Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBiS) y en el CABD (centro mixto de la Universidad Pablo de Olavide, el Centro Superior de Investigaciones Científicas y la Junta de Andalucía) y, pone foco en la identificación de OmpW como diana terapéutica para tratar las infecciones causadas por A. baumannii, clasificada por la Organización Mundial de Salud como bacteria de prioridad crítica para la investigación y el desarrollo de nuevos antibióticos.

 El trabajo ha sido publicado en la revista internacional Microbiology Spectrum de la Sociedad Americana de Microbiología, siendo la Dra. María Luisa Gil Marqués la primera autora del artículo.

 Estudio de A. baumannii y desarrollo de nuevos antibióticos

 Las infecciones por bacterias multirresistentes son un serio problema a nivel mundial. La aparición constante de mecanismos de resistencia a los antibióticos junto con el limitado desarrollo de nuevos compuestos con actividad antibacteriana en los últimos años plantea la necesidad de abordar este problema de forma urgente.

 “Esta circunstancia de emergencia global ha sido reportada por organizaciones gubernamentales como el Reino Unido, que en un informe sobre la resistencia antimicrobiana cataloga a esta misma como la causa potencial de mayor número de muertes en el año 2050, que alcanzaría los 10 millones al año superando enfermedades como el cáncer o diabetes, entre otras”, explica Younes Smani, profesor del Área de Microbiología de la Universidad Pablo de Olavide.

 Así, debido que actualmente el arsenal terapéutico en seres humanos frente las infecciones causadas por A. baumannii multirresistentes a los antibióticos es limitado, la búsqueda de nuevas dianas terapéuticas se encuentra en auge.

 En concreto, este estudio analizó el papel de la proteína OmpW en la virulencia de A. baumannii in vitro y en un modelo experimental murino de infección por A. baumannii. Tras la combinación de técnicas ómicas, moleculares y celulares, las conclusiones obtenidas señalan que la ausencia de OmpW en la membrana externa de A. baumannii hace que está última pierda su capacidad infectiva.

 Por ello, los resultados obtenidos en este estudio abren la puerta a desarrollar moléculas bloqueantes de este factor de virulencia para tratar las infecciones causadas por esta bacteria de prioridad crítica para nuevos tratamientos antimicrobianos.

 Referencia:

 Gil-Marqués ML, Pachón J, Smani Y. iTRAQ-Based Quantitative Proteomic Analysis of Acinetobacter baumannii under Hypoxia and Normoxia Reveals the Role of OmpW as a Virulence Factor. Microbiol Spectr. 2022 Mar 2;10(2): e0232821. doi: 10.1128/spectrum.02328-21

Bioinformática para luchar frente a futuras pandemias bacterianas. Noticia del mes de Abril.

Un estudio liderado por el grupo de investigación de la Universidad Pablo de Olavide ‘UPOBioinfo’ acelera la búsqueda de genes diana para la lucha contra las bacterias multirresistentes

 21 de abril de 2022

El desarrollo de proyectos que relacionen los genes que porta una determinada bacteria frente a la virulencia demostrada por la misma es de gran interés para la biomedicina. Conscientes de ello, el grupo de investigación de la Universidad Pablo de Olavide ‘UPOBioinfo’ dirigido por el profesor de la Facultad de Ciencias Experimentales Antonio J. Pérez Pulido, en colaboración con el grupo de ‘Enfermedades Infecciosas’ del Instituto de Biomedicina de Sevilla, estudia los genomas de estas bacterias con la idea de encontrar posibles dianas terapéuticas.

Y es que la lucha frente a las bacterias resistentes a los antibióticos es una batalla que actualmente está perdiendo el ser humano, debido principalmente al mal uso que se ha hecho de estos medicamentos, desde que Alexander Fleming descubriera la penicilina hace ya casi 100 años.

La organización Mundial de la Salud destacó en 2017 al grupo de bacterias ESKAPE como aquéllas patógenas para las que especialmente urge el desarrollo o descubrimiento de nuevos antibióticos. Este grupo está formado por bacterias multirresistentes (con resistencia a la mayoría de antibióticos que se usan actualmente en la práctica clínica) incluyendo especies como Acinetobacter baumannii, o Pseudomonas aeruginosa, con una alta incidencia en infecciones hospitalarias y una elevada morbilidad y mortalidad, o Klebsiella pneumoniae, que causa infecciones oportunistas y está diseminando a nivel mundial resistencias a los antibióticos carbapenémicos (antibióticos de amplio espectro, es decir, eficaces frente a muchos tipos de bacterias).

¿Por qué estudiar el genoma?

El genoma de cualquier organismo comprende las instrucciones moleculares necesarias para su funcionamiento y la transmisión a la descendencia. Pero además de portar las instrucciones para funcionar y transmitirse, el genoma actúa como archivo histórico de la evolución. Así, conocer la fisiología y estructura de las bacterias y los mecanismos de resistencia a los antibióticos hace posible identificar nuevas terapias farmacológicas y diseñar antibióticos específicos para suministrar tratamientos más certeros que combatan las infecciones producidas.

En esta línea, y empleando herramientas bioinformáticas, los resultados del trabajo de estos dos grupos de investigación tienen una doble repercusión. Por un lado, consultando bases de datos internacionales, facilita el etiquetado de nuevos genes y el descarte o reparación de aquéllos que contengan errores en dichas bases de datos. Y, por otro lado, desarrolla un protocolo de análisis de miles de genomas de bacterias, el cual permitirá la caracterización de genes diana para el desarrollo de vacunas u otras formas de lucha frente a las súperbacterias, que se perfilan como la nueva pandemia a la que la humanidad se puede enfrentar en un futuro cercano.

“Llevamos muchos años desarrollando una serie de herramientas bioinformáticas que permiten caracterizar fácilmente un genoma bacteriano, encontrando y definiendo los genes que presenta y que podrían ser responsables de su patogenicidad, lo que nos ha permitido estar preparados para analizar en la actualidad los miles de genomas que investigadores de todo el mundo ponen disponibles desde las bases de datos públicas”, explica Antonio Pérez Pulido, quien desarrolla sus investigaciones en el Centro Andaluz de Biología del Desarrollo (CABD), centro mixto de la Universidad Pablo de Olavide, CSIC y Junta de Andalucía.

Uno de los primeros hallazgos al analizar esta pléyade de datos fue encontrar que los repositorios de genes y proteínas a veces contienen errores, principalmente debido a que no es posible analizar tal cantidad de datos al mismo ritmo que se generan. “Nos encontramos con genes muy ‘raros’ que resultaron ser secuencias CRISPR erróneamente etiquetadas, por lo que informamos a la base de datos para que fueran retirados o convenientemente etiquetados”, afirma el profesor Pérez Pulido.

 

El siguiente paso fue analizar miles de genomas de bacterias concretas para caracterizar el conjunto de genes diferentes que presentaban, encontrando desde 10 000 hasta 80 000 genes diferentes según la bacteria, siendo las bacterias que presentan más aquéllas que ‘toman prestados’ genes desde otras bacterias. Este tipo de análisis, para lo que utilizan superordenadores como el del C3UPO, les permitió analizar el pasado año todos los genes de la bacteria Helicobacter pylori, la cual aparece en el estómago de la mitad de la población mundial, y, este, mismo año, los genes de las bacterias Acinetobacter baumannii, Pseudomonas aeruginosa y Klebsiella pneumoniae, aquéllas para las que urge encontrar nuevos antibióticos. Este último trabajo ha sido publicado en la revista más relevante de bioinformática a nivel mundial, Briefings in Bioinformatics.

En concreto, se han etiquetado los miles de genes presentes en miles de genomas de las bacterias mencionadas, y se ha estudiado su evolución dentro de la especie, analizando lo que se denomina presión de selección. De este modo, los hallazgos sugieren que la mayoría de genes cambian lentamente, pero un pequeño grupo de ellos parecen evolucionar de una manera muy rápida. Dentro de estos últimos, el grupo de investigación observó de nuevo la existencia de genes erróneos que habría que descartar. Pero otros muchos resultaron ser genes que codifican para proteínas de la superficie de la bacteria, a menudo implicados en la resistencia a antibióticos y la virulencia de la misma. “Esto podría explicarse por el hecho de ser proteínas que van a estar en contacto con el sistema inmunitario de la persona cuando están produciendo una infección, y por ello deben cambiar rápidamente para no ser detectadas, de forma análoga a lo que ocurre en la naturaleza con las gacelas que necesitan correr más que el león que quiere cazarlas, o adquirir otras estrategias de escape que les permitan librarse del depredador”, explica Antonio Pérez Pulido.

Referencias:

  •  Rubio A, Jimenez J, Pérez-Pulido AJ. Assessment of selection pressure exerted on genes from complete pangenomes helps to improve the accuracy in the prediction of new genes. Brief Bioinform. 2022 Feb 2;. doi: 10.1093/bib/bbac010.
  • Rubio A, Pérez-Pulido AJ. Protein-Coding Genes of Helicobacter pylori Predominantly Present Purifying Selection though Many Membrane Proteins Suffer from Selection Pressure: A Proposal to Analyze Bacterial Pangenomes. Genes (Basel). 2021 Mar 6;12(3). doi: 10.3390/genes12030377.

Formulan una bebida basada en hidrolizados de proteína de garbanzo dirigida a la mejora del rendimiento de deportistas. Noticia del mes de Marzo.

La Universidad Pablo de Olavide y el Instituto de la Grasa colaboran en un proyecto de investigación que evalúa el potencial efecto beneficioso de un nuevo alimento funcional basado en péptidos bioactivos de este tipo de legumbre

 23 de marzo de 2022

Mejora del rendimiento deportivo a través de la nutrición, alimentación sostenible y educación nutricional, son los tres ejes sobre los que se sustenta el proyecto de investigación ‘Evaluación de nuevas tecnologías disruptivas (explosión a vapor) en el diseño de hidrolizados proteicos vegetales a la medida aplicados a nutrición deportiva - PID2019-111368RB-I00)’, Proyecto Proverde, liderado por Mª Soledad Fernández Pachón, profesora de la Facultad de Ciencias Experimentales e investigadora del Área de Nutrición y Bromatología, UPO, y Justo Javier Pedroche Jiménez, investigador del Instituto de la Grasa (Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC), gracias a la financiación del Ministerio de Ciencia e Innovación.

La investigación, centrada en evaluar la mejora del rendimiento de deportistas a través de la suplementación de una bebida novedosa a base de hidrolizados proteicos con garbanzo, con demostrada actividad antioxidante y antiinflamatoria, cuenta con la colaboración del Cádiz Club de Fútbol. “Actualmente estamos desarrollando un estudio randomizado, cruzado, doble ciego y controlado con placebo en el equipo senior masculino y el equipo senior femenino de este Club. Con una duración total de 12 semanas de intervención, en esta fase de la investigación los y las futbolistas están consumiendo la bebida deportiva antes y después de los entrenamientos y partidos”, explica Mª Soledad Fernández. Así, el equipo investigador analizará el rendimiento deportivo, la respuesta muscular y la recuperación del deportista según diferentes marcadores biológicos y mediciones de control.

 

Pero ¿por qué proteína de garbanzo?

“Siguiendo las directrices de una alimentación sostenible, hoy en día es esencial investigar con una mayor responsabilidad medioambiental relacionada con el cambio climático y el bienestar animal. Por ello, hemos creído importante seguir la tendencia de consumo de una sociedad cada vez más concienciada en los efectos beneficiosos de alimentos de origen vegetal, tanto a nivel de salud como de bajo impacto ambiental”, aclara la investigadora de la UPO. En este sentido, se han puesto de manifiesto las propiedades antioxidantes, antiinflamatorias e inmunomoduladoras de péptidos bioactivos procedentes de diversas fuentes proteicas de origen vegetal, fundamentalmente legumbres, entre las que destaca el garbanzo, por ser un alimento de alta disponibilidad y bajo coste.

El estudio también tiene en cuenta el cambio notable en el comportamiento del estilo de vida en todo el mundo, marcado por el consumo de alimentos altamente procesados y una conducta sedentaria, lo que ha llevado a una modificación en los patrones de enfermedad conocidos como enfermedades crónicas o enfermedades no transmisibles tales como enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades respiratorias crónicas y diabetes.

“No obstante, tiempos de grandes cambios siempre vienen asociados a situaciones con nuevas oportunidades”, declara Justo Pedroche, quien asegura que “una parte de la sociedad quiere modificar no solo la forma en que comen o beben debido a que está tomando conciencia del papel que desempeña la comida en sus vidas”. Muchos consumidores actuales están demandando alimentos más fáciles, saludables y sostenibles como las opciones preferidas de su nutrición personal. Y casi espontáneamente, estos hábitos alimenticios saludables suelen ir acompañados de un aumento o iniciación en la actividad física. “Este tiempo de cambio a nivel alimentario y nutricional está creciendo a un ritmo imparable y la comunidad científica debería intentar aplicar sus conocimientos a la demanda actual de estos productos al menos con garantías de ser saludables para la sociedad”, defiende el investigador del Instituto de la Grasa.

Prevención de enfermedades y calidad de vida

Los hidrolizados de proteínas son fragmentos de estas proteínas denominados péptidos que pueden ser obtenidos por hidrólisis a través de la acción química (cayendo en desuso por falta de control del proceso y la creación de compuestos secundarios indeseables) o por acción enzimática (condiciones más suaves, más dirigidas y más controlables). Este proceso implica una especie de ‘predigestión’ que ayuda al sistema digestivo a ser más eficaz en la asimilación de estas proteínas alimentarias.

Pero esto no es nada nuevo. La naturaleza proporciona modelos para el estudio de estos hidrolizados proteicos, como los procesos de fermentación y maduración en yogur, queso y kéfir, entre otros. Además, la introducción de hidrolizados proteicos en alimentos especializados (alimentos para bebés, ancianos o condiciones clínicas particulares), para quienes se requiere una mejor y más fácil digestibilidad, ha sido y es de gran importancia para la calidad de vida de muchas personas. “Lo novedoso de estos hidrolizados es que algunos de estos fragmentos o péptidos presentan un efecto positivo, más allá de su valor nutricional en algunas funciones fisiológicas del cuerpo humano (antioxidante, antiinflamatorio, hipotensora) contribuyendo a la prevención de enfermedades, así como al bienestar y la calidad de vida de los individuos” explica Justo Pedroche.

Aprender a alimentarse

De forma paralela, en el marco del proyecto se ha iniciado un programa de educación nutricional en los futbolistas, para fomentar el seguimiento de una alimentación saludable como pilar fundamental de su dieta. “Estudios previos han revelado baja calidad de la dieta en los deportistas, debido a sus escasos conocimientos en materia de nutrición y alimentación, y a su estilo de vida, en el que predominan falta de tiempo y desplazamientos habituales. El desarrollo de este programa de educación nutricional en los deportistas es interesante para mejorar sus conocimientos en nutrición, estado nutricional y hábitos dietéticos”, concluye Mª Soledad Fernández.

Desarrollo del producto y otras entidades participantes

La investigación descrita no podría haber sido finalmente aplicada sin la participación de la Empresa Moreno Ruíz Hermanos S.L.-Aurora Intelligent Nutrition, esencial en el diseño y la producción de la bebida deportiva. La financiación del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial-CDTI (IDI-20200562) ha hecho posible la participación de dicha empresa. El investigador de la UPO José Antonio González Jurado (Área Educación Física y Deportiva, UPO) lidera este Proyecto CDTI, junto con Justo Pedroche, Mª del Carmen Millán y Mª Soledad Fernández Pachón.

Además, cuenta con la participación de otras instituciones como el Instituto de Biomedicina de Sevilla, la Universidad de Sevilla, el Hospital Virgen del Rocío y el Cádiz Club de Fútbol.

Nuevo estudio para la producción de materia grasa para biodiésel a partir de fangos de las estaciones depuradoras de aguas residuales urbanas. Noticia del mes de Febrero.

El estudio propone un nuevo proceso de depuración de aguas residuales que se caracteriza por su sostenibilidad ambiental y rentabilidad económica, mediante un proceso totalmente innovador basado en biotecnología industrial

Conscientes del grave problema ambiental y económico que provoca la enorme cantidad de desechos generados por la actividad humana, investigadores de la Universidad Pablo de Olavide han llevado a cabo un estudio centrado en convertir estos residuos en una futura fuente de recursos.

En ese esfuerzo se han unido los grupos de investigación de Gassan Hodaifa Meri y Manuel J. Muñoz, ambos profesores de la Facultad de Ciencias Experimentales, cuyo trabajo, publicado en Journal of Cleaner Production, está centrado en la producción de materia grasa para biodiésel a partir de fangos procedentes de las estaciones depuradoras de aguas residuales urbanas.

“Como decía el grupo musical Los Toreros Muertos, ‘el agüita amarilla’ (y lo que no es agüita) ‘baja por una tubería y pasa por debajo de tu casa’ y finalmente ‘baja al mar y juega con los pececillos’, pero lo que no contaban este grupo de música es que antes de liberarse al mar, pasa por las estaciones depuradoras de aguas urbanas”, explica el investigador Manuel J. Muñoz.  Ahí, la materia orgánica se separa del agua y es esta última la que “baja al mar”, mientras que la primera se biodegrada parcialmente convirtiéndose en un lodo que es realmente el desecho importante. “El volumen que se genera de este lodo en las estaciones depuradoras de las ciudades es enorme, de miles de toneladas al año y lo habitual es que termine en vertederos”, resalta el profesor Muñoz.

La propuesta que han hecho estos investigadores ha sido utilizar estos lodos para alimentar un pequeño gusano nematodo denominado Caenorhabiditis elegans. El lodo ha resultado ser un alimento excelente para este gusano, llegando a generarse medio kilogramo de gusanos nematodos por cada kilo de lodo, en un tiempo de menos de una semana, pues el gusano se alimenta y se reproduce. De esta forma, se puede reducir rápidamente este lodo y convertirlo en gusanos.

Pero ¿para qué queremos los gusanos? La grasa es la base para la producción de biodiésel y estos nematodos generan grasa cuando se alimentan de lodos.  Así, la propuesta que estos investigadores hacen es recoger dicha grasa y producir un biodiésel que no proviene del cultivo de plantas como es lo habitual, sino de los desechos generados por la actividad humana. “Este nuevo sistema permitiría la obtención de biodiésel de bajo coste, más respetuoso con el medio ambiente que los habituales y a la vez se reducirían los lodos generados” afirma Gassan Hodaifa Meri, quien añade que “este proceso puede ser un nuevo paradigma para el tratamiento de estos lodos que, con más investigación, podrían implementarse en cualquier estación depuradora de aguas residuales”.

En el marco de este estudio se ha realizado una prueba de concepto a escala de laboratorio, demostrando que es plausible y podría ser aplicada, consiguiendo optimizar parámetros que serán útiles de cara a la implementación de la tecnología. Así, los investigadores de la UPO proponen un nuevo proceso de depuración de aguas residuales que se caracteriza por su sostenibilidad ambiental y rentabilidad económica, mediante un proceso totalmente innovador basado en biotecnología industrial.

Referencia:

Carlos López-Viso, Gassan Hodaifa, Manuel J.Muñoz. Nematode biomass production from sewage sludge as a novel method for circular economyJournal of Cleaner Production (December 2021). https://doi.org/10.1016/j.jclepro.2021.129706

Establecen un modelo innovador que describe cómo las bacterias leen y ejecutan el manual para construir el flagelo. Noticia del mes de Enero.

El estudio, llevado a cabo por un grupo de investigación del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo y publicado en Environmental Microbiology, muestra cómo se forma esta estructura imprescindible en el desplazamiento de determinadas bacterias

 13 de enero de 2022

Para sobrevivir, algunas bacterias se desplazan y colonizan nuevos lugares, ya sea en el medio ambiente o infectando a otros seres vivos, o bien escapan de ambientes hostiles, por ejemplo, debido a la presencia de un compuesto tóxico. El desplazamiento se convierte así en una condición esencial para la supervivencia de determinadas bacterias y, para ello, necesitan disponer de una estructura imprescindible, el flagelo, una perfecta y pequeña máquina molecular compuesta de varias partes que interactúan y contribuyen a la función básica, donde eliminar alguna de ellas interrumpiría las funciones de ese sistema.

