AVISO MONOGRÁFICO: Trabajo sexual: politizar los espacios, momentos y subjetividades a través de narrativas

2024-06-28

Trabajo sexual: politizar los espacios, momentos y subjetividades a través de narrativas

Pilar Albertín (Universitat de Girona, España); Estefanía Acien (Universidad de Almería, España) y Jose López-Riopedre (UNED Lugo, España).

En este monográfico intentaremos recoger aquellos aspectos de la práctica laboral del trabajo sexual (TS), las experiencias de las mujeres y también de hombres implicados, así como de otras personas que median en esta actividad. Así mismo, los discursos entorno al TS y metodologías y epistemologías para conocer, reflexionar y cuestionar formas hegemónicas de pensamiento y acción que se imponen en el imaginario social. Pretendemos abrir un espacio principalmente a trabajos realizados que permiten el avance en derechos y en el bienestar social y psicológico de las mujeres cis y trans. Considerando diferentes temáticas: jurídicas, antropológicas, psicológicas, educativas, medios información, etc...

El TS es una actividad basada en la oferta de servicios sexuales que constituye el medio de vida de muchas mujeres cis, trans* y también de hombres que en general, debido a dificultades socioeconómicas comienzan a ejercer esta actividad. Ofrecer servicios sexuales a cambio de dinero en nuestro contexto sociopolítico comporta contextos de vulnerabilidad principalmente para aquellas personas que lo ejercen, puesto que se realiza en condiciones clandestinas, bajo regulaciones promovidas por intereses capitalistas, patriarcales y moralistas, así como por medidas de control migratorio, dado que una alta cantidad de personas son migrantes (Silvia Federici, 2018; Nuria Cordero y Rafael Cáceres, 2020).

En esta propuesta, queremos considerar la gran variabilidad de formas de oferta de servicios sexuales, tales como actividades relacionadas con la pornografía, trabajo de alterne, de gogó, así como de entornos donde se realizan: pisos, clubs, saunas, espacio público, redes y plataformas, etc., y mostrar las posibilidades de subsistencia que permite el TS de cara a realizar proyectos personales y familiares que, en otro tipo de trabajos subalternos, las mujeres no conseguirían. Además, si el TS es autónomo, consentido y negociado por las propias mujeres, se convierte en una actividad con condiciones laborales aptas y dignas.

Analizar esta realidad es compleja, especialmente porque el conocimiento que tenemos de ella está envuelto en el silencio de las voces de las y los protagonistas principales, o porque la moral social imperante nos hace catalogar desde un principio que el ofrecer servicios sexuales es inmoral y rechazable, convirtiendo a las personas que ofrecen estos servicios en víctimas o en personas indeseables, y a los usuarios (principalmente) en seres abominables (Georgina Orellano, 2022). Así mismo, se suele criminalizar y estereotipar previamente a todas aquellas personas que median en el trato sexual, impidiendo así investigar y conocer cómo son los procesos de tránsito de mujeres que migran para ejercer el TS, o el tráfico o la trata, o las relaciones que se producen en los lugares de llegada para organizar el trabajo.

Tampoco sabemos cómo son los procesos de negociación de las mujeres en sus lugares de trabajo, sus historias de vida, sus condiciones económicas y sus necesidades. El estigma que se incardina en las personas que realizan trabajo sexual, satura su identidad, las fragiliza en extremo. El ser puta, el ser sexo, es lo que define a las mujeres que hacen el trabajo sexual (Paula Sánchez-Pereira, 2023), de tal manera que tienen que mantener muchas cuestiones de su vida invisibilizadas, ocultas como mecanismo de protección, teniendo efectos sobre su bienestar. Ello conforma identidades y subjetividades condicionadas a vivir en el “closet”.

Dentro de las políticas sociales, hay un gran vacío para asegurar los derechos y la dignidad de las personas que hacen TS, entrando en una gran controversia los discursos abolicionistas y los discursos proderechos (Lynzi Armstrong y Gillian Abel, 2022), no llegando a ningún punto de encuentro, sino al contrario, viviendo serias tensiones que no resuelven los problemas de las personas más vulnerabilizadas por las condiciones de trabajo y las condiciones legales y administrativas, en este caso, de muchas mujeres trans*y cis y también de hombres no regularizades (Laura Agustín, 2009; Dolores Juliano, 2004).

Todos estos factores nos llevan a realizar una propuesta en este monográfico, pretendiendo incorporar algunos ejes a partir de los cuales podamos visibilizar, reflexionar y trabajar sobre diferentes cuestiones que atañen al trabajo sexual. Concretamente enumeramos algunos relevantes, de los cuales se puede participar en uno u otro, todos ellos necesarios:

-estudios de carácter genealógico que recojan diferentes estudios-investigaciones sobre políticas y contextos de trabajo sexual,

-el trabajo sexual como actividad laboral: espacios de trabajo, condiciones laborales, negociación con los clientes, las/les y los trabajadores sexuales como profesionales, características de este tipo de trabajo, establecimiento de organizaciones de defensa y sindicatos, así como la detección de necesidades que presentan,

-aproximaciones al conocimiento de mediadorxs, empresarixs, protectorxs, traficantxs, y otras personas actoras en el campo social del trabajo sexual, sobre las cuales no existe prácticamente un abordaje académico y apenas contamos con el discurso hegemónico de criminalización versus victimización,

-la salud y el bienestar de las personas que ejercen trabajo sexual, cómo les afecta el estigma y como se resisten frente a él desde una perspectiva interseccional. Cómo se produce y manifiesta la subjetivación a partir del estigma (pecadoras, delincuentes, criminales, víctimas, etc.),

- las metodologías y epistemologías que desde la academia y la intervención nos sirven para abordar el conocimiento sobre el trabajo sexual y el compromiso de les investigadores y profesionales de ser aliades de las personas que hacen trabajo sexual. También para plantearse las sexualidades como relaciones corporeizadas en las que entran en juego conceptos como el deseo y el poder (simbólico, material),

- las perspectivas feministas, como constructoras de representaciones y discursos sociales, y también como conductoras de políticas públicas en aras de un objetivo de justicia y de derechos humanos, de dignidad de las personas y de igualdad en cuanto al sexo-género en intersección con otros ejes como raza, etnia, edad, orientación e identidad sexual, religión, clase social, lugares de procedencia, diversidad funcional, etc.

 

Referencias bibliográficas:

Referencias bibliográficas:

Agustín, L. 2009. Sexo y marginalidad: emigración, mercado de trabajo e industria del rescate. Madrid: Popular.

Armstrong, Lynzi y Abel, Gillian (2022). Trabajo sexual con derechos. Una alternativa de despenalización. Barcelona: Virus

Cordero, N. y Cáceres, R. (2020). Mujeres africanas en Situación de Trata. Diversidades, resistencias y oportunidades. RELIES: Revista Del Laboratorio Iberoamericano Para El Estudio Sociohistórico De Las Sexualidades, (4), 193–207. https://doi.org/10.46661/relies.5103

Federici, Silvia (2018). Calibán y la bruja. Traficantes de sueños.

Juliano, Dolores (2004). Excluidas y marginales. Una aproximación antropológica.Madrid: Cátedra.

Orellano, Georgina (2022). Putafeminista. Editorail Sudamericana

Sanchez-Pereira, Paula (2023). Crítica de la razón puta: cartografías del estigma de la prostitución. Madrid: La Oveja roja.