El objetivo de esta convocatoria, cuyo plazo de presentación de solicitudes estará abierto desde el 4 de abril hasta el 4 de mayo, es fomentar la cooperación entre el sector productivo y los agentes públicos de I+D+i, estimulando la transferencia del conocimiento desde el ámbito de la investigación al mundo empresarial.

INNPACTO está dirigida a todos los agentes del sistema español de ciencia, tecnología y empresa, lo que incluye a universidades, centros de investigación, centros tecnológicos, centros de apoyo a la innovación tecnológica, asociaciones empresariales, organismos públicos de investigación y empresas, entre otros.

La convocatoria INNPACTO apoya proyectos de desarrollo experimental liderados por empresas. La convocatoria 2011 flexibiliza la cooperación y en este sentido, el porcentaje de participación mínimo de las empresas es del 60%, y del 20% en el caso de los agentes de I+D. El presupuesto mínimo de los proyectos debe ser de 700.000 euros, con una duración mínima de dos años y máxima de cuatro.

Impulso al sector de la energía y salud: 400 millones de euros para proyectos en estas áreas

A través de la convocatoria INNPACTO 2011, el Ministerio de Ciencia e Innovación potencia las áreas de la energía y la salud para lo que ha reservado una dotación presupuestaria específica de 200 millones de euros para cada una de estas áreas dentro de la convocatoria.

En el ámbito de la energía, los proyectos que se desarrollen en este marco deberán contribuir a mejorar la seguridad del suministro energético, diversificar las fuentes de abastecimiento y promover la protección del medio ambiente. Asimismo, deben aspirar a consolidar el liderazgo tecnológico español mediante el apoyo a la I+D+i en eficiencia energética, tecnologías energéticas emergentes y su integración en el sistema energético nacional. Además, deben ayudar a mejorar la eficiencia energética de la economía del país reduciendo la dependencia económica y geoestratégica.

Por su parte, los proyectos que se desarrollen en el ámbito de la salud deben ser innovadores en tecnologías y productos farmacéuticos y sanitarios, estarán destinados a la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades y patologías, así como a favorecer la competitividad de las empresas del sector salud, ya sean farmacéuticas, biotecnológicas o de tecnologías y equipamiento sanitario. Además, promoverán la utilización de los avances científicos y tecnológicos para la salud y bienestar de la población y responder ante la demanda de calidad de vida de la sociedad.