 Estudiar cómo se comportan y funcionan las bacterias es determinante para conocer los numerosos procesos fundamentales para la vida en los que participan. Por ello, un grupo de investigación del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo (CABD) ha establecido un modelo innovador que explica cómo las bacterias leen y ejecutan el manual para construir el flagelo, estructura esencial que permite que éstas se desplacen. El estudio, liderado por el profesor de la Facultad de Ciencias Experimentales Fernando Govantes, ha sido publicado recientemente en la revista Environmental Microbiology.

 Una máquina sofisticada

 El flagelo bacteriano es la máquina más pequeña que existe, un dispositivo diminuto capaz de convertir una corriente eléctrica (de protones) en rotación, y permite propulsar a las bacterias a la mayor velocidad en relación a su tamaño registrada en un ser vivo: hasta 100 veces su longitud por segundo. Estructuralmente, es parecido a la hélice de un barco, está formado por un motor que proporciona energía para la rotación, un interruptor que cambia el sentido de giro, el eje de giro que conecta el motor con el filamento, y el propio filamento, un apéndice proteico que sobresale de la célula y que funciona como las palas de la hélice.

 Está compuesto por más de 30 proteínas diferentes que se auto ensamblan de manera secuencial como piezas de la máquina. De igual manera, los genes que contienen las instrucciones en el ADN para fabricar estas proteínas, deben expresarse también en un orden determinado. A esta organización temporal en la ejecución de órdenes la llamamos ‘cascada flagelar’.

  “Llevamos más de una década investigando la movilidad bacteriana utilizando como organismo modelo Pseudomonas putida, una bacteria de gran interés en biotecnología ambiental y agricultura ya que se asocia a las raíces de las plantas y promueve su crecimiento, a la vez que las protege de posibles patógenos”, afirma Fernando Govantes, investigador de la UPO y responsable del grupo ‘Genética del desarrollo de biofilms bacterianos’ del CABD, centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universidad Pablo de Olavide y la Junta de Andalucía.

  1. putida tiene un penacho de entre 5-7 flagelos en un único polo de la célula que utiliza para desplazarse. En esta bacteria, las instrucciones para fabricar las piezas del flagelo se encuentran agrupadas juntas en el genoma, como si fueran un manual.

 En este trabajo, el equipo ha combinado por primera vez datos de secuenciación, análisis computacionales de la conservación y organización de los genes flagelares entre distintas especies de Pseudomonas y trabajo experimental, para explicar de manera realista en qué orden se ejecutan todas estas instrucciones para construir los flagelos bacterianos. El modelo simplista que la comunidad científica asumía hasta ahora se basaba en que los genes flagelares se expresan por grupos muy definidos en 3-4 oleadas de manera secuencial: serían los saltos de la cascada. Primero se expresan las proteínas que dan la orden a la célula para empezar a construir el flagelo. Estas proteínas se encargan de hacer que se exprese el núcleo central de la máquina que se inserta dentro de la pared celular. Más tarde, otras dan la orden para construir el filamento que se extiende hacia afuera de la bacteria.

 “Sin embargo, con la estrategia que hemos seguido integrando resultados de análisis diferentes, hemos descubierto en P. putida que la realidad es mucho más compleja: no solo existen estos saltos en la cascada, sino que nos encontramos con un segundo nivel de regulación superpuesto: proteínas que ordenan la construcción de las últimas piezas de la máquina también ordenan que se fabriquen más piezas de las iniciales. Además, cuando se escriben las instrucciones para hacer el filamento, se escriben a la vez las que hacen que la célula vuelva a iniciar la síntesis del flagelo desde el principio”, explica Fernando Govantes.

  En contraposición, el equipo también ha encontrado otras proteínas que se expresan a la vez que las del núcleo del flagelo, y que impiden la fabricación de más piezas iniciales. Estos bucles facilitan la interrupción de la fabricación de componentes flagelares ya ensamblados, y también la reiniciación de la síntesis de nuevos flagelos para las células hijas cuando se acerca la división celular.

 “La gran conservación entre diferentes especies bacterianas sobre cómo se organizan estos bloques de instrucciones en el genoma y las secuencias de ADN que reconocen las proteínas que las ejecutan, nos indica que esta nueva forma de concebir la cascada flagelar se aplica, como mínimo, al resto de especies de Pseudomonas que habitan en suelos y sobre las superficies de las plantas”, concluye Fernando Govantes.

Referencia:

Antonio Leal-Morales, Marta Pulido-Sánchez, Aroa López-Sánchez, Fernando Govantes (2021) Transcriptional organization and regulation of the Pseudomonas putida flagellar system. Environmental Microbiology. https://doi.org/10.1111/1462-2920.15857

 

Una nueva publicación revela avances en el estudio y tratamiento de la fibrosis hepática. Noticia del mes de Diciembre.

El artículo, publicado en Journal of Clinical Investigation Insight y liderado por la profesora de la Facultad de Ciencias Experimentales Anabel Rojas González, muestra el importante papel que ejerce el gen Gata4 en la inactividad de las células estrelladas hepáticas

 9 de diciembre de 2021

 Cuando nuestro hígado sufre un daño, las células del mismo se mueren dejando huecos y espacios que son rellenados por cicatrices. Estas cicatrices están formadas por fibras de colágeno y laminina y son producidas por unas células llamadas células estrelladas. En un hígado sano, estas células estrelladas están ‘silenciadas o apagadas’, pero ante un daño, se ‘activan o se encienden’ para producir las cicatrices. Con la acumulación de tantas cicatrices, el hígado fibrótico o dañado no puede regenerar porque no hay espacio y, con el tiempo, este órgano termina perdiendo su función.

 Se origina así la fibrosis hepática, una enfermedad crónica en cuyos casos avanzados de cirrosis el paciente puede llegar a requerir un trasplante de hígado. Entre los principales factores que causan esta dolencia se encuentran las infecciones por virus de hepatitis B y C o el consumo excesivo y crónico de alcohol. Sin embargo, actualmente debido al estilo de vida y la alimentación, el hígado graso, asociado normalmente a la obesidad y a la diabetes tipo 2, han emergido como un gran inductor de esta enfermedad.

 En los últimos años, las células estrelladas del hígado han adquirido mucho interés en el campo de la hepatología como dianas para tratar la fibrosis hepática, sea cual sea la causa que la produce. Así, un grupo de investigación del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (CABIMER), liderado por la profesora de la Facultad de Ciencias Experimentales Anabel Rojas González, ha llevado a cabo un estudio en modelos animales de ratón que demuestra el importante papel que ejerce el gen denominado Gata4 en la inactividad de las células estrelladas

  “Si conseguimos apagar o silenciar estas células cuando están activas, dejarían de producir las cicatrices y el hígado podría regenerarse, revertiéndose así la fibrosis hepática. Para ello es necesario entender cómo se encienden o apagan”, declara la Anabel Rojas. Así, este grupo ha identificado el factor de transcripción Gata4 que controla el estado de las células estrelladas. En un hígado normal, GATA4 mantiene ‘apagadas’ estas células.  Pero cuando se produce un daño, GATA4 desaparece y las células estrelladas se ‘encienden’ y comienzan a producir cicatrices. “Nuestro grupo ha mostrado que, si forzamos la presencia de GATA4 en un hígado dañado, las células estrelladas cambian su estado de ‘encendidas’ a ‘apagadas’ y el hígado puede regenerar y revertir la fibrosis hepática”, afirma la investigadora de la UPO, quien asegura que “la simple manipulación de un gen, Gata4, capaz de revertir esta enfermedad en ratones, es un hallazgo muy prometedor para el tratamiento de la fibrosis hepática en humanos, ya que los procesos que ocurren en esta dolencia son muy similares en ambos”. 

 Los resultados de este estudio  han sido publicados recientemente en la revista Journal of Clinical Investigation Insight, fruto de una colaboración entre el grupo Organogénesis y Enfermedades del Páncreas y del Hígado junto a otros grupos de investigación de la Universidad de Málaga, de la Universidad Popeu Fabra y la compañía Amarna Therapeutics, S.L.

 CABIMER es un centro mixto de la Universidad Pablo de Olavide, Universidad de Sevilla, Consejo Superior de Investigaciones Científicas y Junta de Andalucía y constituye un espacio de investigación multidisciplinar en Biomedicina que integra la investigación básica y aplicada con la finalidad de traducir los resultados de los trabajos científicos en mejoras directas en la salud y en la calidad de vida de los ciudadanos.

 

Referencia:

 Noelia Arroyo, Laura Villamayor, Irene Díaz, Rita Carmona, Mireia Ramos-Rodríguez, Ramon Muñoz-Chapuli, Lorenzo Pasquali, Miguel G. Toscano, Franz Martin, David A. Cano, and Anabel Rojas (2021) GATA4 induces liver fibrosis regression by deactivating hepatic stellate cells. Journal of Clinical Investigation Insight. doi: 10.1172/jci.insight.150059

Los pigmentos más frecuentes de las flores no son los que producen colores más llamativos para los polinizadores. Noticia del mes de Noviembre.

Eduardo Narbona y Marisa Builde muestran cómo estos animales perciben de forma diferencial los colores de las flores producidos por los distintos grupos de pigmentos

 

 19 de noviembre de 2021

 

En un contexto actual de crisis de polinizadores a nivel mundial, conocer cómo estos animales se sienten atraídos hacia las flores es crucial para comprender las interacciones planta-polinizador. El color es uno de los principales reclamos que tienen las flores para los polinizadores y se produce principalmente por la acumulación de pigmentos.

 

Pero, ¿ven los humanos y polinizadores los colores de las flores de la misma manera? Los principales grupos de polinizadores, es decir himenópteros (como las abejas), dípteros (como las moscas), lepidópteros (como las mariposas) y aves (como los colibríes), tienen sistemas visuales marcadamente diferentes a los del ser humano. Sin embargo, se desconoce cómo estos animales perciben los colores florales producidos por diferentes pigmentos (compuestos químicos que tiñen flores y frutos de colores vistosos).

 

Basándose en técnicas de análisis de color y modelos de sistemas de visión, Eduardo Narbona y Marisa Buide, investigadores y docentes de la Facultad de Ciencias Experimentales, junto a investigadores de la Universidad de Sevilla, han realizado un estudio, publicado recientemente en la revista internacional Frontiers in Ecology and Evolution, cuyo objetivo es comprobar si estos grupos de polinizadores perciben de forma diferencial los colores de las flores producidos por los distintos grupos de pigmentos.

 

“Los resultados del estudio indican que los polinizadores pueden diferenciar muy bien colores producidos por distintos pigmentos, afirma Eduardo Narbona profesor del Área de Botánica de la UPO y autor principal del estudio, quien añade que “incluso flores que para el ser humano presentan el mismo color (por ejemplo, el amarillo) ellos pueden percibirlas de forma diferente debido a los pigmentos que absorben y reflejan la radiación ultravioleta, que nosotros no podemos percibir”. Aunque el resultado más novedoso es que el tipo de pigmento más abundante en las flores, las antocianinas, no son los pigmentos más llamativos para estos animales.

 

Diversidad de colores florales

 

“En nuestro estudio, hemos caracterizado el color de las flores mediante reflectancia espectral (análisis de la luz reflejada) y hemos calculado lo llamativo que es este color para los polinizadores en 123 plantas”, explica Eduardo Narbona. Estas especies contenían en sus flores uno de los grupos de pigmentos más frecuentes: clorofilas, carotenoides y flavonoides. Las clorofilas producen coloraciones verdes en las flores mientras que los carotenoides producen principalmente coloraciones amarillas, como por ejemplo las flores de girasoles y narcisos amarillos. Los flavonoides son un grupo muy amplio y se clasificaron posteriormente en flavonoides con absorción ultravioleta (presentes en flores blancas), auronas-chalconas (coloraciones amarillas y cremas) y cuatro tipos de antocianinas (cianidinas, pelargonidinas, delfinidinas y malvidinas; coloraciones rosas, rojas, azules y purpuras, respectivamente).

 

Las antocianinas son el grupo de pigmentos más diverso y frecuentes en las flores y están presentes en muchas flores emblemáticas como rosas, malvas, claveles, petunias, dalias, azafranes o amapolas. Las antocianinas también están presentes en frutos rojos como arándanos, frambuesas o moras y se ha demostrado que su capacidad antioxidante es beneficiosa para el ser humano.

 

“Nuestros resultados indican que las flores con clorofilas, carotenoides, flavonoides con absorción ultravioleta, auronas-chalconas o antocianinas ocupaban diferentes zonas en los modelos de visión de color de los polinizadores, lo que significa que flores con distintos pigmentos son percibidas como colores distintos por los polinizadores. Esto se debe a que estos animales tienen en general un sistema de visión que les permite diferenciar muy bien la gama de colores que se dan en las flores”, argumenta el investigador de la UPO.

 

Sin embargo, los cuatro tipos de antocianinas, que para el ser humano producen coloraciones muy distintas como azul o rojo, producen colores muy similares para las abejas, moscas y mariposas. La excepción se encuentra en los colores rojos producidos por las pelargonidias, los cuales son mejor percibidos por la aves pero no por el resto de polinizadores.

 

Por otra parte, las flores amarillas que contenían auronas, chalconas o carotenoides mostraron valores más altos de contraste cromático (visibilidad respecto al fondo verde de las hojas) que las flores rosas, rojas, azules o purpuras que contenían antocianinas. Este resultado es sorprendente, ya que las antocianinas es el grupo de pigmentos más frecuentes en las plantas con flores, de hecho, se estima que aproximadamente un 40% de las plantas polinizadas por animales, unas 125 000 especies, poseen estos pigmentos florales. Es decir, los pigmentos florales más abundantes no serían los más llamativos.

 

“Nuestros resultados sugieren que deben existir otras causas que hayan favorecido la gran frecuencia de las antocianinas en las flores. Esto es, además de los polinizadores, parece que hay otros factores que entran en juego para explicar la abundancia de estos pigmentos. De hecho, investigaciones recientes indican que las antocianinas protegen a las plantas frente a factores ambientales estresantes como la alta radiación solar, temperaturas extremas o sequía, lo que ha podido desempeñar un papel importante en el éxito y la distribución de las antocianinas en las flores”, concluye Eduardo Narbona.

 

 

Referencia:

 

Narbona E, del Valle JC, Arista M, Buide ML and Ortiz PL (2021) Major Flower Pigments Originate Different Colour Signals to Pollinators. Frontiers in Ecology and Evolution. 9:743850. doi: 10.3389/fevo.2021.743850

 

 

 

 

Estudian la función ecológica desempeñada por los loros barranqueros en el desierto del Monte Andino. Noticia del mes de Octubre

La investigación, en la que participa profesorado de la Facultad de Ciencias Experimentales de la Universidad Pablo de Olavide, muestra cómo la función de esta especie de loro en este ecosistema puede ser determinante en la estructura y el funcionamiento de los bosques de algarrobo

 5 de octubre de 2021

Un grupo de investigación de la Universidad Pablo de Olavide, la Estación Biológica de Doñana y el Museo Nacional de Ciencias Naturales, ha estudiado el importante papel que desempeñan los loros barranqueros (Cyanoliseus patagonus) como dispersores de semillas en la ecoregión del Monte Andino de Argentina.

En concreto, el equipo de investigación ha estudiado la relación de esta especie de loro nativo con los árboles de algarrobo del género Prosopis presentes en la zona de estudio, caracterizada por un clima árido o semi-árido con marcada estacionalidad y muy baja precipitación.

Para comprobar el papel de los loros barranqueros en la dispersión de los algarrobos, se llevaron a cabo censos en la región norte del desierto del Monte. En ella, se realizaron cerca de 500 km de censos por carretera buscando bandos de esta especie de loro para tratar de obtener datos de interacciones con las especies de algarrobo. Una vez detectados alimentándose, se tomaron datos del estado de maduración de los frutos, de la parte consumida, de la cantidad de frutos que tiraban, y de la observación de dispersiones de frutos movidos en vuelo con el pico (ectozoocoria) desde el árbol a sitios alejados. También se recolectaron muestras de semillas dispersadas por los loros, así como de semillas excretadas por ganado u otros mamíferos nativos, para evaluar a posteriori su viabilidad.

Así, el estudio concluye que la elevada abundancia del loro barranquero en el Monte Andino, junto con su comportamiento al alimentarse, sugiere que un gran número de vainas maduras e inmaduras con múltiples semillas de algarrobo son movidas a diario durante el período en que se encuentran disponibles. “El comportamiento de forrajeo de esta especie, en el que diariamente se mueven grandes distancias en bandos para alimentarse, y la gran capacidad de dispersión de semillas observada, indican que los loros podrían estar dispersando gran cantidad de semillas a lo largo de grandes áreas de esta ecoregión. Si añadimos a lo anterior el gran desperdicio de comida tan característico de los loros, así como su selección en la alimentación de semillas o pulpa en función de si las vainas están maduras o inmaduras, la función de esta especie de loro en este ecosistema puede ser determinante en la estructura y el funcionamiento de los bosques de algarrobo en el Desierto del Monte”, afirma el investigador de la Universidad Pablo de Olavide Pedro Romero Vidal.

 Referencia:

Blanco, G., Romero-Vidal, P., Carrete, M., Chamorro, D., Bravo, C., Hiraldo, F., & Tella, J. L. (2021). Burrowing Parrots Cyanoliseus patagonus as Long-Distance Seed Dispersers of Keystone Algarrobos, Genus Prosopis, in the Monte Desert. Diversity, 13(5), 204. doi:10.3390/d13050204

El grupo de investigación del profesor de la FCEX José Luis Cantero muestra una relación entre la composición de la saliva y la patología cerebral de la enfermedad de Alzheimer. Noticia del mes de septiembre.

El estudio demuestra por primera vez en humanos que determinados componentes de la saliva son capaces de detectar cambios en la concentración cerebral de placas de beta amiloide, considerada la lesión más temprana de la enfermedad de Alzheimer

 

Un grupo de investigación  del Laboratorio de Neurociencia Funcional de la Universidad Pablo de Olavide y el Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED), liderados por el profesor de la Facultad de Ciencias Experimentales José Luis Cantero, en colaboración con el Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CSIC-UAM) y el Instituto de Investigación del Hospital 12 de Octubre (Imas12), han demostrado que la capacidad antioxidante total y los niveles de lactoferrina en saliva están relacionados con la concentración cerebral de agregados de beta amiloide, y que esta relación puede ser detectada antes de que aparezcan los primeros síntomas de la enfermedad de Alzheimer. Estos hallazgos han sido recientemente publicados en las revistas The Journals of Gerontology: Biological and Medical Sciences y Alzheimer's Research & Therapy.

 

Estos experimentos, realizados con 74 personas mayores que presentaban quejas de memoria sin relevancia clínica, ponen de manifiesto “la conexión entre el estado antioxidante, la respuesta inmunológica de la saliva y la patología cerebral de la enfermedad de Alzheimer, otorgando a la saliva un valor como potencial biomarcador de los estadios más tempranos de la enfermedad”, aclara el profesor Cantero.

 

Los experimentos han permitido establecer asimismo una relación entre la composición de la saliva y un peor rendimiento cognitivo además de con un deterioro metabólico y estructural de determinadas regiones de la corteza cerebral afectadas de manera muy temprana por la enfermedad de Alzheimer. “Estos hallazgos permitirán diseñar ensayos clínicos dirigidos a detectar vulnerabilidad cerebral durante el envejecimiento que, eventualmente, podría evolucionar a enfermedad de Alzheimer”, concluye José Luis Cantero.

