Enfoque de Género

Desde la revista Americanía somos conscientes de que tradicionalmente en la Academia ha prevalecido un modelo de producción científica y de construcción de saberes marcado por sesgos androcéntricos y patriarcales. En un esfuerzo por romper esta realidad en las dinámicas y espacios académicos e institucionales, compartimos con nuestro público lector y redactor el compromiso por la consecución de la igualdad de género. La revista Americanía promueve la incorporación del enfoque de género en la redacción y publicación de sus artículos, propendiendo también de forma transversal, por la difusión y visibilización de aportes realizados por mujeres y personas no binarias en el ámbito científico, pasados y actuales, como mecanismo de combatir la discriminación, la desigualdad y la violencia que han sufrido de forma sistemática diversos colectivos en el campo de la producción científica. Para conseguir estos objetivos, la revista Americanía sugiere una guía de consideraciones a tener en cuenta en el proceso de elaboración de trabajos científicos; los pares revisores tendrán especialmente en cuenta que los textos sean respetuosos con el lenguaje inclusivo.

La revista Americanía tendrá asimismo en consideración aquellos trabajos que en el proceso de recopilación de datos tomen en consideración la variable sexo. De esta manera se impulsa la creación de indicadores desagregados por sexo e indicadores de género que puedan aportar datos específicos sobre mujeres o personas no binarias, así como realizar comparativas con los datos que hacen referencia a la categoría de hombre.

Se valorará positivamente que los trabajos consideren una bibliografía que tome en consideración trabajos que promuevan la igualdad de género, así como trabajos que tengan como objetivos contribuir al conocimiento en el marco del género y que defiendan la igualdad entre seres humanos.

En las investigaciones realizadas por equipos de investigación o en coautoría, se recomienda que se promueva el equilibrio de género en las personas involucradas y que la participación se realice de forma igualitaria y respetuosa, incentivando los valores de comunicación no violenta, colaboración y trabajo en colectivo. Los artículos deben estar firmados por todos los autores del mismo, con los nombres completos de cada uno.

Siguiendo estas recomendaciones la revista Americanía pretende que tanto nuestros autores y autoras como nuestro público lector, asuman e interioricen valores tales como la igualdad y equidad de género, la riqueza de la diversidad e interdisciplinariedad, el valor del uso de metodologías participativas e igualitarias, el compromiso de investigar para el cambio y el mejoramiento de la sociedad y la importancia de los cuestionamientos y de la reflexión crítica.

 

Lenguaje inclusivo

 

GUÍA DE BUENAS PRÁCTICAS PARA UN USO INCLUSIVO DEL LENGUAJE

La Revista Americanía, en su compromiso de visibilizar la labor de las mujeres y de las personas no binarias en el ámbito científico, ofrece a sus autores y autoras una serie de diez recomendaciones para hacer que sus aportaciones sean más inclusivas. Este decálogo, cuyas opciones son completamente válidas y aparecen en la gramática del español, sirve como un primer paso para destacar el papel que cumplen estos grupos en sus respectivos campos de estudio sin por ello hacer preferente la figura masculina.

Como señala Ana Sánchez Isidoro en su curso «MD Lenguaje Inclusivo» y como se estipula en los “Apuntes para la igualdad” de la Universidad de Alicante, desde Americanía aconsejamos consultar y seguir, en la medida de lo posible, las recomendaciones que se indican a continuación:

 

1.- Evitar el uso del masculino genérico siempre que se hable de más personas aparte de las masculinas.

2.- Hacer visibles a todas las personas en nuestros textos, sin excluir a nadie o estar en mayor o menor número.

3.- Usar todos los tipos de desdoblamientos para incluir a todas las personas en nuestros escritos, sin abusar ni hacer de nuestros textos algo difícil de entender. Alternar el orden de aparición de las formas masculinas y femeninas en los desdoblamientos.

4.- Incluir barras o guiones para añadir las terminaciones femeninas o masculinas en aquellas palabras con carga de género, solo en documentos cortos, formularios o correos electrónicos.

5.- Se recomienda que el uso de la -@, -x y -e sea solo en ámbitos y textos coloquiales con un fin muy determinado.

6.- Cambiar los enunciados de las frases utilizando la gran variedad lingüística que existe en el idioma español, como los diferentes tipos de nombres (colectivos, epicenos, comunes), frases en pasiva, omisión del sujeto o palabras sin carga de género (cada, minoría, etc.).

7.- Nombrar en femenino aquellos cargos y profesiones que estén ejercidas por una mujer: ministra, conductora, arquitecta, programadora… y que entren dentro de la norma (hay que acordarse de que ciertas profesiones tienen la misma palabra para el femenino y el masculino).

8.- Prestar atención a las imágenes y/o los mensajes de tipo audiovisuales (publicitarios, entre otros) que no sean acordes con el uso del lenguaje inclusivo y que, en consecuencia, contribuyan a construir estereotipos de mujeres u hombres.

9.- Ser coherente en el uso del lenguaje igualitario a lo largo de todo el discurso. El texto debe reflejar en todas sus partes un lenguaje no sexista en el que se incluya y nombre a todas las personas a las que va destinado y a quienes se hace referencia.

10.- Saber que hay más opciones además de lo binario (marca de masculino y de femenino) para visibilizar a todas las personas en los discursos.

 

A continuación, adjuntamos trabajos y manuales para profundizar en la labor de producción científica con enfoque de género, que pueden ser de utilidad y de interés: