Vista detalle
"El ocultamiento de hallazgos arqueológicos supone una sustracción muy grave para la sociedad"
El lunes se inaugura el curso de verano “Arqueología de campo”, dirigido por Lineros y Juan Manuel Román, del Servicio de Arqueología del Ayuntamiento carmonense
Olavide en Carmona - 01/08/2014
El director del Museo de la Ciudad de Carmona, Ricardo Lineros, ha asegurado que aunque las obras en edificaciones siguen hoy en día un trámite perfectamente reglado, en el que los informes y cautelas arqueológicas están incorporadas al procedimiento como los informes urbanísticos, todavía pueden darse casos de obras sin licencia o hallazgos arqueológicos fortuitos que no se comuniquen, como exige la legislación, y se oculten.
En su opinión, “estas acciones suponen una sustracción muy grave para la ciudad y la sociedad. En estos casos, hay quien piensa que ha engañado al arqueólogo, pero lo que en realidad ha hecho es meter la mano en la cartera del ciudadano. Por ejemplo, supongamos que alguien encuentra un busto romano de gran calidad y lo oculta. En primer lugar, se pierde de forma irreparable una parte de la historia y de la identidad colectiva e individual de cada ciudadano, mientras que en segundo lugar se produce un daño a la imagen y la economía de la ciudad inestimable”.
Y es que, a la Arqueología, sobre todo en las grandes obras, se le han atribuido retrasos, sobrecostes, etc. “En líneas generales es una atribución falsa. La excavación arqueológica es una fase más de las obras y tiene que estar prevista en la ejecución de las obras, al igual que los cimientos y las estructuras. A este respecto, hay que tener en cuenta que las excavaciones urbanas son de carácter preventivo, es decir, se realizan para evitar el daño que las obras van a provocar en el sustrato arqueológico. La arqueología bien planificada no supone perjuicio para quien quiere construirse una vivienda, y menos aún en el caso de Carmona, en la que disponemos de un servicio de arqueología público”, sostiene el director del museo.
El próximo lunes se inaugura el curso “Arqueología de campo”, dirigido por Ricardo Lineros y Juan Manuel Román Rodríguez, del Servicio de Arqueología del Museo de la Ciudad del Ayuntamiento de Carmona. Dicho seminario, enmarcado en el programa formativo de los cursos de verano de la Universidad Pablo de Olavide en Carmona, ofrecerá la oportunidad a los alumnos participantes de trabajar en una excavación arqueológica en la carmonense plaza de Julián Besteiro, que se encuentra ya a nivel de la época romana.
Según Juan Manuel Román, es una excavación muy amplia que afecta a la plaza en la casi totalidad de su extensión. Además de infraestructuras medievales islámicas, se están comenzando a exhumar estructuras romanas de carácter hidráulico.
Haciendo un balance de lo que se ha encontrado en años anteriores en la excavación, puesto que es el tercer año que el curso de verano se va a desarrollar en esta zona, Román ha explicado que, hasta el momento, la fase más antigua corresponde a los trabajos de suavización de la topografía mediante la excavación de la roca en terrazas. Trabajos que precedieron la construcción de una edificación de época romana fechada a mediados del siglo I a. C., que posteriormente fue muy reformada a mediados del siglo I d. C. y abandonada entre finales del siglo II y mediados del III d. C.
“Sobre las ruinas romanas se han documentado infraestructuras y rellenos de época medieval islámica y, a su vez, sobre los niveles medievales construyeron casas mudéjares del siglo XVI, sobre las que se construyó el convento de San José en el siglo XVII”, apunta Juan Manuel.
Con respecto a los proyectos arqueológicos previstos en Carmona, Ricardo Lineros explica que la arqueología urbana es sobre todo una arqueología preventiva, que interviene y excava en aquellos solares e inmuebles en los que se va a ejecutar una obra. En la actualidad, se disponen de predicciones bastante ajustadas sobre la estratificación y los periodos que pueden documentarse en cada solar de la ciudad, pero dado que lo que se excava lleva enterrado siglos siempre hay lugar para la sorpresa, como cuando se descubrió el conjunto orientalizante de Saltillo o las galerías subterráneas en San Felipe.
Son muchos los beneficios que los descubrimientos arqueológicos pueden aportar a una ciudad como Carmona. En 2015 se cumplen 30 años de arqueología urbana en esta localidad. Desde el punto de vista cultural y científico, el conocimiento de la historia de la ciudad ha avanzado sustancialmente, así como, el conocimiento que los carmonenses tienen de su propia historia. “En el campo del turismo, el Museo de la Ciudad y otras infraestructuras y productos simplemente no existirían. Como ejemplo, el propio logo de la oficina de turismo de Carmona es un dibujo orientalizante descubierto en una excavación”, sostiene Ricardo.
En cuanto al valor económico, el conjunto orientalizante de Saltillo, por ejemplo, se ha expuesto en Barcelona, Madrid, Sevilla, Alicante, París y Bonn, eventos a los que hay que sumar la difusión en prensa, la publicación en catálogos y libros especializados. “Desde el punto de vista de la promoción para el turismo y la económica de la ciudad suponen una campaña de promoción de gran valor añadido y sin costes económicos. En definitiva, el beneficio de los futuros descubrimientos es incalculable para la imagen y la proyección de la ciudad”, según el director del museo.
¿Pero estamos los ciudadanos lo suficientemente concienciados con la conservación del patrimonio? En opinión de Juan Manuel Román, existe una parte del patrimonio del que nadie duda de su valor y la necesidad de conservarlo: “es un patrimonio muy visible y que se interpreta en clave de valores muy consolidados. Sin embargo, éste no es el caso de la mayor parte del patrimonio que, en líneas generales, es desconocido y de difícil reconocimiento, sobre todo en lo que respecta a su utilidad y en lo que nos aporta colectiva e individualmente”. Por este motivo, cree que el patrimonio histórico hay que valorarlo en su conjunto desde una perspectiva integradora de todos y cada uno de sus elementos, concluye.