 

Concentraciones anormales de la capacidad antioxidante y/o de lactoferrina en saliva podrían estar reflejando niveles crónicos de inflamación de bajo grado causados por la presencia prolongada de patógenos en la cavidad bucal, aspecto que se vería potenciado por la disminución de función de las glándulas salivales durante el envejecimiento. “Los niveles crónicos de inflamación de bajo grado en la cavidad bucal podrían alterar la integridad de la barrera hemato-encefálica permitiendo la entrada de los patógenos periodontales al cerebro y facilitando la formación de las placas de beta-amiloide”, explica el profesor Cantero, quien añade que “mejorar la higiene bucodental y monitorizar periódicamente los niveles de inflamación en la cavidad bucal podrían ser estrategias preventivas útiles para disminuir la prevalencia de la enfermedad de Alzheimer en la población general”.

 

Referencias

 

Palomar-Bonet M, Atienza M, Hernández-Ledesma B, Cantero JL (2021). Associations of salivary total antioxidant capacity with cortical amyloid beta burden, cortical glucose uptake and cognitive function in normal aging. The Journals of Gerontology Series A: Biological Sciences and Medical Sciences. https://doi.org/10.1093/gerona/glab034

 

Reseco L, Atienza M, Fernandez-Alvarez M, Carro E, Cantero JL (2021). Salivary lactoferrin is associated with cortical amyloid-beta load, cortical integrity, and memory in aging. Alzheimer's Research & Therapy, 13(1):150. https://doi.org/10.1186/s13195-021-00891-8

 

 

El equipo de Sánchez Alcázar continúa la búsqueda de nuevos tratamientos para las miopatías congénitas gracias al apoyo de la Asociación ‘Yo Nemalínica’. Noticia del mes de agosto.

La UPO y la Asociación ‘Yo Nemalínica’ firman una adenda al convenio de colaboración centrado en el estudio de nuevas dianas terapéuticas para el tratamiento de estas enfermedades musculares poco frecuentes

 

 

Con el objetivo de continuar con la investigación centrada en el desarrollo de nuevos tratamientos alternativos para las miopatías congénitas, enfermedades musculares poco frecuentes para las que no hay actualmente tratamientos efectivos, la Asociación ‘Yo Nemalínica’ sumará 50 000 euros a los 55 000 aportados el pasado año al Proyecto ‘MYOCURE’, línea de investigación del equipo científico del profesor de la facultad de Ciencias Experimentales José Antonio Sánchez Alcázar, referente internacional en el estudio de las enfermedades raras.

 

Así se desprende de una adenda al convenio de colaboración firmado por el rector de la Universidad Pablo de Olavide, Francisco Oliva Blázquez, y el presidente de la Asociación ‘Yo Nemalínica’, José Manuel Palomo Gómez.

 

“Como asociación, el poder seguir manteniendo una línea de investigación abierta desde hace dos años y que continúe adelante, refuerza el enorme trabajo que llevamos detrás y que es tan agotador, ya que el mantenimiento es totalmente privado y la labor de conseguir recursos es enorme”, declara José Manuel Palomo Gómez, quien sostiene que “el día a día de los afectados, y también el de las familias que los cuidan, es muy duro, en muchos de los casos dependientes 24 horas de ellos y de mucha maquinaria para respirar o poder comer. Por ello el pensar en positivo y ver la posibilidad de alguna terapia que mejore su calidad de vida es una ilusión constante, sin dejar de tener los pies en la tierra”. El presidente de la Asociación ‘Yo Nemalínica’ indica que actualmente son 28 afectados- asociados en España, “cuyos músculos son débiles pero cuyas ganas por vivir y conseguir una mejora es infinita”.

 

Las miopatías congénitas engloban muchas enfermedades genéticamente distintas que tienen en común la presentación temprana de la sintomatología muscular y unos hallazgos morfológicos característicos en el músculo. Se trata de enfermedades que ocasionan problemas con el tono y la contracción de los músculos esquelético. Estos problemas van desde la rigidez (miotonía) hasta la debilidad, con diferentes grados de severidad.

 

La miopatía nemalínica, el subtipo más frecuente de las miopatías congénitas, presenta cuatro tipos clínicos y genéticos distintos según el tiempo transcurrido desde el inicio de la sintomatología y el tipo de herencia. Se han identificado unos 15 genes, entre los que se encuentran TPM3 en 1q21, NEB en 2q21-22, ACTA1, TPM2 y TNNT1. Es una dolencia que está dentro de las llamadas enfermedades raras, ya que afecta a 1 de cada 50 000 habitantes. En la actualidad no tiene cura ni tratamiento o fármaco que minimice sus consecuencias y en España hay alrededor de 28 familias en las que hay un miembro afectado.

 

Medicina de precisión personalizada

 

El equipo de investigación ha establecido un modelo celular para entender los mecanismos fisiopatológicos de la enfermedad y, para ello, utiliza los fibroblastos derivados de la piel de los pacientes con diagnóstico molecular y clínico de miopatía nemalínica. Este modelo celular ha permitido la identificación de potenciales terapias mediante el desarrollo de una metodología de cribado farmacológico.

 

“En una segunda fase, confirmaremos los hallazgos en células musculares esqueléticas generadas por reprogramación directa de los fibroblastos de los pacientes”, explica el profesor Sánchez Alcázar, quien añade que “de esta manera, estudiaremos los efectos de los diferentes fármacos y dosis sobre las células musculares de los propios pacientes, para así poder observar los resultados de forma individualizada.

 

Un trabajo minucioso que este equipo de investigación, en el que participan los investigadores Rocío Piñero Pérez y Ernesto Gómez Álvarez, está aplicando en 3 pacientes con mutaciones en el gen ACTA1 (alpha-actina), 4 pacientes con mutaciones en el gen NEB (nebulina), y 1 paciente con diagnóstico molecular incierto pero con clínica e histología compatible con la enfermedad. Estos pacientes tienen un rango de edad de entre 2 a 43 años.

 

El proyecto ayudará a comprender cómo se producen las alteraciones del citoesqueleto que provocan la enfermedad y buscar nuevas opciones terapéuticas. “Al igual que una casa tiene unas vigas para sostenerse, las células cuentan con la actina, uno de los componentes fundamentales del citoesqueleto. En las personas que sufren de miopatía nemalínica los filamentos de actina no se forman correctamente, y éstos son fundamentales para que los músculos se contraigan”, explica el investigador Sánchez Alcázar. Así, se ha desarrollado un modelo para comprobar la eficacia de los medicamentos que corrigen las alteraciones del citoesqueleto y sus efectos beneficiosos a nivel celular.

 

Los objetivos del proyecto son eminentemente prácticos y se ajustan a las principales prioridades de investigación establecida por las asociaciones de pacientes.

 

Este grupo de investigación de la Universidad Pablo de Olavide, que desarrolla su trabajo en el Centro Andaluz de Biología del Desarrollo (centro mixto del CSIC, UPO y Junta de Andalucía), aplica este método de trabajo basado en la medicina de precisión personalizada, además de en el Proyecto MYOCURE, en sus diferentes proyectos, como MITOCURE (centrado en las enfermedades mitocondriales), o BRAINCURE (centrado en la Neurodegeneración con Acumulación Cerebral de Hierro y otras enfermedades neurodegenerativas como la Ataxia de Friedreich y la enfermedad de Huntington).

 

 

 

"¿Quién habita el suelo de nuestros parques?". Noticia del mes de julio.

Un estudio liderado por el profesor de la Facultad de Ciencias Experimentales, Manuel Vaquerizo y publicado en la revista Science Advances describe por primera vez la biodiversidad de microbios escondida en suelos de parques y jardines de 56 ciudades del mundo

 

 

¿Qué hay bajo el suelo que pisamos cuando paseamos por los parques y jardines de nuestras ciudades? Un estudio internacional liderado por la Universidad Pablo Olavide (UPO) describe por primera vez el microbioma de los suelos de las zonas verdes en 56 ciudades del mundo y analiza sus beneficios para la biodiversidad y para las personas que habitan en zonas urbanas. La investigación, publicada en la revista Sciene Advances e impulsada desde el Laboratorio de Biodiversidad y Funcionamiento Ecosistémico (BioFunLab) de la UPO, muestra que estos espacios verdes son puntos calientes de biodiversidad edáfica y que, de la misma manera que ocurre con aves y plantas, se produce cierta homogeneización entre los microbios que pueden encontrarse en los suelos de los parques de ciudades de todo el mundo.

 

Los parques y jardines son áreas recreacionales que contribuyen al bienestar humano y de mascotas. Se trata de áreas antropizadas que intentan asemejarse a espacios naturales. Sin embargo, poco se sabe de la contribución de las zonas verdes de las ciudades (parques, áreas verdes, cinturones verdes) en el mantenimiento de la biodiversidad y sostenibilidad ambiental. “Estas zonas, parques y jardines, son fundamentales para mantener la salud de la población humana, pero además son el hábitat de multitud de seres vivos, entre los que destaca una ingente biodiversidad de microorganismos, que vive bajo nuestros pies y que lleva a cabo funciones primordiales para el mantenimiento de la vida en este planeta”, explica Manuel Delgado-Baquerizo, líder del BioFunLab en la UPO y autor principal del artículo.

 

Para Delgado-Baquerizo, “las zonas verdes urbanas son fundamentales para nuestro bienestar ya que, en muchas ocasiones, son el único contacto que tienen los ciudadanos con la naturaleza”. Además, aunque todos conocemos las especies de aves y plantas que habitan nuestros parques, pocos saben que la inmensa mayoría de la biodiversidad de parques y jardines está formada por los microbios del suelo. “Microbios que entran en contacto con nosotros mientras disfrutamos del ocio y las actividades deportivas y que juegan un papel fundamental potenciando nuestro sistema inmunológico y nuestra respuesta ante las alergias”, añade.

 

Para describir el microbioma de los suelos de zonas verdes, se han estudiado los suelos de grandes urbes como Pekín, Santiago de Chile o Ciudad del Cabo o de núcleos urbanos más pequeños, de algunos miles de habitantes, como Utrera, en el sur de España, o Alice Springs, en el centro de Australia.

 

Los investigadores tomaron muestras en jardines y zonas recreacionales y analizaron la biodiversidad de distintos organismos, tales como bacterias y hongos, así como diversas propiedades físicas y químicas del suelo, y características funcionales de dichos microorganismos. “Este trabajo sugiere que los espacios verdes de las ciudades son puntos calientes de biodiversidad edáfica y que, en comparación con zonas naturales adyacentes, la transformación en zonas verdes ha contribuido a que estos espacios sean más similares entre sí, con lo que, al igual que pasa con palomas o palmeras, muchas de las especies de microbios se repiten en parques de todo el mundo”, explica Delgado-Baquerizo.

 

Además, tal y como indica Felipe Bastida, investigador del CEBAS-CSIC, “parámetros como el pH del suelo, son fundamentales a la hora de definir esa biodiversidad del suelo. Conocer como un manejo de esos espacios verdes puede influir a la flora microbiana es fundamental para hacer ciudades más saludables”.

 

Asimismo, al ser los parques espacios altamente alterados por la actividad humana, estos microorganismos podrían servir como bioindicadores del efecto antrópico en los ecosistemas, lo cual puede ser muy útil a la hora de evaluar el estado de otros ecosistemas seminaturales, añade José Luis Blanco Pastor, investigador del Instituto sobre la Agricultura, la Alimentación y el Medio Ambiente en Francia (INRAE).

 

Una biodiversidad singular

 

El estudio demuestra que los espacios verdes, además de repetir un patrón que se cumple a nivel global en los parques de todo el planeta, son un punto caliente de biodiversidad de microbios. De hecho, el estudio proporciona la primera lista de las especies de arqueas, bacteria, hongos y protozoos que viven en los parques. “Las zonas verdes de todo el mundo se parecen mucho entre ellas, con zonas de césped y estilos de manejo parecidos, lo que favorece un fuerte efecto homogeneizador que condiciona a los microbios que las habitan”, apunta la investigadora del MNCN Ana Rey. “Necesitamos conocer mejor las consecuencias de los cambios en los procesos biogeoquímicos que supone este efecto homogeneizador”, añade el investigador del ICA César Plaza.

 

El estudio demuestra, además, que las condiciones socio económicas y climáticas donde se desarrollan los parques tienen una influencia importante sobre sus organismos. Las ciudades más cálidas favorecen la aparición de patógenos de plantas, y en las que tienen mayores densidades de población se detecta más proporción de genes claves en la resistencia a antibióticos. “Los suelos de nuestros parques tienen una inmensa biodiversidad microbiana, pero la realidad es que sabemos muy poco sobre la identidad y función de estas especies con lo que futuras investigaciones serán necesarias para aprender más sobre estos microbios que conviven con nosotros. Nuestros resultados sugieren además que la lucha contra plagas de plantas en los parques urbanos podría ser más difícil y costosa bajo condiciones de cambio climático”, explica Delgado-Baquerizo.

 

Según recoge la investigación, los suelos de parque tienen una gran cantidad de material genético microbiano asociado con patógenos humanos, microbios que tienen resistencia a antibióticos y con microbios controladores de gases de efecto invernadero. “Sin embargo, estudios en detalle son necesarios para identificar las especies que contienen este material genético, así como su impacto potencial sobre la salud humana”, concluye el investigador de la UPO.

 

Un esfuerzo internacional

 

Este estudio ha sido realizado como parte del proyecto URBANFUN (https://www.redleonardo.es/beneficiario/manuel-delgado-baquerizo/) de la Fundación BBVA, concedido al profesor de la Facultad de Ciencias Experimentales Manuel Delgado-Baquerizo. En él han participado una veintena de instituciones de 17 países, entre las que se encuentran el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS), el Museo Nacional de Ciencias Naturales MNCN, y el Instituto de Ciencias Agrarias (ICA), todos del CSIC, así como diversas instituciones internacionales: la Universidad de Colorado Boulder, la Universidad de Zürich, de Sidney o de Pretoria, entre otras. 

 

 

Delgado-Baquerizo et al. Global homogenization of the structure and function in the soil microbiome of urban greenspaces. Science Advances.

 

Contacto:

Manuel Delgado-Baquerizo

mdelbaq@upo.es

“El deterioro de la salud mental a raíz de la pandemia es una problemática que afecta directamente a los patrones alimentarios”. Noticia del mes de junio.

Con motivo del Día de la Gastronomía Sostenible, entrevistamos a la dietista nutricionista, y profesora de la Facultad de Ciencias Experimentales, Blanca Escudero

 

18 de junio de 2021

 

A día de hoy, los patrones alimentarios se están modificando, encontramos corrientes en auge como son el veganismo, surgen conceptos como real food, superalimentos o ecoalimentos y cada vez son más las personas que siguen dietas como el ayuno intermitente o la dieta cetogénica. En este escenario cambiante en el que se ubica la alimentación, surge en el año 2016 el Día de la Gastronomía Sostenible, declarado por Naciones Unidas y definido como sinónimo de una cocina que tiene en cuenta el origen de los ingredientes, cómo se cultivan, cómo llegan a nuestros mercados y, finalmente, a nuestros platos, procurando la reducción del desperdicio y valorando los alimentos y la cocina del lugar.

 

Esta situación en la que se está revisando lo que comemos, da a entender que actualmente asistimos a un interés creciente por la alimentación y la cocina saludable. Aún así, la tasa de sobrepeso se ha triplicado en todo el mundo desde los años 70 según la ONU. Con este panorama de sobreinformación y unos datos que no reflejan que la sociedad lleve a cabo una alimentación equilibrada y saludable, existe una necesidad de indagar en el conocimiento científico sobre nutrición y alimentación al servicio de la ciudadanía.

 

Para adentrarnos en esta temática, entrevistamos Blanca Escudero López. Profesora de Nutrición y Bromatología en la UPO desde el año 2010, recibió el Premio Extraordinario de Doctorado y cuenta con una amplia experiencia como dietista-nutricionista en el ámbito de la restauración colectiva, diseñando y supervisando los menús servidos a pacientes del Hospital Virgen del Rocío así como el plan de menús ofertados en comedores escolares.

 

Más del 60% de la población europea se ha puesto a dieta alguna vez, entendiendo ésta como una reducción y privación de determinados alimentos en un momento concreto ¿Por qué cree que ocurre este fenómeno?

Son varios los factores por los que la población decide llevar a cabo determinadas dietas. En primer lugar, es cierto que durante los últimos años existe un mayor compromiso por la salud y la alimentación va adquiriendo una mayor importancia. A esto se les unen otras creencias que han existido siempre como la cultura de la operación bikini. Así, las dietas exprés para perder peso de forma rápida son las protagonistas cuando se acerca el verano. Sin embargo, a mi juicio el factor detonante es la cantidad de información y publicidad accesible que existe actualmente junto con el auge de las redes sociales, las cuales constituyen plataformas con abundante contenido sobre alimentación. El poder de los medios es una realidad y gran parte de la población recurre a fuentes no especializadas, siendo en ocasiones difícil identificar cuál es la información contrastada y rigurosa en un mercado confuso y artificioso. Por eso, considero muy valiosa la labor que realizan cada vez más dietistas-nutricionistas: divulgar información clara y veraz, con evidencia científica, para que el consumidor tenga verdadera libertad de elección y pueda tomar mejores decisiones.

 

¿Cuál sería la dieta ideal?

Comer saludable pasa por adquirir unos buenos hábitos alimentarios que perduren en el tiempo. No solo se trata de mejorar nuestra alimentación, debemos prestar atención a nuestra relación con la comida, cuidar la calidad del sueño, realizar actividad física moderada y llevar un estilo de vida saludable. Así, la esencia de cualquier dieta óptima se basa en alimentos de origen vegetal: legumbres, cereales preferiblemente integrales, frutas, verduras y hortalizas, combinados, en mayor o menor proporción, con productos de origen animal: huevos, carnes, lácteos y pescado, junto con grasas saludables, como el aceite de oliva virgen y los frutos secos. En definitiva, escoger materias primas sin procesar. Por otro lado, no podemos obviar que la alimentación tiene un componente social. Es por esto que, en casa, debemos tener una despensa lo más saludable posible, ya que en la calle nos encontraremos con suficientes situaciones en las que tendremos acceso a alimentos ultraprocesados o malsanos.

 

 

¿Debería la población en general plantear modificaciones en sus hábitos de alimentación?

No debemos modificar nuestra alimentación únicamente como una forma de perder peso, sino establecer unos hábitos alimentarios adecuados y perdurables en el tiempo, pues garantiza una mayor y mejor calidad de vida. De hecho, numerosos estudios han evidenciado la correlación entre una mala alimentación y el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles como obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo II y algunos tipos de cáncer, entre otras, cuya prevalencia ha aumentado notablemente en los últimos años siendo la mala alimentación uno de los principales factores de riesgo para su desarrollo. El desequilibrio nutricional observado se caracteriza por una elevada ingesta de azúcares añadidos, grasas saturadas y sodio, y un escaso aporte de fibra, vitaminas y minerales. La buena noticia es que la alimentación es un factor comportamental modificable. Por tanto, resulta vital promover una dieta variada y equilibrada y un estilo de vida saludable y activo, entendiendo este proceso como una recopilación de buenos hábitos, no sólo en momentos puntuales, ya que consiste en una estrategia para la prevención de enfermedades.

 

Hemos estado revisando que actualmente están de moda diferentes dietas para perder peso como la keto, paleolítica o el ayuno intermitente, las cuales son novedosas ¿Son estas peligrosas?

El problema de muchas de estas dietas es que no poseen una evidencia científica sólida y no hay consenso entre los expertos. Los estudios disponibles son escasos, realizados en poblaciones pequeñas, durante breves periodos de tiempo y con limitaciones metodológicas, por lo que sus efectos beneficiosos son dudosos y no conocemos bien sus posibles riesgos. Por otro lado, son difíciles de mantener a largo plazo, pero sin duda, el mayor peligro es la falta de supervisión por parte de un profesional sanitario. Seguir este tipo de dietas requiere formación y personalización para evitar deficiencias nutricionales, deshidratación y posibles efectos adversos tales como mareos, debilidad, náuseas, etc. Al igual que cuando queremos tratar una dolencia física acudimos a un profesional, cuando queremos “remodelar” nuestro cuerpo o cambiar nuestra rutina alimentaria debemos acudir a un dietista-nutricionista.

