¿Por qué decidiste estudiar NHD?

Tenía claro que quería estudiar una carrera de la rama sanitaria, pero tampoco sabía realmente qué en concreto es lo que más me gustaba. Al final, la nota de selectividad solo me dejaba elegir entre biología, ciencias ambientales, nutrición y fisioterapia. Nutrición me parecía interesante, y decidí probar el suerte con el primer año de carrera, pero teniendo claro que si no me convencía me cambiaría a otra. Sin embargo, el primer año (a pesar de tener básicamente asignaturas comunes a todas como biología, química, anatomía, estadística...) fue suficiente para engancharme al mundo de la nutrición. 

¿Cuál ha sido tu trayectoria profesional?

Terminé el grado ampliando mi matrícula por 6 meses más para disfrutar de una ERASMUS en Lisboa, donde realicé prácticas en hospitales. Y cuando finalizó regresé a mi pueblo donde empecé a pasar consulta de nutrición y tratar casos de obesidad, diabetes, colesterol, anemia, etc. En ese tiempo formé equipo con otra compañera de mi promoción y registramos la marca MeNutres, a través de la cual nos dedicábamos a hacer nutrición comunitaria: charlas y talleres de alimentación saludables, gymkhanas saludables para niños, concursos de master chef junior, y otras actividades de promoción de salud a través de ayuntamientos y AMPAs.

Cuando "el negocio" empezaba a ir bien me salió la oportunidad de irme a Perú a hacer un voluntariado, donde estuve 9 meses apoyando a la ONG Madre Coraje en la realización de actividades de promoción de la salud, hábitos de higiene y alimentación saludable para combatir las elevadas cifras de anemia y malnutrición infantil en los Andes. 

A mi regreso cursé un postgrado de educación emocional y bienestar en la Universidad de Barcelona al mismo tiempo que trabajé de jefe de cocina en un restaurante vegetariano donde diseñaba el menú diario además de cocinarlo. 

En 2017 tuve la oportunidad de realizar otro voluntariado internacional, esta vez en Senegal, donde durante 6 meses estuve apoyando un proyecto de comedores escolares en zona rural del sur del país, con el objetivo de ofrecer un almuerzo saludable a los alumnos para mejorar su estado nutricional y al mismo tiempo evitar el absentismo escolar. 

Por aquellos entonces ya tenía claro que quería dedicarme al mundo de la cooperación internacional para contribuir con mi granito de arena a la erradicación del hambre en el mundo. 

Así que, en 2018, de nuevo con la ONG Madre Coraje estuve 10 meses de voluntariado en Mozambique apoyando en la coordinación de proyectos de seguridad alimentaria y mejora de las condiciones de higiene y acceso al agua potable como mecanismos de prevención de casos de malnutrición infantil. 

Ya en 2019, conseguí dar el salto de nuevo al mundo laboral, y fui contratado por Cruz Roja Española para coordinar proyectos de seguridad alimentaria, medios de vida y mejora del acceso a agua potable y condiciones de higiene en Burkina Faso. 

¿Qué funciones desempeñas en tu trabajo actual?

Actualmente mi trabajo consiste en la supervisión de los proyectos, asegurando que se hace una buena gestión de los recursos, identificando las necesidades de la población rural de Burkina para proponer estrategias y mecanismos de acción que les permitan hacer frente a sus limitaciones y desarrollarse de forma plena y saludable. Mi trabajo es más el de un gestor, pero mi visión como nutricionista me permite añadir otro enfoque diferente y complementario al trabajo en equipo. 

¿Qué te ha aportado ser titulado por la UPO?

Mi paso por la UPO me hizo más autónomo a la hora de buscar cosas que me interesaban, al mismo tiempo que aprofundó en mi la curiosidad y la inquietud por aprender cosas nuevas. Me enseñó a trabajar en equipo, con la complejidad que supone poner de acuerdo diferentes puntos de vista para conseguir un bien común, elemento que ha sido fundamental a lo largo de toda mi trayectoria. Y me ha abierto las puertas a fuentes de conocimiento (tanto profesores como libros, páginas webs o entidades) que forman parte de mi día a día profesional.