 

Además de las dietas, han surgido términos como alimentos ECO, alimentos BIO o superalimentos, ¿por qué cree que la ciudadanía los está incluyendo en su dieta? ¿suponen algún peligro?

Como en todos los aspectos de nuestra rutina, nos apetece cambiar y añadir novedades, nos resulta atractivo conocer alimentos nuevos, incluso algunos se han convertido en un nuevo icono de la actualidad social y un medio para sentirnos más sanos. No podemos considerar que estos alimentos sean peligrosos, pero sí debemos tener en cuenta que existen otros que nos aportan los mismos nutrientes, son más económicos y ya formaban parte de nuestra dieta tradicional. Un ejemplo es la quinoa, considerada con el término de superalimento, la cual nos aporta los mismos aminoácidos que un plato de lentejas con arroz y sin embargo su precio es 6 veces mayor. Pero sobre todo es importante recalcar que los superalimentos no existen, ya que nuestra salud no depende de un solo alimento ni de dos, sino del conjunto de la dieta, nuestra relación con ella y el estilo de vida que llevemos. En relación a los alimentos ECO o BIO, suelen ser consumidos por principios éticos con la intención de contribuir a la sostenibilidad y apoyar el medio de producción por el que se han obtenido, pero debemos tener en cuenta que a su vez pueden proceder de zonas muy lejanas, por lo que su traslado supondrá un gran impacto en el medio ambiente desvirtuando el objetivo con el que se compraron. Hay muchos casos en los que se demuestra que sostenibilidad no es siempre sinónimo de alimentación ECO o BIO.

 

¿Qué es la gastronomía sostenible?

La gastronomía sostenible es un concepto cultural y social que consiste en llevar a cabo una actividad gastronómica continuada en el tiempo y basada en el uso razonable de los recursos limitados que nos ofrece la naturaleza, en este caso de los alimentos, sin perjudicar el medioambiente o la salud. Uno de sus principales compromisos es mitigar el cambio climático desde la cocina. En este sentido, la FAO ha alertado notificando que un tercio de los alimentos destinados al consumo humano se pierde o desperdicia en todo el mundo. Esto genera un impacto muy negativo en la conservación de los recursos, en las emisiones de gases de efecto invernadero y por consiguiente en el cambio climático. En nuestro día a día, podemos realizar pequeños cambios que contribuyen a la cultura de la gastronomía sostenible y que suponen un amplio impacto. Un ejemplo es planificar con antelación nuestro menú, ajustar lo que necesitamos comprar en base a lo que vayamos a consumir, revisando lo que tenemos en nuestra despensa y frigorífico, y tener claros conceptos como “fecha de consumo preferente” y “fecha de caducidad”. Por otro lado, fomentar el consumo de productos de proximidad, es decir, comprar aquel producto que se haya producido lo más cerca posible, reduciendo así los intermediarios hasta llegar a nuestras manos. Asimismo, centrarnos en productos de temporada, referido a alimentos que, de manera natural y debido a su ciclo biológico, sólo están disponibles durante un período de tiempo concreto. Otras de las aportaciones propuestas son reciclar correctamente los residuos de la cocina y no malgastar agua mientras se friega o cocina. Esta rutina alimentaria pone en valor el verdadero concepto de gastronomía, la cual no deja de ser una expresión cultural motivada por la biodiversidad del planeta.

 

¿Es posible una buena alimentación basada en la gastronomía sostenible? ¿En qué consistiría?

 

Sí, una alimentación saludable es compatible con una gastronomía sostenible, por lo que podemos comer sano y contribuir a la vez a preservar el planeta. De hecho, las recomendaciones para alcanzar un estado óptimo nutricional coinciden con las premisas de una alimentación que no cause un grave impacto medioambiental. En primer lugar, debemos adquirir unos hábitos alimentarios adecuados, basados en una dieta variada y equilibrada, y paralelamente incorporar pequeñas acciones que faciliten el desarrollo de una gastronomía sostenible. De este modo, para una alimentación saludable priorizaremos los alimentos de origen vegetal, frutas, verduras, cereales y legumbres, siendo a su vez estos los que menor impacto medioambiental generan. Asimismo, la reducción del consumo de alimentos procesados será un elemento clave tanto para la sostenibilidad, ya que requieren más recursos para su producción, como para llevar a cabo una dieta saludable, debido a su mala calidad nutricional. Por otro lado, es interesante fomentar la compra en el mercado, potenciando la compra de productos de proximidad, de temporada y predominando en estos establecimientos la oferta de productos frescos. En cambio, aunque todos los alimentos que vamos a encontrar en el supermercado son seguros, no significa que sean saludables. De hecho, abundan los alimentos ultraprocesados, superfluos y malsanos, por lo que nos será más difícil escoger un alimento saludable. En definitiva, consiste en comprar, cocinar y comer de manera consciente, por nuestra salud y por la del planeta.

 

¿Qué es lo que más preocupa al colectivo nutricional al encontrarnos en esta situación sanitaria excepcional?

El auge del deterioro de la salud mental a raíz de la pandemia es una problemática que nos afecta directamente. La época que nos ha tocado vivir ha desencadenado en gran parte de la población una pérdida del control sobre su alimentación, pues en muchas ocasiones los malos hábitos alimentarios derivan de la presencia de variables psicológicas tipo estrés, ansiedad o bajo estado anímico. No debemos olvidar que nuestras emociones se encuentran vinculadas con nuestra conducta alimentaria, por eso es importante identificar la relación existente entre nuestro estado emocional y la ingesta de alimentos. Es frecuente el caso de personas que sufren de “hambre emocional”, es decir, personas que utilizan la comida para regular o gestionar sus emociones estableciéndose una relación no saludable con la alimentación. Es una conducta que se va instaurando poco a poco. El primer paso para controlarlo es identificar y analizar la situación que ha causado ese “comer emocional” y por supuesto acudir a profesionales especializados que nos ayuden a abordarlo.

 

Existe una tendencia social por preocuparse por la alimentación, aun así, ¿considera que se está revalorizando la figura del dietista-nutricionista?

  A pesar de aumentar el interés social en materia de Nutrición y vislumbrarse una mayor demanda del dietista-nutricionista, aun sigue siendo una profesión desconocida y poco reconocida. Esta situación puede derivar de asociar el perfil del dietista-nutricionista al término “dieta para perder peso” y la profesión va mucho más allá de pautar menús. Somos el profesional de la salud, con titulación universitaria, reconocido como experto para intervenir en la alimentación de forma individual o como colectivo, en personas sanas o enfermas y en todas las fases de la vida. Por otro lado, en España, a diferencia de otros países europeos, la figura del dietista-nutricionista no está reconocida a nivel estatal dentro del sistema sanitario público. En Andalucía, por ejemplo, no hay dietistas-nutricionistas en las unidades públicas de nutrición hospitalaria, atención primaria, aparato digestivo o pediatría. Ante este panorama, difícilmente la sociedad va a considerarnos profesionales sanitarios, aunque seamos unos de los más implicados en la prevención de enfermedades no congénitas. Por otro lado, además de la salud pública, son muchas las áreas de trabajo en las que un dietista-nutricionista es una figura clave: restauración colectiva, industria alimentaria, deporte, investigación, docencia. En el ámbito de la restauración (cocinas hospitalarias, comedores escolares) la profesión está cada vez más valorada, sin embargo, me gustaría reivindicar la importancia de la educación nutricional en la promoción de la salud. Abordar la nutrición desde el campo de la educación, es una herramienta muy valiosa y una gran estrategia preventiva a largo plazo. En lugar de gastar importantes cantidades de dinero en el tratamiento de enfermedades asociadas a la alimentación, en su mayoría enfermedades crónicas como obesidad, diabetes o enfermedades cardiovasculares, sería más sencillo y efectivo invertir en educación nutricional como medida de prevención de estas enfermedades.

 

 

“Estudiar o trabajar en el campus de la UPO supone un bien intangible en la calidad de vida de las personas” . Noticia del mes de mayo.

Entrevistamos al nuevo director del CEI-Cambio en la Universidad Pablo de Olavide y profesor de la Facultad de Ciencias Experimentales, Luis Villagarcía Saiz

 

 Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Diversidad Biológica, conversamos con el profesor Luis Villagarcía Saiz, experto en Biología y Ecología y vinculado al Departamento de Sistemas Físicos, Químicos y Naturaleza de la UPO desde su formación.

 

 Villagarcía es uno de los profesores implicados en fomentar el compromiso con el medioambiente que caracteriza a la Universidad Pablo de Olavide y asume y confía en el reto de trabajar hacia una universidad cada vez más integrada en el entorno y respetuosa con el mismo. Recientemente, ha sido nombrado director de la plataforma CEI Cambio, un punto de encuentro para la difusión de proyectos ambientales creada en el año 2010 con el objetivo de aunar el conocimiento y promover la difusión de proyectos en materia ambiental. En esta plataforma la UPO funciona como coordinadora, contando con la colaboración de otras universidades socias: Almería, Cádiz, Córdoba, Huelva, Jaén y la Universidad Internacional de Andalucía.

 

Además de CEI Cambio, este experto en medioambiente es uno de los promotores de Mundo Sostenible, el programa de radio de la emisora universitaria RadiOlavide en el que se promueve la sostenibilidad a través de debates y divulgación de contenidos y que ha sido recientemente galardonado con Premio Andalucía de Comunicación Audiovisual Local.

 

La UPO se define como una universidad sostenible. ¿De qué manera contribuye ser un campus verde a la sociedad?

 

El campus de la UPO es un elemento diferencial de la universidad desde que se creó, en el que existe una gran riqueza natural siendo el campus un auténtico escenario de biodiversidad. Todo esto ha sido posible porque se ha gestionado desde la integración con el entorno y ahora estamos obteniendo beneficios de ello, ya que estudiar o trabajar en el campus UPO supone un bien intangible para la calidad de vida y el bienestar de las personas. Hemos convertido el ámbito de la Universidad Pablo de Olavide en un ejemplo para el resto de instituciones ya que los miembros de la comunidad UPO se han nutrido de estas ventajas y van a requerir estos bienes cuando salgan de la institución.

 

¿Por qué crees que las universidades deben ser punto desde el que se trabaje la sostenibilidad?

Considero que es totalmente necesario desarrollar cualquier actividad que esté relacionada con la sostenibildad ya que nos encontramos en un escenario de cambio, el cual, en ocasiones se plantea únicamente como un cambio tecnológico, algo que considero que es erróneo ya que no es posible desde una perspectiva sostenible. Necesitamos que el desarrollo siga otras líneas en la que se tengan en cuenta los cuidados, la vida de las personas, la conservación de la naturaleza y que todo ello se integre con un bienestar medioambiental. Por lo tanto, considero que la universidad tiene la obligación de llevarlo a cabo, ya que poseen las capacidades de investigación, la información y el rigor científico para plantear alternativas hacia un cambio que considere la revolución tecnológica pero que, a su vez, respete y cuide los ecosistemas.

 

¿Hacia qué líneas debe encauzar la Universidad Pablo de Olavide sus esfuerzos para mantener y mejorar este compromiso medioambiental?

 

Cuanto mayor sea la conciencia medioambiental de las personas que forman el colectivo UPO, mayor será el grado de sostenibilidad. Considero que se debe poner empeño en logar captar la atención de los miembros de la Universidad para que entiendan y asimilen la responsabilidad individual que deben asumir y con la que se conseguirán resultados satisfactorios. En este sentido, me gustaría reconocer la labor que realiza el colectivo de los auxiliares de servicio en cuanto al ahorro energético de luz, ya que este personal se esfuerza en tener un control del uso de las aulas y de esta manera, apagan las luces cuando están en desuso. Esta pequeña acción se traduce en un ahorro significativo de energía, no es obligatoria, pero refleja el compromiso de la comunidad con el objetivo de sostenibilidad y es la vía más eficiente para conseguir los propósitos deseados.

 

¿Qué iniciativas se están llevando a cabo en la Universidad Pablo de Olavide para mejorar la biodiversidad?

 

Desde la delegación del Rector para Campus Sostenible, se está trabajando en la propuesta de diferentes proyectos, el primero de ellos es el de ‘huella de carbono 0’ con el que se pretende llegar a producir la mayor cantidad de energía propia mediante la instalación de placas fotovoltaicas. Por otro lado, se está examinando la posibilidad de aumentar la superficie arbórea del campus, un proyecto que pretendemos que de lugar a otras iniciativas como la de habilitar aulas al aire libre. Por último, queremos conseguir reunir todos los factores que exige la peatonalización de la zona centro del campus, para así intentar reducir el uso del transporte privado.

 

La Universidad Pablo de Olavide coordina la plataforma CEI Cambio desde hace once años. ¿Podría contarnos en qué consiste esta iniciativa?

 

CEI Cambio es el Campus de Excelencia Internacional de Medio Ambiente, Biodiversidad y Cambio Global. La función de la plataforma consiste en dar cabida a la problemática del cambio climático, la biodiversidad, la transformación global y la sostenibilidad, promocionando diferentes proyectos en las universidades que traten estos asuntos, ya sean actividades de educación ambiental, investigación, proyectos de transmisión de conocimiento o iniciativas de innovación. CEI Cambio colabora para mantener el compromiso con la sostenibilidad que tiene la UPO. La Universidad Pablo de Olavide funciona como coordinadora del proyecto, contando con la participación de diferentes universidades socias a nivel regional.

 

 ¿En qué proyectos se está trabajando actualmente desde la organización?

 

La plataforma se encuentra inmersa en dos grandes acciones de investigación. Por un lado, está llevando a cabo la tarea de adaptación de la directiva marco del agua a la realidad andaluza, concretamente del estuario del Guadalquivir (Trans-DMA), a través de un modelo de gestión integrada, un proyecto liderado por la vicerrectora de Investigación, Transferencia y Doctorado, Antonia Jiménez. Por otro lado, CEI Cambio ha recibido recientemente la adjudicación para coordinar los planes complementarios de la Junta de Andalucía en la expresión de interés de biodiversidad.

 

¿Qué acciones destinadas al colectivo universitario promueve CEI Cambio para contribuir al desarrollo sostenible?

 

El Campus de Excelencia proporciona un programa anual de educación ambiental, bajo esta programación se encuentran diferentes actividades, la más reciente fue la celebración de la ‘Semana de la Tierra’ en la que cada universidad sede proporcionó una charla. Desde nuestra sede promovemos otras actividades como la I Maratón de Biodiversidad de la UPO, la gestión de los huertos sociales y talleres de agroecología.

 

Centrándonos en sus metas personales como nuevo director, ¿cuáles son los objetivos que pretende conseguir con CEI Cambio durante esta etapa?

 

Mi primer objetivo es conseguir que todas las universidades andaluzas públicas formen parte CEI Cambio. También pretendo centrar un objetivo común para que, desde todas las sedes y en base a los recursos con los que contamos, se trabaje de la manera más productiva posible, existen muchos grupos y personas interesados en esta temática y me preocupa que no estén unidos y no encuentren las sinergias posibles.  Por otro lado, me gustaría encauzar los esfuerzos en el fomento de la educación ambiental de los miembros de la comunidad UPO para así conseguir que desarrollen un sentimiento de conciencia y respeto hacia la biodiversidad. El mayor aporte que podemos realizar es conseguir que cada persona de la UPO modifique su percepción acerca del cuidado del medioambiente y mantenga una responsabilidad individual con este. De esta manera, la mejora vendría sin apenas esfuerzos ya que los resultados que se consiguen trabajando desde la biodiversidad son muy satisfactorios y las personas se esforzarían por mantener estos hábitos.

 

Una de las acciones de la organización consiste en trabajar para la mejora medioambiental desde los centros universitarios en los que tiene sede ¿Cuáles son los organismos encargados de llevar a cabo la tarea de sostenibilidad en la UPO?

 

Con la llegada del nuevo equipo de gobierno al Rectorado de la UPO, se ha creado un nuevo cargo que es el delegado del rector para Campus Sostenible, el cual lo preside el catedrático de ecología Antonio Gallardo. Esta delegación actúa como paraguas bajo el que se amparan dos grupos de acción, CEI Cambio y la coordinación de política medioambiental, liderada por Francisco José Fernández. Entre nosotros tres, y con el apoyo técnico y organizador de la ambientóloga María José Molina, nos encargamos de tomar las decisiones de la Universidad desde el punto de vista ambiental. 

 

 

 

 

Más información:

https://www.upo.es/ceicambio/?lang=es

https://radiolavide.org/categoria-audios/mundo-sostenible

 

La profesora de la Facultad de Experimentales, Rocío Leal Campanario estudia la hormona de crecimiento como posible vía terapéutica en los trastornos del espectro autista. Noticia del mes de abril.

Rocío Leal Campanario, investigadora de la División de Neurociencias y profesora de la Facultad de Ciencias Experimentales, propone profundizar en la regulación de la hormona de crecimiento como posible vía terapéutica en los trastornos del espectro autista (TEA). Esta línea de trabajo busca conocer las implicaciones de su uso como tratamiento sobre el hipocampo y el cerebelo. Dos regiones del cerebro con un rol importante, entre otros, sobre el aprendizaje, la memoria y la función cognitiva.

El foco de la iniciativa se sitúa sobre la hormona de crecimiento (GH) y, de manera especial, sobre el factor de crecimiento insulínico tipo 1 (IGF-1). Ambas actúan en eje, promoviendo el desarrollo cerebral y la plasticidad neuronal, además de su papel en otros tejidos y en los huesos.

Durante las dos últimas décadas, diversos estudios han trazado una relación entre la presencia de niveles anómalos de estas sustancias y el autismo. "Se han reportado niveles significativamente bajos de IGF-1 en el líquido cefalorraquídeo en niños con autismo, lo que daría una pista de su posible papel patogénico", señala la investigadora.

En este sentido, apunta, "se ha observado un desarrollo no convencional del cerebelo en niños con autismo, lo que podría venir mediado por estos niveles anómalos de la hormona. Otros estudios han mostrado que el tratamiento con IGF-1 mejora las habilidades sociales en modelos ratones con autismo".

Ante ello, los científicos de la UPO proponen la implantación de células productoras de GH/IGF-1 como vía para seguir profundizando en su posible relación con los TEA. Una fórmula que ya han ensayado con éxito en ratas modelo, donde se ha visto como éstas aprendían más rápido, de manera más eficiente y recordaban las tareas durante mucho más tiempo que el grupo de control.

En esa ocasión, junto al Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBiS), el equipo de Rocío Leal utilizó un tumor hipersecretor inducido, que permitió ver una mejora en las funciones cognitivas (memoria y aprendizaje) y la eficacia sináptica. Los resultados, publicados en la revista Acta Physiologica, mostraban una aceleración en las etapas de la neurogénesis en el hipocampo adulto, favoreciendo la maduración de estas nuevas neuronas y mejorando su comunicación sináptica.

El altramuz o el zumo de naranja fermentado, alimentos con potencial cardiosaludable. Noticia del mes de marzo.

Un grupo de investigadores de la Pablo de Olavide, liderados por la profesora de la Facultad Ciencias Experimentales Soledad Fernández Pachón, aplica biotecnología para caracterizar compuestos de alimentos vegetales con beneficios para la prevención de enfermedades crónicas.

 

11 de marzo de 2021

 

El altramuz, el garbanzo o el zumo de naranja fermentado contienen compuestos de interés para la salud del corazón. Así lo han identificado desde la Universidad Pablo de Olavide un grupo de investigadores, liderados por la profesora de la Facultad de Ciencias Experimentales Soledad Fernández Pachón, que emplea tecnología de alimentos para estudiar aquellos compuestos de origen vegetal con propiedades para prevenir enfermedades crónicas.

 

“El riesgo cardiovascular está relacionado con diversos eventos en el organismo, como el estrés oxidativo, la acumulación de lípidos en sangre o los estados proinflamatorios”, apunta esta bióloga. Para atajar estos problemas, analiza en su laboratorio compuestos bioactivos vegetales, sustancias químicas presentes en pequeñas cantidades en los alimentos y que intervienen en procesos fisiológicos tales como la reducción de la inflamación, el colesterol o la oxidación celular.

 

Varios de ellos los ha encontrado en la naranja. Más concretamente, en la fermentación de su zumo, un proceso que ‘enriquece’ sus propiedades saludables y que las sitúa por encima de otras bebidas derivadas de frutas. “Esta bebida contiene compuestos fenólicos, carotenoides, vitamina C y melatonina, con actividad importante en el abordaje de enfermedades crónicas. A ello se suma un contenido en alcohol muy bajo, de apenas un grado”, apunta la investigadora.

 

En varios estudios, tanto en ratones como en humanos, este equipo de la UPO ha visto cómo fermentar el zumo de naranja previene mejor que el zumo de partida el riesgo cardiovascular a través de su acción antioxidante, además de por su impacto sobre el perfil lipídico y la inflamación. Una innovación que Fernández Pachón entiende de interés para el sector, ya que “el desarrollo de nuevos productos derivados de esta fruta podría suponer nuevas vías para su comercialización, en especial para Andalucía que concentra casi el 35% de la producción española de cítricos”.

 

Alimentar el corazón

 

Soledad Fernández Pachón defiende la importancia de incluir verduras y frutas en todas las comidas del día, así como priorizar fuentes de proteínas vegetales (legumbres y cereales integrales), los frutos secos sin procesar o el aceite de oliva como grasa culinaria, tanto en la cocina como para aderezo. “Si además realizamos las comidas en buena compañía, sin prisas y sin estrés, siendo conscientes de los sabores, texturas y olores, obtendremos mayores efectos saludables a través de nuestra alimentación”, comenta.

 

Una de sus líneas de trabajo actuales recae sobre el altramuz. En colaboración con el doctor Carrillo Vico, del Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBiS), y los doctores Millán Rodríguez, Millán Linares y Pedroche Jiménez del Instituto de la Grasa (CSIC), estos científicos han obtenido resultados positivos sobre su uso en relación a los factores de riesgo de la aterosclerosis, enfermedad producida por el depósito de placas en las arterias y que puede derivar en infarto o derrame cerebral.

 

En concreto, han realizado un ensayo pre-clínico en ratones sobre el consumo de hidrolizados proteicos de esta legumbre. Una técnica que ‘rompe’ las proteínas en partes más pequeñas (péptidos) y que permite una mejora a la hora de su actividad biológica y su proceso digestivo. Algo que hace esta tecnología de gran interés, por ejemplo, en nutrición deportiva, donde Soledad Fernández ensaya con el garbanzo en colaboración con los doctores Millán Rodríguez, Millán Linares, Pedroche Jiménez y González Jurado (UPO).

 

En las próximas semanas el equipo de la Pablo de Olavide, IBiS y CSIC va a iniciar un nuevo estudio, esta vez con pacientes con síndrome metabólico, un trastorno asociado a un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares o diabetes tipo II. En concreto, ensayarán un preparado hidrolizado de altramuz para medir su impacto sobre diversos factores como la oxidación, el perfil hepático o renal, el metabolismo de lípidos… “La idea es establecer tanto la eficacia terapéutica de este tipo de productos como evaluar su seguridad y tolerabilidad”, apunta la científica.

La mejora continua y la rendición de cuentas, bases del aseguramiento de la calidad en la UPO. Noticia del mes de febrero.

 

Entrevistamos a la profesora de la Facultad de Ciencias Experimentales, Belén Floriano Pardal, para conocer mejor la importancia de los sistemas de calidad en nuestras universidades. 

Hace unos días recibimos la estupenda noticia de que la UPO ha sido la primera universidad española con todos sus centros de estudios de grado certificados. ¿Por qué es importante para nuestras titulaciones que los centros tengan la implantación de sus sistemas de calidad certificada?

Ser pionera y valiente son dos características que todo el mundo reconoce como señas de identidad de la UPO, y esta noticia es otro ejemplo de ello, esta vez en materia de aseguramiento de la calidad. Según la legislación vigente en España, los Centros que cuentan con una certificación de la implantación de su sistema de garantía de calidad y el 50% de los títulos que imparten evaluados y acreditados pueden optar a la Acreditación Institucional. Obtener esta Acreditación Institucional implica que los Centros que imparten grados y/o másteres son los responsables de la renovación de la acreditación de sus títulos.

Este reconocimiento es una muestra de la confianza que estos Centros han generado en el sistema universitario y que se debería mantener en el tiempo contando con el apoyo, tanto a nivel institucional, como con el de cada persona que forma parte de la UPO.

Sabemos que tu labor ha sido clave para conseguir este hito antes y durante tu etapa como delegada del rector para la Calidad. ¿A qué retos te enfrentaste en esta etapa?

El gestionar la implantación de estos sistemas en la universidad es un trabajo para el que la UPO tuvo la suerte de contar personas muy comprometidas y con gran visión de futuro antes que yo, como Cinta Canterla y Alicia Troncoso, vicerrectoras con competencias en calidad con las que tuve la gran suerte de aprender y trabajar. 

El principal reto, y que aún creo que existe, es la concepción de la calidad y su aseguramiento como un proceso burocrático que no proporciona ningún beneficio a la universidad. Si como personas consumidoras pensamos en una empresa del sector de la alimentación, seguro que estamos más tranquilas si sabemos que tienen implantado un sistema por el que aseguran que controlan puntos críticos del proceso de producción, ¿verdad? Pues este es uno de los aspectos clave de los sistemas de garantía de calidad en la UPO: generar información que nos permita hacer un análisis real de la situación de nuestros títulos y de su repercusión en el estudiantado.

Pero no nos podemos quedar ahí, además, hay que actuar sobre lo que no funciona bien en la medida de nuestras posibilidades. Estos sistemas se basan en gran medida en el famoso ciclo de Deming según el cual primero hay que planificar, luego hacer lo planificado y analizar lo hecho para mejorarlo en la siguiente ronda. El sistema que se diseñe para esto debe dar información útil (cualitativa y cuantitativa) para que las personas de la UPO la analicen y propongan e implanten propuestas de mejora, incluida la mejora del propio sistema. Y también debe servir para rendir cuentas de nuestra actividad a la sociedad y demostrar que hacemos un uso responsable de los recursos que nos suministra. Además, el sistema no puede ser un fin en sí mismo. Es una herramienta que debe evolucionar igual que lo hace la universidad. Y todas las personas que formamos parte de la UPO debemos contribuir porque todas nuestras acciones, grandes y pequeñas, tienen un impacto en la credibilidad y el prestigio de la institución a la que pertenecemos.

Fuiste vicedecana de Calidad entre los años 2007 y 2012.
¿Cómo se compagina esta intensa actividad en gestión con tu labor docente e investigadora?

Pues como hacemos todas y todos: renunciando a un poco de sueño y a horas libres de fines de semana. Bueno, tuve la suerte de trabajar con equipos estupendos, para los que sólo tengo palabras de agradecimiento, tanto en la gestión de la Facultad como después a nivel de Rectorado, así como en la docencia y en la investigación. Las cosas salen cuando las personas estamos dispuestas a sumar. Además, a nivel familiar, mis hijos ya no requerían tanta dedicación, ya que fui una madre joven en mi época. Admiro mucho a las madres y padres de la UPO que se comprometen con las labores de gestión teniendo hijas e hijos con edades en las que aún demandan mucho de ti.

También conocemos tu implicación por la igualdad efectiva entre hombres y mujeres

Afortunadamente, en mi familia aprendí que las tareas del hogar se distribuyen entre hombres y mujeres de la misma manera y viví en primera persona el apoyo de mi madre y de mi padre para que nos desarrollásemos como personas iguales. Cuando veo las discriminaciones y los estereotipos que aún existen y que dan como resultado que una parte de la población no pueda disfrutar de los mismos derechos, no puedo mirar para otro lado. Por eso, en cuanto supe de la existencia de la Comisión de Igualdad de la Facultad quise formar parte y aportar mi pequeño granito.

Por último, nos gustaría que nos cuentes sobre tu labor en la Dirección de Evaluación y Acreditación (DEVA)

Mi entrada en DEVA ha sido el último reto en materia de calidad y me está permitiendo aprender mucho y tener una visión más amplia, sobre todo porque, entre otras cosas, coordino el Área de Relaciones Internacionales. Una de las tareas más importantes de esta área es la gestión de la evaluación externa a la que DEVA debe someterse cada cinco años para seguir perteneciendo a la European Association for Quality Assurance in Higher Education (ENQA) y continuar inscrita en el European Quality Assurance Register for Higher Education (EQAR). Ambas cosas son requisitos que establece la legislación española para poder actuar como agencia externa de calidad.

Esta evaluación conlleva la elaboración de un informe de autoevaluación frente a los criterios y directrices para el aseguramiento de la calidad a nivel europeo (los ESG2015) y la visita de un panel evaluador internacional que es el responsable de emitir el informe final en el que se analiza el grado de cumplimiento por DEVA de cada uno de dichos criterios. Lo más común es que hagan sugerencias de mejora a las que DEVA tiene que dar respuesta antes del siguiente ciclo. Todo está publicado en la web de DEVA y en la de los organismos internacionales.

Además, colaboro en la participación de DEVA en foros y encuentros de éstos y otros organismos a nivel internacional, así como en proyectos europeos que incluyen el aseguramiento de la calidad entre sus objetivos. Actualmente estamos desarrollando un trabajo conjunto muy ilusionante sobre la iniciativa de Universidades Europeas con las universidades de Granada, Cádiz y Sevilla, que coordinan los consorcios ARQUS, SEA-EU y ULYSSEUS que resultaron aprobados en la primera y la segunda convocatoria que lanzó la Unión Europea sobre esta iniciativa. Es un reto apasionante pues se pretende que se sienten las bases de las futuras universidades a nivel europeo, en las que universidades de diferentes países impartan titulaciones de manera conjunta, sumando capacidades y recursos, y todo ello encaminado a la consecución de un verdadero espacio europeo de educación superior capaz de formar personas en todos los niveles universitarios que den respuesta a los desafíos a nivel europeo y mundial. Ojalá la UPO pueda participar en alguna iniciativa de este tipo en un futuro no muy lejano.

Cuatro docentes de la FCEX entre el personal investigador más destacado del mundo en su disciplina. Noticia del mes de enero.

El estudio titulado 'Updated science-wide author databases of standardized citation indicators' y dirigido por el investigador John Ioannidis de la Universidad de Stanford (EE.UU.) se ha publicado en la revista Plos Biology. Ha clasificado alrededor de 160 000 profesionales del ámbito científico en función del impacto e indicadores de productividad científica a lo largo de sus carreras hasta finales de 2019, tomando como referencia la base de datos Scopus. De esta manera, el estudio combina diversas métricas relacionadas con la productividad científica para clasificar por área de investigación al personal científico más influyente.

En éste se incluyen cuatro docentes de la Facultad de Ciencias Experimentales, que se encuentran entre el 2 por ciento superior del personal científico más destacado del mundo en su disciplina:

José María Delgado (Neurología) profesor emérito de la FCEX que ha impartido docencia mayoritariamente en el grado en Nutrición Humana y Dietética y es experto en Neurociencia.

María del Carmen Gordillo (Física Aplicada) es catedrática de Física Aplicada, profesora de Física en el Grado en Biotecnología y experta en Simulaciones de Sistemas Cuánticos.

Antonio Gallardo (Agronomía y Agricultura) es catedrático de Ecología, profesor de Cambio Global en el Grado en Ciencias Ambientales y especialista en Biogeoquímica y Cambio Global.

Juan C. Linares (Ciencias Forestales) es profesor titular del Área de Ecología, imparte Organización y Gestión de Proyectos Ambientales y Métodos de Muestreo en Ecología en el Grado en Ciencias Ambientales y es experto en adaptaciones de los bosques al cambio climático.

Referencia:

Ioannidis JPA, Boyack KW, Baas J (2020) Updated science-wide author databases of standardized citation indicators. Plos Biology 18(10): e3000918. https://doi.org/10.1371/journal.pbio.3000918

12 meses, 12 noticias FCEx, 2020

LA FACULTAD DE CIENCIAS EXPERIMENTALES RECONOCE LA LABOR DE DOCENTES Y ESTUDIANTADO DURANTE EL CONFINAMIENTO. Noticia del mes de diciembre.

La Junta de Facultad aprueba conceder, a propuesta del estudiantado de dicha facultad, menciones de calidad en formación on-line y de solidaridad durante el estado de alarma

 

 Desde que se decretara el estado de alarma el pasado mes de marzo, todos los miembros de la comunidad universitaria se han adaptado al nuevo escenario que ha generado la pandemia de Covid-19. Momento crítico fue, sin duda, el confinamiento, donde, de un día para otro, se abandonó la formación tradicional para dar paso al aprendizaje virtual, con los retos que ello conlleva. Fruto de esta situación extraordinaria, la Junta de Facultad de Ciencias Experimentales de la Universidad Pablo de Olavide aprobó conceder, a propuesta del estudiantado de dicha facultad, menciones de calidad en formación on-line y de solidaridad durante el estado de alarma para PDI y alumnado.

 

            “La respuesta de los colectivos de nuestra facultad fue ejemplar, y, por ese motivo, se aprobaron estas menciones con el fin de reconocer su labor”, señala la decana Pilar Ortiz Calderón, quien añade que “los primeros meses de esta pandemia, supusieron un reto que llegó de un día para otro, docentes con más de 30 años de experiencia, que jamás habían dado una clase online, se formaron en tiempo récord para poder continuar desde el mismo lunes 17 de marzo la formación, mientras que el estudiantado tuvo una empatía excepcional, trabajando codo con codo con profesores para ayudar a sus compañeras y compañeros”.

 

            La idea de otorgar estos reconocimientos surgió del contacto continuo entre los delegados y delegadas de los distintos grados, cursos y líneas de la Facultad de Ciencias Experimentales, tanto entre ellos como con sus clases, el profesorado y el Decanato. “Este contacto continuo nos permitía conocer las dificultades a las que se iba enfrentando tanto el alumnado como el profesorado en cada asignatura, pero también nos dio la oportunidad de conocer las soluciones que se le estaban dando a los problemas que surgían y quién y de qué manera había ayudado a seguir adelante con la docencia online sin que estos obstáculos supusiesen un desastre” explica Macarena Santos Cárdenas, delegada de Estudiantes  de la Facultad de Ciencias Experimentales de la UPO. “A veces las cosas salían bien, otras veces se cometían fallos, como es lógico. Pero en general, desde el alumnado teníamos la sensación de que todas las piezas que forman nuestra facultad lo estaban poniendo todo de su parte para salir adelante”, añada esta estudiante.

 

            Así es como un día, hablando del enorme esfuerzo que estaba suponiendo para todos el período de docencia online, surgió de entre los delegados y delegadas la idea de proponer a la Junta de Facultad que se otorgaran menciones especiales para agradecer de algún modo todo el esfuerzo y tiempo invertido en hacerlo todo lo más fácil y llevadero posible durante el confinamiento. “Esta propuesta tuvo muy buena aceptación en la Junta de Facultad, donde además se decidió que fuésemos los alumnos los encargados de proponer al alumnado y profesorado candidatos a recibir dichas menciones”, explica Macarena Santos.

 

            Profesorado y estudiantado reconocido

           

            La Facultad de Ciencias Experimentales realiza de esta manera cuatro menciones al profesorado, una por cada línea del Grado en Ciencias Ambientales, una por Grado en Biotecnología y otra por Grado en Nutrición Humana y Dietética; y seis menciones al alumnado, una por cada línea de Grado en Ciencias Ambientales, una por Grado en Biotecnología, otra por Grado en Nutrición Humana y Dietética y una por cada Doble Grado:

 

  • Grado en Biotecnología:
    • Alumnado: Marieta Gómez Matos, en representación de toda la delegación de alumnos del grado de Biotecnología.
    • Profesorado: Juan Carlos Rodríguez Aguilera.

 

  • Grado en Nutrición Humana y Dietética:
    • Alumnado: María Dolores Blanco Espino.
    • Profesorado: María del Rosario Rodríguez Griñolo.

 

  • Grado en Ciencias Ambientales línea 1:
    • Alumnado: Carmen López Fernández.
    • Profesorado: Inmaculada Expósito Ramos, en representación del profesorado de la asignatura de Geología.

 

  • Grado en Ciencias Ambientales línea 2:
    • Alumnado: Marta García Molinas.
    • Profesorado: Antonio Rosal Raya, en representación del profesorado de la asignatura de Ingeniería Ambiental.

 

  • Doble Grado en Ciencias Ambientales e Ingeniería Agrícola:
    • Alumnado: Paula Gómez Martínez.

 

  • Doble Grado en Ciencias Ambientales y Geografía e Historia:
    • Alumnado: Macarena Santos Cárdenas.

 

           

   “Todos los candidatos y candidatas que finalmente van a recibir estas menciones al mérito son personas que han trabajado día a día y de forma muy intensa para que los diferentes grados y cursos de nuestra facultad pudiesen terminar el semestre con éxito”, afirma Macarena Santos, quien añade que “a todos ellos, y a muchos otros que se nos han quedado en el tintero, queremos darles las gracias de corazón por su enorme esfuerzo y dedicación, por dar el máximo de sí mismos, y por atender las necesidades de nuestra facultad en tiempos tan difíciles. Y gracias por enseñarnos que, para que una comunidad como la nuestra salga adelante, la abnegación, la colaboración y la solidaridad son tan importantes como lo que aprendemos en clase”.

 

 

 

 

           

 

RAFAEL RODRÍGUEZ DAGA Y SILVIA SALAS PINO DESCRIBEN UN MECANISMO DE AGREGACIÓN DE PROTEÍNAS REVERSIBLE COMO RESPUESTA AL ESTRÉS TÉRMICO. Noticia del mes de noviembre.

La investigación, realizada en la levadura Schizosaccharomyces pombe como modelo, muestra que la agregación de proteínas puede ser un mecanismo de protección celular ante algunos tipos de estrés ha sido publicada en la revista CellReports

 Un equipo de científicos dirigido por el profesor Rafael Rodríguez Daga y la profesora Silvia Salas Pino de la Facultad de Ciencias Experimentales e investigadores del grupo de Arquitectura y Dinámica Nuclear del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo (CSIC-UPO-Junta de Andalucía) de la Universidad Pablo de Olavide, ha llevado a cabo un estudio que muestra cómo la agregación de proteínas puede ser un mecanismo de protección celular ante algunos tipos de estrés. La investigación, realizada en la levadura Schizosaccharomyces pombe como organismo modelo, ha sido publicada en la revista CellReports.

            Las proteínas son moléculas esenciales de las células y realizan la mayoría de sus funciones estructurales y reguladoras.  En cualquiera de nuestras células pueden coexistir miles de proteínas distintas, representadas desde varios cientos, hasta varias decenas de miles de moléculas de cada una. El control de la cantidad de proteínas que hay en una célula se conoce como proteostasis, e implica mecanismos de regulación de la síntesis, plegamiento y degradación de cada proteína de acuerdo a las necesidades celulares en cada momento.

            Cada proteína tiene una estructura tridimensional específica que es fundamental para el correcto desarrollo su función. El propio envejecimiento de las proteínas, que se oxidan con el tiempo, mutaciones en los genes que las codifican, o fluctuaciones bruscas en las condiciones fisicoquímicas del ambiente, dan lugar a alteraciones en su plegamiento natural. Las células cuentan con unas ‘ayudantes moleculares’, las chaperonas, que promueven el correcto plegamiento de las proteínas mal plegadas, y evitan así su degradación por el sistema de control de calidad. Sin embargo, en muchos casos, estas proteínas no pueden ser replegadas ni degradadas, y se agregan entre sí de forma irreversible. Estas agregaciones generan acúmulos proteicos que con el tiempo acaban convirtiéndose en verdaderos “vertederos moleculares”, interfiriendo con el correcto funcionamiento celular y causando enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson o el Alzheimer.

             En general, la agregación de proteínas se ha considerado hasta muy recientemente como deletérea e irreversible. Sin embargo, en los últimos años se ha puesto de manifiesto que algunos tipos de agregación son reversibles y constituyen un mecanismo de protección celular, ya que previenen la degradación de las proteínas desplegadas por el estrés.

             Como indica el equipo de investigación, el estudio liderado por la UPO demuestra que cuando se exponen las levaduras a un estrés por temperatura, una condición que da lugar a la desnaturalización o desplegado parcial de las proteínas, numerosas proteínas nucleares se agregan entre sí formando unas estructuras circulares que denominamos ‘anillos nucleolares’, ya que localizan cerca del nucléolo.  Estos anillos congregan a proteínas esenciales para la producción, procesamiento y maduración de los ARNs mensajeros y de su transporte al citoplasma, componentes arquitecturales de la cromatina, así como reguladores del ciclo celular. Este secuestro orquestado de reguladores de la actividad nuclear en anillos de agregación da lugar a un bloqueo general de la actividad bio-sintética nuclear y a la consiguiente detención del crecimiento y proliferación celular mientras persiste el estrés. “Sin embargo, y esto es lo más importante, cuando las células vuelven a una temperatura compatible con el crecimiento, los anillos de agregación se disuelven, y sus componentes se redistribuyen a las estructuras y microambientes donde realizan normalmente su función” explican Rafael Rodríguez Daga y Silvia Salas Pino. 

            Este estudio revela así que este tipo de agregación es un mecanismo de resistencia y protección frente al estrés térmico que permite regular de forma coordinada múltiples procesos celulares. “Nuestro trabajo demuestra, además, que la disolución de los anillos requiere de la acción de chaperonas y desagregasas, actividades que están conservadas evolutivamente desde levaduras hasta humanos. La eliminación de estas proteínas o su inhibición farmacológica comprometen severamente la viabilidad celular en estas circunstancias”, explica el equipo de investigación, quien sostiene que entender los secretos moleculares de este tipo de agregación reversible podría ayudar al diseño de intervenciones encaminadas a revertir los procesos de agregación asociados a enfermedades”.

             El trabajo ha sido desarrollado en el Centro Andaluz de Biología para el Desarrollo por la doctora Paola Gallardo Palomo (becaria puente, UPO), egresada de la Licenciatura en Biotecnología y del Máster de Biotecnología Sanitaria (UPO); Paula Real Calderón, egresada del Máster en Biotecnología Sanitaria (UPO), actualmente realizando una tesis doctoral internacional co-tutelada (Universidad de California, San Francisco, y la UPO), y los profesores, Ignacio Flor Parra (Talent-Hub), Silvia Salas-Pino y Rafael Rodríguez Daga.

 Referencia:

 Paola Gallardo, Paula Real-Calderón, Ignacio Flor-Parra, Silvia Salas-Pino, Rafael R. Daga. AcuteHeat Stress Leads to Reversible Aggregation of Nuclear ProteinsintoNucleolarRings in FissionYeast. CellReports VOL 33, ISSUE 6, 108377, NOVEMBER 10, 2020. Open Access DOI: https://doi.org/10.1016/j.celrep.2020.108377

Los profesores de la Facultad de Experimentales Antonio Gallardo, Luis Villagarcía y Manuel Delgado Baquerizo lideran varios proyectos dirigidos a conocer las consecuencias del cambio global en el medio urbano y ruderal. Noticia del mes de octubre.

El Campus de la UPO se afianza como laboratorio para medir el impacto del cambio climático

 

La Universidad Pablo de Olavide afianza su campus como un laboratorio capaz de medir las consecuencias del cambio climático sobre el entorno. El proyecto URBANFUN, financiado por la Fundación BBVA, está poniendo en marcha nuevas parcelas de estudio para analizar el comportamiento de las zonas verdes urbanas ante el calentamiento global. Manuel Delgado Baquerizo es el responsable de esta propuesta, que se suma a otras iniciativas experimentales de la UPO lideradas por los profesores Antonio Gallardo y Luis Villagarcía.

 En Andalucía existen cerca de 6.000 hectáreas dedicadas a parques periurbanos. A estos cabría sumarle otras infraestructuras verdes, como parques interiores, jardines, rotondas, zonas arboladas o vías pecuarias. Entre todas conforman un cuantioso espacio natural, cuya participación a la hora de conocer los efectos del cambio climático es, según el responsable de la iniciativa, “casi desconocida”.

 “La mayoría de los estudios en vegetación y suelos se centran en ecosistemas naturales o agrícolas. Prácticamente no hay trabajos sobre el balance de carbono o el funcionamiento como ecosistemas en zonas verdes urbanas en este contexto de cambio global”, apunta Delgado Baquerizo. Una circunstancia que contrasta con el crecimiento demográfico de las ciudades, que a finales del siglo XXI “se espera que acojan al 68% de la población mundial”, afirma.

 Para atender esta laguna de conocimiento, el trabajo liderado desde la Pablo de Olavide se desarrolla en una doble línea. De un lado, compara muestras de suelo para estudiar las comunidades microbianas de los parques urbanos. De otro, en pocas semanas estarán listas cámaras de cielo abierto en distintos espacios verdes del campus, que permitirán conocer el comportamiento de estos ecosistemas en una situación de aumento de la temperatura ambiente.

 Con ello, se obtendrá más información sobre un espacio clave a la hora de avanzar en el undécimo Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de Naciones Unidas: ciudades y comunidades sostenibles. “El aumento de temperatura podría incrementar la tasa fotosintética en los meses fríos, pero también las tasas respiratorias como respuesta al estrés”, un balance clave para entender si estos parques o jardines actuarán o no como un almacén de carbono sobre el que la UPO busca arrojar luz.

 En total, URBANFUN prevé activar 192 parcelas experimentales. Las primeras en ponerse en funcionamiento serán las de la Pablo de Olavide, que actuarán además como modelo para las que se habiliten en otros campus de España y Portugal. Las universidades de Cádiz y Autónoma de Madrid serán las siguientes en acoger estas instalaciones.

 

Impacto sobre zonas abandonadas

 La Universidad Pablo de Olavide mantiene activas 52 parcelas para conocer el impacto del cambio climático sobre los ecosistemas ruderales. Estos implican zonas en estado de abandono o semiabandono como, por ejemplo, antiguos campos de cultivo, donde domina una vegetación oportunista. El objetivo principal es medir su comportamiento como emisor neto de CO2 y otros gases invernadero o, por el contrario, como sumidero de los mismos. Una información clave para afinar los modelos predictivos y para la planificación de su manejo y cuidado.

 En esta línea de trabajo se encuentran Antonio Gallardo y Luis Villagarcía, investigadores del Área de Ecología de la UPO. “Estudiamos una vegetación con gran capacidad de invasión del espacio, adaptadas para responder al incremento de nutrientes y agua en el suelo, pero también para resistir las épocas desfavorables”, señalan los responsables del proyecto, que cuenta con financiación del Campus de Excelencia Internacional (CEI) CamBio y el Ministerio de Ciencia e Innovación.

 En total, se han instalado cuatro grupos de parcelas dentro del campus de la Olavide: una donde se eleva la temperatura, otra donde se reduce las precipitaciones, una tercera que combina ambas condiciones y, por último, una zona destinada a actuar como control. “Los suelos se analizaron antes de empezar, hace algo más de dos años. Estos meses se realizará un primer muestreo de los cambios a este nivel”, apunta Gallardo, quien afirma que los resultados a nivel de vegetación reflejan “una gran diversidad de especies que entran en una fuerte competencia por el espacio”.

LA 'COMIDA REAL', EL EJERCICIO MODERADO Y LA CALIDAD DEL SUEÑO PROTEGEN EL CEREBRO FRENTE AL ALZHEIMER. Noticia del mes de Septiembre.

Mercedes Atienza, profesora de la Facultad de Ciencias Experimentales, analiza los factores para alcanzar una vejez funcional y busca biomarcadores para el diagnóstico temprano del Alzheimer

Una dieta basada en ‘comida real’, compuesta por alimentos frescos o poco procesados, el ejercicio moderado, la higiene bucodental o seguir pautas para mejorar la calidad del sueño contribuyen a la salud del cerebro durante la vejez, protegiéndolo frente a enfermedades como el Alzheimer. “Cuanto más temprano comencemos a adquirir hábitos saludables menos cargada estará la mochila de enfermedades crónicas y mejor será nuestra capacidad funcional (física y mental) conforme avance nuestra edad”, apunta Mercedes Atienza, catedrática de Fisiología de la Universidad Pablo de Olavide.

 

Desde hace 25 años, esta investigadora trabaja en entender los mecanismos cerebrales que permiten que el sueño fisiológico facilite la consolidación de la memoria. En este tiempo, su línea de estudio ha evolucionado para centrarse en el envejecimiento y en las fases más tempranas del Alzheimer, dada la afectación de la memoria y el sueño en ambos procesos, así como en identificar biomarcadores capaces de predecir el riesgo de padecer esta enfermedad neurodegenerativa años antes de que aparezcan sus primeros síntomas.

 

“Cada vez son más las evidencias científicas que relacionan el estrés, la falta de sueño, la vida sedentaria y la mala alimentación con la resistencia a la insulina y la aparición de enfermedades crónicas asociadas al envejecimiento. Una y otra ejercen efectos devastadores sobre la función cerebral y podrían acelerar la aparición del Alzheimer”, apunta la catedrática. Recientemente ha iniciado un proyecto, impulsado desde la Fundación General CSIC donde, más allá de esta enfermedad, aborda los factores relacionados con el estilo de vida que son clave para frenar el deterioro cognitivo durante el envejecimiento.

 

El ejercicio moderado realizado de manera regular es uno de ellos, por sus beneficios para el organismo y, en especial, para la función cerebral. “No solo favorece la liberación de factores de crecimiento que mantienen la salud de nuestro cerebro, sino que además ayuda a contrarrestar el daño neurovascular y la neuroinflamación que se producen a consecuencia del envejecimiento”, subraya la catedrática.

 

Atienza señala que el ejercicio también contribuye a mejorar la cantidad y calidad del sueño en personas mayores y de mediana edad. Este hecho tiene una gran relevancia en el marco de las enfermedades neurodegenerativas “primero, porque la reducción crónica del sueño se relaciona con la aparición de enfermedades crónicas como la hipertensión, diabetes y obesidad, las cuales aumentan el riesgo de sufrir Alzheimer y, segundo, porque el sueño juega un papel muy importante en la eliminación de los residuos tóxicos que se generan en el cerebro durante el día, como resultado del metabolismo celular”.

 

Impacto del estilo de vida

 

Al contrario del Alzheimer familiar, de inicio temprano y con un fuerte determinante genético, la enfermedad de Alzheimer de inicio tardío (a partir de los 60-65 años) depende en gran medida del estilo de vida de la persona. “Los factores de riesgo más importantes ahí son la combinación de genes y factores ambientales como un bajo nivel educativo, el daño cerebral severo, la práctica de hábitos de vida poco saludables y las condiciones que normalmente se asocian con las enfermedades cardiovasculares”, afirma Mercedes Atienza.

 

Junto al ejercicio, otras pautas relacionadas con nuestro estilo de vida influyen en la buena salud cerebral durante la vejez. Los estudios vinculan la buena higiene bucodental y el consumo de productos frescos frente a alimentos procesados con un menor riesgo de sufrir demencia. Sin embargo, otras rutinas muy presentes en la forma de vida actual, como la exposición a la luz azul que emiten las pantallas de móviles o televisiones, guardan una relación más compleja con el deterioro cognitivo y la demencia.

 

Por un lado, según afirma Mercedes, la luz azul altera los ritmos circadianos como el que regula el ciclo vigilia-sueño y “las estructuras cerebrales responsables de estos ritmos son particularmente vulnerables a la enfermedad de Alzheimer” pero, por otro, “la luz azul utilizada adecuadamente ha demostrado su potencial terapéutico para regular los trastornos circadianos de los pacientes con Alzheimer, una de las principales causas de su ingreso en residencias”.

 

La educación es otro elemento por considerar. El bajo nivel educativo aumenta el riesgo de sufrir deterioro cognitivo y demencia en la vejez. “Una buena formación no solo facilita la adquisición de hábitos saludables, sino que también proporciona una reserva cognitiva, o lo que es lo mismo, aumenta la capacidad de nuestro cerebro para afrontar el daño producido por el envejecimiento, el Alzheimer o cualquier otra enfermedad que afecte al cerebro”, considera la investigadora.

 

Por ello, subraya, “es importante mantenernos activos tanto desde el punto de vista físico como mental”, e incluso desde el punto de vista social ya que nos ayuda a “mantener una actitud constructiva y positiva ante los retos y dificultades que vayan surgiendo”. Una suma de elementos que no evitan algo esencial: “no podemos olvidar los molestos pero imprescindibles chequeos médicos”.

 

Predecir el Alzheimer

 

El cáncer (70%) y el Alzheimer (64%) son las condiciones de salud que más preocupan a la sociedad española, según un estudio reciente publicado por la Fundación Pasqual Maragall.  Datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) apuntan a que, a día de hoy, en torno a 800.000 personas padecen Alzheimer en nuestro país, con cerca de 40.000 nuevos casos cada año.

 

Según comenta Mercedes Atienza, “a pesar de los esfuerzos que la ciencia ha dedicado, aún desconocemos sus causas y no disponemos de un tratamiento eficaz que frene o revierta el deterioro cognitivo”. Ante ello, señala que uno de los avances más significativos de los últimos años tiene que ver con la capacidad para detectar in vivo en personas asintomáticas la presencia de las lesiones cerebrales relacionadas con la amiloidosis y neurodegeneración. Si bien, “el principal escollo es el alto coste de estas pruebas diagnósticas, de ahí la importancia de encontrar biomarcadores no invasivos de bajo coste, por ejemplo, en sangre o saliva”, afirma.

 

En esta línea, su grupo de investigación ha obtenido recientemente dos avances importantes. El primero, en colaboración con los Hospitales Sant Pau de Barcelona y Marqués de Valdecillas de Santander, encuentra que la atrofia de los núcleos basales de Meynert, una de las estructuras cerebrales más tempranamente afectadas en la enfermedad de Alzheimer, comienza años antes de que la persona muestre signos de deterioro cognitivo, pero solo en presencia de patología relacionada con la proteína Tau.

 

Por otro lado, estos científicos de la UPO han observado que el estado antioxidante de la saliva se relaciona con la amiloidosis cerebral que caracteriza al Alzheimer. “Dado que estos hallazgos fueron realizados en humanos, más concretamente en personas mayores asintomáticas, suponen un avance para el diagnóstico temprano de la enfermedad de Alzheimer utilizando biomarcadores cada vez menos invasivos y de fácil acceso”, concluye Atienza.

María del Carmen Álvarez, Profesora de la Fcex, elabora un modelo predictivo de los Huracanes Mediterráneos y su evolución ante El Cambio Climático. Noticia del mes de Agosto.

El proyecto EFÍMERA profundiza en los medicanes, para mejorar el conocimiento sobre su comportamiento e impacto en la población

Un equipo de científicos, liderado por la Universidad Pablo de Olavide, trabaja en un modelo predictivo de huracanes mediterráneos, con el fin de estudiar su evolución como consecuencia del cambio climático. El proyecto EFÍMERA, cofinanciado por la Junta de Andalucía y los fondos FEDER, elabora una radiografía de este fenómeno meteorológico, para conocer y mitigar sus riesgos económicos y humanos en un futuro a medio plazo.

 Los medicanes son ciclones de baja intensidad, en comparación con aquellos propios de los mares tropicales, si bien son considerados eventos extremos. Con un diámetro cercano a los 300 kilómetros y estructura redondeada, sin nubes en el centro, pueden provocar inundaciones y rachas fuertes de viento con un gran poder destructivo. Según los expertos, ocurren 1,5 veces al año, teniendo el centro y el oeste del Mediterráneo como su principal lugar de origen, y su duración no suele exceder de los 5 días.

“En esta primera fase, elaboramos una base de datos que hasta el momento contiene información de 110 medicanes registrados desde 1969, bien en la literatura científica o identificados en imágenes satélites disponibles y que se han escapado de los sistemas de detección convencionales”, señala María del Carmen Álvarez, responsable del proyecto y profesora del Área de Física de la Tierra de la UPO.

Con este bagaje histórico, los investigadores buscan cubrir un doble objetivo. Por un lado, caracterizar estos eventos y profundizar en sus precursores: la presión atmosférica, la temperatura o la precipitación. Algo que hacen a escala amplia, extendiendo el margen de estudio más allá del propio Mediterráneo en busca de patrones vinculados a su aparición. Por otro, usar estos datos para poner a prueba la eficacia de los actuales modelos predictivos.

“Estos patrones nos ayudarán a ver cómo evolucionará el comportamiento de los medicanes en diferentes escenarios de cambio climático, tanto optimistas como pesimistas”, apunta Álvarez. Hasta el momento, han caracterizado tres tipos según su origen geográfico respecto al mar: oeste, central y este, siendo los dos primeros los más frecuentes y que, respectivamente, generan un impacto más intenso en España (Levante y Baleares) e Italia (Sicilia y zona sur del país).

Impacto de los medicanes

En noviembre de 2011 la agencia norteamericana NOOA incluyó por primera vez en su registro un ciclón tropical (01M) en el Mediterráneo, bautizado como Rolf. Su paso derivó en inundaciones en la costa de España, Francia e Italia, con numerosos daños materiales. Qendresa, Numa o Jenofonte son algunos de los nombres que han adoptado en los últimos años estos fenómenos. “El evento es raro, pero existe, con poder destructivo y que a veces tiene costes humanos, no solo económicos”, señala la responsable del proyecto.

Concluidas las fases de recopilación de datos y contraste de los modelos predictivos, EFIMERA plantea una tercera etapa para fijar indicadores sobre el impacto que los medicanes pueden tener en la sociedad, tanto a escala global como local. Para ello, en la primavera de 2021 se organizará un workshop para reunir a expertos en estos fenómenos, economistas y responsables de aseguradoras, que permitan una visión global de sus consecuencias.

Uno de los puntos clave a tocar en esta fase será la evolución, a consecuencia del cambio climático. “En un primer análisis hemos visto una disminución de los patrones que favorecen la aparición de estos medicanes” aunque, insiste María del Carmen Álvarez, “no es suficiente para decir que tendremos menos en el futuro. De hecho, el calentamiento podría favorecer las tormentas que organizan este tipo de ciclones”.

El proyecto EFÍMERA presentará sus conclusiones en febrero de 2022, si bien cuenta con líneas de continuidad. Una de ellas, apuntan desde el grupo de la Pablo de Olavide, sería fijar una alerta temprana de medicanes. “En base al modelo predictivo, podríamos decir con una estación de anticipación si hay una mayor propensión mediante el estudio de los precursores”, concluye la responsable del trabajo.

Pilar Ortiz, decana de la facultad, desarrolla el software inteligente ART-RISK 3.0 para la conservación del patrimonio. Noticia del mes de Julio.

La decana de la Facultad de Ciencias Experimentales, Pilar Ortiz, presenta hoy en unas jornadas técnicas virtuales con más de 400 inscritos la nueva herramienta de gestión pública ART-RISK 3.0 que permite hacer comparaciones entre edificios y clasificar los distintos inmuebles según la urgencia de su intervención. Este software inteligente ha sido entrenado con opiniones de un nutrido grupo de especialistas de distintos campos de la conservación del patrimonio cultural para ofrecer, según las condiciones de un edificio, una valoración cualificada sobre su estado.

En las jornadas se darán a conocer sus dos versiones: ART-RISK 3.0, específica para su uso en territorio español, y ART-RISK cooperación 3.0, una adaptación que permite su empleo en el contexto internacional. Ambas cuentan con una licencia libre y son accesibles desde cualquier dispositivo.

ART-RISK 3.0 permite clasificar los inmuebles según la urgencia de su intervención

“Nuestro método inteligente cruza los datos del edificio con la opinión de los expertos, de modo que ofrece valores de vulnerabilidad, del riesgo al que está sometido, su vida útil y otros datos de interés, como si se ubica en zona de alta actividad sísmica o de inundaciones”, señala Pilar Ortiz, responsable de este proyecto e investigadora de la Pablo de Olavide.

Como herramienta de gestión pública, ART-RISK 3.0 permite hacer comparaciones entre edificios y clasificar los distintos inmuebles según la urgencia de su intervención. “Es una ayuda para el personal técnico o los gestores, quienes obtienen una información valiosa para la toma de decisiones y para hacer el uso más eficiente de los recursos, primando la conservación preventiva para evitar otros tipos de intervenciones de urgencia”, apunta Ortiz.

La base de ART-RISK se encuentra en su base de datos y diseño, donde se han volcado las opiniones de personal experto. Para ello, se ha recurrido a la metodología Delphi que permite, mediante un sistema de rondas, llegar a una conclusión compartida sobre la cuestión a debate. En ellas participan un mínimo de siete personas especializadas en una temática, pero con un perfil profesional o de formación diferenciado.

“Hemos establecido una serie de grupos de discusión, a los que se les facilitaba preguntas para establecer las inferencias de lógica difusa, del tipo si las cubiertas del edificio presentan tal estado y la estructura tal otro, ¿cuál sería su nivel de vulnerabilidad?”, incide la responsable del proyecto. De este modo, se analizan los valores que han resultado del estudio del edificio, lo que permite detectar si este requiere intervención o conservación preventiva, para evitar incurrir en pérdidas patrimoniales.

“EL OCÉANO FUNCIONA PORQUE SUS ELEMENTOS ESTÁN CONECTADOS Y RELACIONADOS ENTRE SÍ, MANTENIENDO UN EQUILIBRIO” Noticia del mes de Junio.

Inés Martínez Pita

Inés Martínez Pita es zoóloga marina y profesora de la Facultad de Ciencias Experimentales desde el año 2011. Comenzó su carrera estudiando la reproducción de invertebrados marinos, fundamentalmente de moluscos y equinodermos y, posteriormente, aplicó esos conocimientos a la investigación práctica, donde ha trabajado durante muchos años en el ámbito de la acuicultura, concretamente en la optimización de las fases de cultivo larvario de varias especies de bivalvos como el mejillón. Actualmente, sus líneas específicas de investigación se centran en el estudio de la fauna de las playas, tanto de macrofauna como de meiofauna.

 

Uno de los principales problemas para la fauna marina, según señalan los expertos, es el de la contaminación por el uso de los plásticos ¿Qué se ha avanzado y qué queda por hacer en este campo?

 

En la actualidad se están haciendo pruebas con plásticos biodegradables pero realmente los resultados no son demasiado alentadores, ya que al degradarse, los nanoplásticos que se forman son tóxicos para los organismos. Por tanto, el plástico en sí no es tóxico, pero sí las sustancias en las que se degrada. Es un verdadero problema con difícil solución ya que muchos de estos plásticos se convierten en partículas muy pequeñas, los conocidos microplásticos que llegan a animales muy pequeños que están en la base de la cadena trófica. De hecho, se han podido ver fibras en el sistema digestivo de nematodos, un grupo de gusanos muy común en el sustrato marino. Muchos de ellos tienen menos de un milímetro de longitud y de ellos se alimentan otros animales.

 

El problema del plástico se soluciona consumiendo menos plástico, aunque por supuesto las investigaciones en plásticos biodegradables deben seguir. Un comienzo podría ser la Ley de Residuos de la que se está hablando estos días y que, por lo menos, minimizaría la utilización de plástico.

 

La pérdida de biodiversidad es también otra de las cuestiones que afectan al mundo marino ¿cómo describiría la situación? ¿Qué posibles soluciones se plantean?

 

La pérdida de biodiversidad es un problema que viene desde hace muchos años, son muchos factores los que han influido en que, desde un punto de vista global, podamos hablar de que existe una disminución de la biodiversidad. Un ejemplo que estamos viviendo en nuestras costas es la aparición del alga Rugulopteryx okamurae, que está invadiendo los sustratos duros de las costas del estrecho y está desplazando a las algas autóctonas de la zona y por tanto podría afectar a las especies faunísticas. La solución es difícil porque la pérdida de diversidad está relacionada con actividades humanas y en muchos casos no hay vuelta atrás.

 

Preocupa también el blanqueo de corales por el cambio de temperatura. ¿Qué destacaría sobre esta problemática?

 

El blanqueo del coral se produce porque las zooxanteles, un grupo de microorganismos fotosintéticos que viven simbiosis con los corales, se desprenden del coral cuando la temperatura sube por encima de los 30-35ºC. Si la temperatura del agua de los océanos sigue aumentando como consecuencia del cambio climático el blanqueo y la muerte de los corales continuará. Me gustaría ser optimista y pensar que se podría revertir la situación o al menos pensar que no va a ir a más, pero como escuché hace unos meses en una conferencia: “el cambio climático ha llegado para quedarse”. Así que el blanqueamiento continuará.

 

Gran parte de su trabajo se centra en la acuicultura ¿qué ideas le gustaría subrayar sobre esta práctica y su relación con la protección del medio ambiente?

 

La acuicultura es una actividad necesaria, ya que es una forma de obtener alimento de una forma controlada como lo es la ganadería. Lo que ocurre es que queda mucho camino por andar. Con la acuicultura se protege el medio ambiente porque protegemos la sobreexplotación de los recursos naturales marinos y continentales. Por ejemplo, una de las especies que se están estudiando con más interés es el pulpo o el atún, ya que tienen un valor comercial muy alto pero sus poblaciones se están viendo mermadas. En los últimos años se está desarrollando un nuevo tipo de acuicultura denominada ‘acuicultura multitrófica integrada’, que consiste en criar varios tipos de especies diferentes de forma que unas aprovechen los desechos de otras. De esa forma, se disminuye la carga de materia orgánica y de desechos en el medio acuático. Por ejemplo, cultivar doradas junto con algas y mejillones, las primeras fijarían sustancias como el amonio producto del metabolismo de las doradas y los segundos filtrarían partículas en suspensión, como lo serían restos del pienso con el que se alimenta a los peces.

 

Su último estudio ha versado sobre las consecuencias de la salinidad en las coquinas. ¿Qué podría destacar del mismo?

 

Es un estudio que hemos llevado a cabo tres profesores del área de Zoología, Francisco García García, Mª José Reyes-Martínez y yo, junto con Diego Soler, que fue un excelente alumno nuestro. Acaba de ser publicado en la revista Estuarine, Coastal and Shelf Science. Como conclusiones generales podemos destacar que la coquina es una especie de bivalvo que tolera un rango amplio de salinidad, de hecho, por encima de una salinidad de 14 algunos individuos de la población sobreviven (la del mar es de 35 de media). Además, hay diferencias entre los adultos y los juveniles, éstos son más resistentes, ya que toleran mejor las bajas salinidades y durante más tiempo. Por tanto, ante una repentina bajada de salinidad en un ambiente estuarino por la llegada de agua dulce debido a lluvias torrenciales causadas por el cambio climático, la coquina tendría cierta capacidad de resistencia siempre que no fuera una circunstancia permanente.

 

Recientemente hemos visto imágenes de cómo se desinfectaban playas (el caso de Zahara de los Atunes en Cádiz) con lejía  para evitar la propagación de la COVID-19. ¿Qué repercusiones tienen medidas como ésta para el medio ambiente?

 

Hubiera sido interesante haber cogido muestras de la zona cuando ocurrió la limpieza. Probablemente algunas especies del sustrato más superficial de la playa hayan desaparecido por lo que se habrá producido una pérdida de diversidad. Pero también es cierto que si el daño es puntual la capacidad de resiliencia de estas comunidades es alta, por lo que al igual que ha ocurrido cuando se han producido episodios cortos y puntuales de contaminación, la comunidad debe recuperarse.

 

Usted imparte la asignatura de Zoología Marina en la UPO y durante la misma realiza prácticas en la playa con su alumnado para valorar el estado ambiental de las mismas. ¿En qué consisten?

 

Es una práctica que consideramos muy constructiva para los alumnos y constituye el 50 % de la asignatura. Consiste en coger muestras de arena de la playa de Punta Umbría aprovechando la bajamar, dependiendo del número de alumnos varía el número de zonas que muestreamos. Empezamos en una zona cercana al espigón y desde ahí definimos entre dos y seis zonas. A cada zona va un grupo de alumnos con un profesor. Allí medimos la playa y la dividimos en diez niveles desde la bajamar a la zona más alta de la marea. En cada nivel cogemos seis muestras de arena que tamizamos en la orilla del mar y el contenido lo embolsamos para llevarlo al laboratorio, además tomamos muestras de la arena para saber sus características: contenido de humedad, tipo de grano que lo forma, contenido en materia orgánica y la selección, que es la disposición de los granos de arena, si están ordenados o desordenados. Una vez en el laboratorio y durante varias sesiones, hallamos, por un lado, todas las características del sedimento y, por otro, examinamos las muestras tamizadas para identificar los animales que había en cada uno de los diez niveles de la playa. Generalmente, encontramos diversas especies de poliquetos, crustáceos y moluscos bivalvos y gasterópodos. Con todos los datos hacemos una serie de análisis estadísticos con los que obtenemos una serie de índices como la diversidad o la abundancia. Además, nos permite establecer las diferencias entre la zona más baja y más alta de la playa y las que pueda haber entre una zona influida por la presencia del espigón y una que no lo está. Por otra parte, aplicamos el índice AMBI, un índice creado por la empresa AZTI y que utiliza la presencia de especies previamente clasificadas por su tolerancia o no a la perturbación ambiental. De esta forma, establecemos el grado de perturbación de las distintas zonas muestreadas en la playa de Punta Umbría. Los alumnos hacen un informe científico que luego exponen en grupo y sobre el que posteriormente debatimos.

 

Por último, ¿qué mensaje le gustaría subrayar sobre la importancia de la protección al medio ambiente y en concreto a la fauna marina?

 

El océano, al igual que el ecosistema terrestre, funciona porque sus elementos están conectados y relacionados entre sí, manteniendo un equilibrio. Proteger el medio ambiente significa mantener ese equilibrio, la fauna marina forma parte de ese sistema, si se ve afectada todos los demás elementos del ecosistema sufrirán también. Hay que tener en cuenta que nosotros formamos parte del ecosistema por lo que no proteger el medio ambiente será perjudicial para nosotros, de hecho ya lo estamos sufriendo con el cambio climático.

“DEJEN TRABAJAR A LOS INVESTIGADORES Y SANITARIOS, QUE ESTÁN HACIENDO TODO LO QUE SE PUEDE CONTRA ESTE NUEVO VIRUS Y ESTA NUEVA ENFERMEDAD”. Noticia del mes de Mayo.

Entrevista a Guillermo López Lluch, profesor de la Facultad de Ciencias Experimentales y catedrático del Área de Biología Celular de la Universidad Pablo de Olavide, sobre la información que se maneja en torno a la COVID-19

 

Guillermo López Lluch es catedrático del Área de Biología Celular de la Universidad Pablo de Olavide e investigador asociado en el Centro Andaluz de Biología del Desarrollo, en el que estudia la relación entre el metabolismo, los sistemas antioxidantes e inmunológicos con el envejecimiento y los mecanismos para incrementar la longevidad asociados a la actividad física y la nutrición. Desde el inicio de la expansión de la COVID-19, este profesor ha mantenido una actividad constante en medios de comunicación y redes sociales, reivindicando la importancia de la información veraz y de la ciencia para superar la crisis.

Usted ha denunciado algunos bulos que han circulado en redes sociales sobre la COVID-19, ¿cuál de ellos considera más peligrosos para la sociedad?

A lo largo de estos pocos meses se han diseminado muchos. Uno de los más peligrosos es sobre su origen en un laboratorio. Es peligroso por dos razones. La primera porque si no entendemos que los virus naturales pueden acabar afectándonos así, nunca desarrollaremos los mecanismos que permitan descubrir los riesgos y actuar para prevenirlos. La invasión de ambientes más o menos vírgenes por parte del ser humano pueden llevar a nuevas zoonosis o pandemias similares. La segunda razón es más bien geopolítica ya que asumir esa mentira provocará tensiones internacionales que en nada van a ayudarnos a salir de esta crisis sanitaria.

Pero los bulos que más me preocupan son sobre las medidas y sobre los tratamientos. El ansia por tener referencias que ayuden a ir rápido para volver a la normalidad puede llevar a que suframos nuevas olas de infección. La ciudadanía tiene que entender que habrá que mantener un alto grado de precaución durante bastante tiempo, puede que incluso años hasta que la pandemia se controle. Mientras en nuestro país y otros del entorno el número de nuevos casos confirmados desciende, el número de casos totales a nivel mundial sigue siendo el mismo. Esto quiere decir que otros países están sufriendo ahora la escalada de casos y que nuevas oleadas de infección son muy probables.

¿Qué puede decirnos sobre los bulos de productos farmacéuticos?

La diseminación de mentiras sobre fármacos que prevendrían la enfermedad ha provocado desabastecimiento durante las primeras semanas e incluso han causado muertes por tomar fármacos sin control médico. También se están diseminando remedios falsos y tóxicos como el clorito de sodio (MMS) que es patrocinado por ciertos personajes pseudocientíficos y que no dudan en promocionarlo para la cura de muchas enfermedades. Muchas personas pueden acabar intoxicándose con este producto que es altamente tóxico y que puede causar estragos desde la boca hasta los intestinos.

 

 

¿Qué sabemos hasta hoy del virus?

Sabemos muchas cosas. Sabemos a qué tipo de virus pertenece, su composición, su genoma y cómo está evolucionando. Ya hay estudios que demuestran cómo ha ido mutando hasta ahora y qué es lo que lo hace tan particular en cuanto a su capacidad de infección, tan solo unos pocos aminoácidos permiten que infecte con mayor virulencia que otros virus similares. Sabemos que utiliza una proteína muy común en células del epitelio respiratorio, digestivo y cardiovascular para entrar en las células y que otras proteínas celulares ayudan a su introducción.

También tenemos muy claro que es un virus natural, que procede de otros virus presentes en los murciélagos y que ha pasado al ser humano a través de otro organismo intermediario aún desconocido, pero no es un virus creado por el ser humano. Esa información, como decía, es importante ya que asociarlo a una manipulación humana hará que no tengamos en cuenta que en la naturaleza hay otros muchos virus que pueden acabar afectándonos y que debemos ser precavidos.

Sabemos cómo infecta…

Sabemos cómo infecta y qué mecanismos moleculares utiliza para propagarse dentro del cuerpo lo que podría ayudar a encontrar terapias efectivas, pero tomará su tiempo.

Desconocemos más qué es lo que causa que el cuerpo actúe de manera tan dramática produciendo una respuesta inmunológica inflamatoria rápida y excesiva que es lo que provoca muchos de los síntomas graves de la enfermedad. Sabemos que ciertas patologías previas como la diabetes o la obesidad e incluso la edad favorecen esta respuesta inmunológica drástica, pero desconocemos cuál es la causa por la que unas personas son tan sensibles y otras sufren la infección con leves síntomas o sin ellos. 

¿Qué tiene en común y qué le diferencia de otros?

Los coronavirus son relativamente conocidos. El primero de ellos que infecta a humanos se descubrió en la década de los años 60 del pasado siglo. La mayoría de los coronavirus de los seres humanos provocan catarros y resfriados estacionales sin mayor importancia. No obstante, la infección con coronavirus de otras especies como los que provocaron el SARS y el MERS, dos neumonías atípicas asociadas a estos virus, ha hecho que se consideren altamente peligrosos como ha ocurrido con el SARS-CoV-2 que causa la COVID-19.

Los virus son, en general, muy básicos en su composición. Todos tienen un genoma que puede ser de ADN o de ARN y dentro de éstos, con una cadena o dos. Además del genoma tienen algunas proteínas necesarias para su copia y otras que confieren la estructura y la capacidad de infectar otras células. Además, algunos, como los coronavirus, el virus del SIDA o el virus de la gripe, tienen una cubierta grasa similar a la membrana que reviste todas las células en la que se insertan proteínas víricas que utilizan para infectar las células que reconocen. A partir de ahí, lo demás que necesitan para reproducirse es la propia maquinaria de las células a las que infectan. Los coronavirus se asemejan mucho a los virus de la gripe aunque sus proteínas de la membrana son diferentes y eso hace que su modo de infección también lo sea.

¿Cuál cree que puede ser la evolución?

Debido a su naturaleza, los virus necesitan replicar su genoma rápidamente utilizando la maquinaria de las células. No tienen mecanismos de reparación de errores de copia del genoma por lo que su tasa de mutación es muy alta. De hecho, en el caso del SARS-CoV-2 ya hay todo un árbol evolutivo que nos cuenta la historia de cómo ha ido infectando país a país. Esta capacidad de mutación y los mecanismos de selección natural, puede hacer que vayan proliferando más aquellas variantes del virus que sean más efectivas infectando pero, probablemente, que sean menos agresivas. Evolutivamente hablando, cuanto mejor infecten, pero menos presión inmunológica reciban, mejor permanecerán en la población. No obstante, es complejo decirlo a priori.

¿Qué medidas considera más prioritarias para evitar contagios?

El control de los nuevos casos es la medida más inmediata para controlar la pandemia. Los centros de atención primaria deberían estar ya dotados de medios para detectar casos sospechosos, confirmarlos y controlar a los positivos y su entorno. Cuando mejor controlemos los nuevos positivos, mejor controlaremos la diseminación de la enfermedad. El mayor problema está en que los test rápidos no están siendo lo suficientemente efectivos para detectar los nuevos casos. La causa de este fallo está en la rapidez, ya que no ha habido tiempo para que los test hayan pasado estrictos controles de calidad y de eficacia porque el virus lleva con nosotros tan solo unos 6 meses y en ese tiempo es muy complejo obtener métodos de detección rápida eficaces. Teniendo en cuenta esto, la técnica de PCR sigue siendo la más eficaz pero no se puede aplicar a toda la población indiscriminadamente por lo que el control en la atención primaria de los casos sospechosos y de las posibles interacciones de las personas infectadas con su entorno va a ser esencial.

Además, los ciudadanos deberemos entender que parte del éxito para salir de esta pandemia depende de nosotros. La higiene, la contención en las interacciones directas y la precaución van a tener que ser normas básicas entre los ciudadanos para evitar la diseminación del virus. Al menor síntoma, deberemos quedarnos en casa y avisar al médico para el control. Deberemos aumentar la higiene con gestos tan simples como el lavado de manos con agua y jabón o con geles antisépticos y deberemos extremar la precaución con las personas mayores que son las que más gravemente sufren la infección.

¿Dónde cree que se debe poner el foco para salir cuanto antes de esta crisis sanitaria?

El foco debe ponerse en los centros de atención primaria y en los hospitales en general. Ellos son los que están más preparados para gestionar la infección. En el caso de futuras olas de infección, estos centros van a ser lo que deben controlar los nuevos casos y dirigir las estrategias. Los protocolos en los centros de salud y en los hospitales deben ser muy claros para evitar futuras avalanchas. Ya conocemos lo que ocurre con las típicas crisis hospitalarias cuando se producen los aumentos de casos de gripe estacionales año tras año. Pues con lo que conocemos ahora y con la experiencia acumulada de las crisis estacionales deberán reforzarse y prevenir que los casos se acumulen en los hospitales tal y como hemos sufrido.

Aparte de esto, los ciudadanos, como ya he dicho, tendremos que poner de nuestra parte y evitar exposiciones innecesarias. Tal vez el uso de mascarillas en los transportes públicos y lugares cerrados sea conveniente más bien para evitar contagiar a otros que para no contagiarse. En el caso de que se sea asintomático y no sepa que está contagiado, el uso de mascarillas evitaría diseminar el virus a los otros. Durante un tiempo, los ciudadanos, debemos pensar en los demás y evitar exponer y exponernos innecesariamente.

¿Cree que tras esta crisis los gobiernos incrementarán su apuesta por la ciencia?

Lo dudo. Tal vez en otros países pero no en España. Una vez que haya pasado esta pandemia, que pasará, los gobiernos, y en especial las administraciones públicas españolas volverán a pensar en la gran economía, donde la ciencia no entra. Durante los últimos años, la ciencia ha sido considerada un gasto más que una inversión y nuestro país se ha despoblado de personas bien formadas en ciencia que han recalado en otros laboratorios de otros países donde hacen un muy buen trabajo y fomentan el desarrollo científico de países extranjeros. En España, sin embargo, la ciencia ha sido la gran perjudicada de los recortes públicos, no se la ha considerado como una fuente de riqueza, como una inversión de futuro. No se ha tenido en cuenta que sin ciencia no hay futuro y ahora que necesitamos desarrollar nuevas herramientas y nuevos tratamientos para solventar este problema y otros similares que puedan venir, nos encontramos con un tejido investigador mermado y sin los suficientes recursos.

¿Cómo describiría la ciencia que se hace en España?

Creo que en España tenemos un buen sistema de formación, ya que nuestros nuevos científicos acaban trabajando en laboratorios extranjeros donde desarrollan su carrera investigadora. El problema es que no se ha apostado por la ciencia, en lugar de eso se la ha llenado de obstáculos, con reticencias más por el coste económico que por los avances científicos. Mientras los grupos científicos españoles producen buena ciencia, reconocida mundialmente, los administradores no hacen más que aumentar la burocracia y el control económico para que hasta comprar un bolígrafo se convierta en una pesadilla.

Capítulo aparte merece la inversión privada en conocimiento científico que en España es un auténtico erial. En otros países, la inversión privada supone un alto porcentaje en la inversión en investigación, en España es casi insignificante. Así que mientras que la forma de ver la ciencia no cambie a nivel de administraciones públicas y la empresa privada no se implique más en el desarrollo científico en nuestro país, seguiremos trabajando en precario y sin poder desarrollar buenas ideas en ciencia e investigación.

Además, está el hecho de que la investigación básica no tienen eco en los organismos financiadores. Deben entender que sin conocimiento básico no existe innovación. Por poner un ejemplo, sin conocer los virus de los murciélagos, no podemos entender el SARS-CoV-2 que ha hecho que tengamos que confinarnos. El conocimiento es un valor en sí mismo y reforzar la ciencia es invertir en el futuro de nuestro país.

¿Qué mensaje le gustaría subrayar sobre esta crisis que estamos viviendo?

Querría pedir a los ciudadanos que no se dejen influir por las mentiras ni por los cotilleos de las redes sociales. Dejen trabajar a los investigadores y sanitarios que están haciendo todo lo que se puede contra este nuevo virus y esta nueva enfermedad. Como todo lo nuevo, es complejo acertar y es posible que un tratamiento efectivo tarde en llegar y más aún una vacuna suficientemente eficiente. Hay que ser paciente y no esperar milagros, la ciencia no ofrece milagros y necesita su tiempo para poder dar soluciones efectivas.

No se dejen llevar por la información tóxica que abunda en las redes ni por las informaciones sesgadas. Esta infección va a estar con nosotros bastante tiempo aún y hay que ser paciente y ayudar. Parte de la solución está en los sanitarios y los científicos, pero una gran parte de la solución está en la ciudadanía. Utilicen el sentido común y eviten la exposición innecesaria para no contagiarse y no contagiar. La participación activa de los ciudadanos es una de las principales herramientas contra esta pandemia.

Juan Antonio Anta Montalvo, profesor de la Facultad de Ciencias Experimentales, nos habla de los efectos positivos en el medio ambiente del estilo de vida que se ha impuesto en las sociedades confinadas. Noticia del mes de Abril.

CREO QUE ESTA CRISIS PUEDE ENSEÑARNOS QUE PODEMOS VIVIR UN POCO MÁS DESPACIO”

 

Juan Antonio Anta Montalvo, profesor de la Facultad de Ciencias Experimentales, nos habla de los efectos positivos en el medio ambiente del estilo de vida que se ha impuesto en las sociedades confinadas

 

Uno de los aspectos positivos de la expansión del Covid-19 y de las medidas de cuarentena y confinamiento que vive la sociedad en la actualidad es la previsible reducción de la contaminación ambiental y la mejora de la calidad de aire, explica Juan Antonio Anta Montalvo, profesor de la Universidad Pablo de Olavide en el Área de Química y Física desde el año 2000.

 

Este investigador ha analizado datos sobre contaminación a nivel local y global y ha podido constatar, a partir del estudio de una estación concreta de Sevilla, una bajada muy brusca de los niveles de contaminación el mismo día del decreto del estado de alarma y una progresiva subida a partir del 15 de marzo. “Los niveles de contaminación han ido subiendo a medida que se han ido relajando las medidas de confinamiento pero no se ha llegado a los niveles previos al 14 de marzo”, subraya el profesor durante la entrevista.

 

¿Qué consecuencias para el medio ambiente tienen las actuales medidas de confinamiento?

Uno de los aspectos positivos de la expansión del corona virus SARS-CoV-2 (causante de la enfermedad conocida como Covid-19) y de las correspondientes medidas de cuarentena y confinamiento es la previsible reducción de la contaminación ambiental y la mejora de la calidad de aire. No obstante es importante contrastar esta hipótesis con datos. Para ello he seleccionado dos ejemplos: uno referido a un ámbito local (polución urbana en la ciudad de Sevilla) y otro global (concentraciones de CO2 total en la atmósfera del planeta).

¿Se constata que ha habido una disminución de polución en Sevilla?

Tomando los datos de informes diarios que ofrece la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía para una serie de contaminantes en aire he estudiado los índices de monóxido de carbono (CO) y de dióxido de nitrógeno (NO2). Ambos son contaminantes primarios emitidos por los motores de combustión de los automóviles y son, por tanto, característicos de ambientes urbanos contaminados. He analizado los datos diarios tomados a una misma hora, 12 de la mañana, en la estación de control que la red de control ambiental de la Junta de Andalucía tiene en la zona de la calle Torneo (Estación ‘Torneo-Cartuja’).

Y, efectivamente, vemos que la declaración del estado de alarma y el inicio del confinamiento supuso un descenso de la contaminación por NO2  y CO en esta estación. Este descenso es especialmente acusado para el CO que pasa de valores cercanos a los 900 microgramos por metro cúbico, a registros inferiores a 400. En el caso del NO2, la transición es más tenue. Pasamos de valores comprendidos entre 20 y 30 microgramos a 15-20 a partir del día 15. Sin embargo, desde ese mismo 15 de marzo los niveles se están recuperando poco a poco en ambos contaminantes.

¿Podría extraerse alguna lectura más a partir de estos datos?

La evolución observada en la estación de control de Torneo-Cartuja indicaría un incremento progresivo del volumen del tráfico y una cierta relajación del confinamiento de facto desde el mismo día en que las medidas de confinamiento se iniciaron. El periodo de hibernación de la economía, decretado por el gobierno 15 días después, apenas se nota en los registros. De todas formas, dicha hibernación solo afectaba realmente a la industria, con lo que apenas era esperable que se notase en el tráfico del centro de Sevilla. Por otro lado, hay que tener en cuenta que existe una cierta variabilidad producida por las propias condiciones meteorológicas habidas en Sevilla durante estos días (no es lo mismo ausencia de viento, lluvia, etc. que una atmósfera más inestable, que siempre dispersa mejor los contaminantes). Cualquier conclusión es, por tanto, prematura.

Comentaba que ha seleccionado para su estudio las concentraciones de CO2 en la atmósfera a nivel global, ¿se observa aquí  también un descenso?

Sí, resulta interesante conocer si la crisis de la Covid-19 y el confinamiento de miles de millones de habitantes en todo el mundo se ha notado en los niveles de CO2 del planeta, principal causante del efecto invernadero y del cambio climático. Los niveles de CO2 en aire se monitorizan desde los años 70  por el NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration) a través del observatorio que tienen en Hawaii, en la falda del volcán Mauna Loa, a 3400 metros de altitud, (estos datos se pueden consultar en la web: https://www.esrl.noaa.gov/gmd/ccgg/trends/). El análisis de los últimos datos parece indicar un ligero descenso pero resulta difícil separarlo del propio ciclo estacional. Como el mismo NOAA advierte, es todavía demasiado pronto para conocer si la crisis de la Covid-19 ha tenido un impacto apreciable en las concentraciones de CO2 en la atmósfera de la Tierra.

¿Considera que la crisis del Covid-19 supone una oportunidad para que los gobiernos se replanteen y prioricen las políticas medioambientales?

Desde luego que sí. Todo el mundo ha observado una mejora relativa de la calidad de aire, el descenso del ruido y el incremento de la luminosidad, incluso la vuelta de la vida salvaje al centro de algunos pueblos y pequeñas poblaciones. Creo que esta crisis puede enseñarnos que podemos vivir un poco más ‘despacio’, y que ello implica, no solo una mejor conservación del medio ambiente, si no también una mejora de nuestro bienestar.

¿Cómo cree que se habría vivido la expansión de este virus en una sociedad con mucha menos contaminación?

Existen algunos estudios que indicarían que ha existido un mayor impacto del virus en aquellas zonas con una mayor contaminación del aire (https://www.dw.com/en/is-there-a-connection-between-air-pollution-and-covid-19/av-53234858; https://www.theguardian.com/environment/2020/apr/07/air-pollution-linked-to-far-higher-covid-19-death-rates-study-finds). Obviamente respirar aire más contaminado debilita nuestras defensas e incrementa la incidencia de enfermedades del aparato respiratorio, como por ejemplo el asma. Esto podría, efectivamente, haber agravado la situación de muchos contagiados, y tristemente, incrementado el número de fallecidos.

 

 

 

La profesora Isabel Cerrillo nos invita a involucrar a los niños en la elaboración de las comidas. Noticia del mes de Marzo.

La profesora de la Facultad de Ciencias Experimentales y Directora Académica del Grado de Nutrición Humana y Dietética destaca la importancia de la alimentación saludable en este período de confinamiento. Aunque no considera que haya recomendaciones alimentarias especiales en las circunstancias actuales, ofrece algunos consejos que pueden resultar útiles para la alimentación en estos días.

La alimentación saludable debe ser una constante a lo largo de la vida pero ¿cree que  debemos prestar especial atención a lo que comemos durante estos días?

Personalmente no creo que haya que considerar recomendaciones alimentarias especiales en estas circunstancias de confinamiento, aunque pienso que sí hay algunos consejos que pueden ayudar. La alimentación saludable contempla la ingesta de alimentos frescos (más que procesados), siguiendo unas pautas de consumo.

¿Cuáles serían estas pautas?

 Entre ellas, la ingesta diaria de frutas y verduras (entre ambos grupos de alimentos deben sumar cinco raciones al día aproximadamente), de cereales de grano entero (el número de raciones depende de la actividad física que se realice diariamente), de lácteos (dos o tres raciones diarias) y de frutos secos cuyo consumo puede ser diario, pero en cantidades moderadas (25 gramos pelados aproximadamente y siempre eligiendo aquellos que no se presentan fritos y/o salados).

En cuanto a otros alimentos proteicos, el huevo es una excelente fuente de proteínas cuyo consumo puede ser diario, pero se recomienda entre tres y cinco veces a la semana para no desplazar otras fuentes de proteínas como carne y pescado, que lo deberíamos consumir de forma alterna entre tres y cuatro veces por semana, intentando que el pescado esté más presente que la carne, disminuyendo el consumo de carne roja y consumiendo de forma esporádica carnes procesadas. Por último, las legumbres son un alimento que deberíamos consumir frecuentemente y a ser posible junto con cereales (cuatro raciones a la semana aproximadamente). Además, en el entorno en el que vivimos lo más recomendables es utilizar aceite de oliva virgen extra para la preparación de los platos. Junto a estas recomendaciones, ayudaría una rutina en los horarios de comidas, que no deberíamos alterar a pesar de las circunstancias.

¿Cómo debe ser nuestra alimentación si tenemos un estilo de vida más sedentario?

 En el caso de que estemos realizando una menor actividad física que en condiciones normales, nuestro organismo requiere una menor ingesta de energía, por la tanto tal y como he mencionado, fundamentalmente habría que disminuir la ingesta de cereales, tales como pan, pasta, arroz y también patatas (recordemos que la patata no es una verdura), y por supuesto de todos los alimentos azucarados con alto contenido energético (chocolates, helados, refrescos…). En cuanto a los primeros, según cuál sea la actividad física, las recomendaciones de consumo serían de entre dos y cuatro raciones diarias. Los alimentos azucarados, sin embargo, deberían consumirse lo menos posible, incluso excluirlos de la dieta si nuestra actividad física está siendo mínima.

¿Qué alimentos podrían ayudarnos, por ejemplo, a suplir la falta de luz solar?

La luz solar hace que sinteticemos vitamina D a nivel cutáneo, siendo ésta la principal fuente de esta vitamina. Mientras dure el confinamiento lo más eficaz para adquirir suficiente vitamina D es salir al aire libre, es decir, a la terraza, balcón o ventanas todos los días (30 minutos serían más que suficiente). Si no fuese posible, deberíamos ingerir alimentos con contenido en vitamina D tales como pescados, hígado y yema de huevo, aunque la ingesta de estos alimentos no sería suficiente en la mayoría de los casos. También se podría acudir a alimentos enriquecidos como margarina, cereales de desayuno o leche.

En este contexto la planificación puede resultar esencial ¿qué consejos podría darnos tanto para la organización de la compra como para la confección de los menús?

Efectivamente. La planificación de las comidas y por lo tanto de la lista de la compra, adquiere una importancia enorme en estos días en los que se nos exige salir de casa lo menos posible. Para que no se vean disminuidas las ingestas de alimentos frescos, deberíamos organizar la lista de la compra de manera que, en una compra semanal, nos abastezcamos de suficientes frutas y verduras, carne, pescado y huevos para toda la familia. También se pueden adquirir algunos de estos alimentos congelados, que quizá faciliten la organización de la compra y las comidas. Una buena planificación además es fundamental siempre para disminuir el desperdicio de alimentos.

¿Tendría alguna recomendación específica para la alimentación de los niños?

Que realicen actividad física en casa, en la medida de lo posible y que se mantenga la rutina alimentaria habitual en cuanto a horarios y número diario de comidas. Se debe evitar el picoteo o las ingestas extras muchas veces ocasionados por el aburrimiento. En el caso de los niños el picoteo suele ser de alimentos calóricos, azucarados o con alto contenido en grasas (chocolates, bollería…). En este caso, quizá lo ideal sea no adquirir este tipo de alimentos. Y si existiese dicho picoteo, recomendaría que se hiciera de alimentos saludables, tales como frutas o lácteos.

¿Podría servir este momento para reconducir ciertos hábitos alimentarios?

Siempre es una buena ocasión para tratar de mejorar los hábitos alimentarios. Quizá el hacer una buena planificación considerando las recomendaciones mencionadas ayude a llevar a cabo una dieta saludable. Además, al no realizar comidas fuera de casa, tenemos la oportunidad de mejorar nuestra alimentación pues, muchas veces el comer en bares o restaurantes o el salir a tomar unas cervezas es lo que nos hace ingerir en algunos casos exceso de kilocalorías.

¿Qué otro aspecto constructivo sobre la alimentación podríamos extraer de este periodo de confinamiento?

 Tal y como se está difundiendo estos días, deberíamos aprovechar estas circunstancias para estar más tiempo en familia. El realizar las comidas en familia y en el hogar puede resultar muy positivo y es algo de lo que se carece en muchos casos por falta de tiempo y exceso de trabajo. Quizá sea un buen momento para involucrar a los niños en la elaboración de las comidas y, una buena iniciativa sería, por ejemplo, realizar en casa meriendas saludables utilizando ingredientes de calidad, lo que siempre daría lugar a alimentos mucho más nutritivos que las meriendas habituales de la mayoría de los niños. Por otro lado, puede ser un buen momento para realizar la compra en el mercado de tu barrio y adquirir alimentos frescos de temporada, que son los que deberían predominar en nuestra dieta.

La profesora de la Facultad de Ciencias Experimentales Ana Paula Zaderenko ensaya terapias inteligentes contra el cáncer con una sustancia presente en la uva. Noticia del mes de Febrero.

La profesora de la Facultad de Ciencias Experimentales Ana Paula Zaderenko ensaya terapias inteligentes contra el cáncer con una sustancia presente en la uva

 Un equipo de investigadores, liderados por la profesora de la Facultad de Ciencias Experimentales Ana Paula Zaderenko, ha iniciado la fase preclínica para probar terapias inteligentes que ataquen el cáncer de manera selectiva. El estudio recurre al ácido tánico, una sustancia natural presente en la uva o el café, que actúa evitando que las células tumorales se reproduzcan e induciendo su muerte. Los resultados in vitro muestran capacidad para reducir tumores como el de piel, sin afectar a tejidos sanos.

 Estas nanopartículas funcionan desde una doble vía. Por un lado, han sido dotadas de un sistema que dirige el fármaco exclusivamente a las células tumorales. Algo posible gracias a un anticuerpo, capaz de ‘leer’ las señales que activan su división descontrolada, y a una molécula que dificulta la entrada en células sanas. Una vez en el interior, el contenido de la partícula se libera, impidiendo la división celular y provocando su muerte programada.

 Para cumplir con este fin, los científicos han recurrido al ácido tánico: una sustancia con propiedades antioxidantes, antimicrobianas o antihistamínicas, entre otras. “Este compuesto, cabeza de familia de los taninos, es interesante porque, si bien es beneficioso para una célula sana, en una cancerosa no solo produce interferencias en su multiplicación, además la hace entrar en apoptosis, debido al estrés oxidativo, provocando su muerte programada o suicidio”, afirma la responsable del proyecto.

 El trabajo se ha desarrollado sobre el cáncer de piel y de mama. Ambos tienen en común la producción en grandes cantidades de una familia de proteínas clave para la división celular (los receptores del factor de crecimiento epidérmico, EGFR). Sobre ella, el ácido tánico actúa de manera preferente interfiriendo la cascada de señales que estas provocan en el tumor e, incluso, la invasión de otros tejidos. Anular esta señal biológica se ha convertido, por este motivo, en una diana terapéutica clave en los últimos años.

 

Partículas con GPS

 

Si bien el ácido tánico es beneficioso en un organismo sano, el uso en cantidades elevadas puede derivar en efectos secundarios no deseados. Por ello, una de las líneas de trabajo activas por la Pablo de Olavide es mejorar el sistema de direccionamiento de las partículas para detectar las células cancerosas, incluso cuando mutan. “Utilizamos anticuerpos que funcionan como un GPS, dirigiendo la partícula hacia el tumor, pero cuando las células mutan dejan de reconocerlas, se siguen dividiendo y lo que uno utiliza ya no sirve”, apunta Ana Paula Zaderenko.

 Para prevenir esta situación, el equipo de científicos trabaja en un doble sistema de direccionamiento. “Las nanopartículas identifican unos receptores que proceden de una familia de cuatro miembros, por lo que usamos un doble GPS: por un lado, un anticuerpo que actúa sobre dos de esos cuatro miembros, y por otro un ligando, que actúa sobre los otros dos. De modo que, si la célula muta para uno de los receptores, los otros seguirían actuando como GPS”, subraya la responsable del trabajo, en el que también participan los profesores José Antonio Sánchez Alcázar, Guillermo Repetto y Sara Maisanaba, en los ensayos in vitro, y Sofía Calero y Patrick Merkling, en ensayos por simulación en ordenador.

 Por otro lado, el uso de estas nanopartículas se ha comenzado a testar sobre animales modelo dentro de la fase preclínica. En colaboración con el doctor Manuel de Miguel, del Hospital Universitario Virgen Macarena, se han iniciado los trabajos para evaluar in vivo el uso de esta terapia sobre el cáncer de mama. “En una primera aproximación, hemos visto que inyectando de forma intratumoral la nanopartícula, ésta induce la muerte de las células cancerosas disminuyendo el tamaño del tumor, pero se trata aún de resultados muy preliminares y hay que seguir desarrollándolos mucho más”, señala Ana Paula Zaderenko.